El ruido del Orzán llega a los tribunales

Los vecinos demandan al Concello por su “actitud tibia” ante las molestias del ocio nocturno | El Ayuntamiento asegura que cumple “estrictamente” la legalidad

El ‘pub’ Grietax, cerrado el año pasado.   | // VÍCTOR ECHAVE

El ‘pub’ Grietax, cerrado el año pasado. | // VÍCTOR ECHAVE / Marta Otero Mayán

El ruido nocturno en el Orzán, punto de conflicto entre vecinos y hosteleros del barrio desde hace años, ha acabado en los tribunales. Una comunidad de vecinos ha demandado al Concello por, señala, “negarse a cumplir la ley” en lo relativo al máximo de decibelios permitidos en los locales de esta tipología y su “actitud tibia” ante el problema.

Los residentes del barrio demandan la aplicación de la normativa de Xunta, más restrictiva con el nivel de ruido permitido que la ordenanza municipal, que, aseguran los vecinos, “no refleja la realidad de un lugar de ocio nocturno a altas horas de la madrugada”, al tener en cuenta solo el volumen de la música del interior del local y no el ruido generado por sus clientes. El Ayuntamiento, por su parte, asegura que cumple “estrictamente” la legalidad y que este año lleva más de 200 intervenciones por ruidos y cierres de locales. Los vecinos instan al Concello a aplicar el criterio autonómico, al considerarlo “de rango superior”.

Los vecinos apelan al informe de medición de la insonorización del pub Grietax. El Concello decidió el pasado noviembre que este establecimiento cerrase durante un año por superar el nivel de ruido permitido, y le impuso una multa de 12.100 euros, aspectos que el gerente del establecimiento recurrió. Ahora, el Grietax ha vuelto a reabrir en aras de las medidas cautelares que ha solicitado hasta que se resuelva el recurso por su cierre y la resolución sea firme “por el grave perjuicio económico” de un cierre tan prolongado sobre su actividad”, según asegura uno de los vecinos afectados, Rubén Boullón, que se pregunta qué ocurre con “el grave perjuicio sobre el derecho al descanso” de los residentes del barrio.

La historia viene de atrás. La demanda de los residentes del barrio remite a los hechos ocurridos el año pasado, correspondiente a un primer cierre que afrontó el pub por una medición que determinó el incumplimiento de la ordenanza y abocó a la clausura temporal. Los responsables del pub reabrieron al poco tiempo asegurando que habían realizado las modificaciones pertinentes para cumplir la normativa, algo con lo que los vecinos no están de acuerdo. “Contratamos a una empresa que hizo una medición paralela. La nuestra demostraba que, en tres de los cuatro aspectos que requieren, no cumplía la legalidad. El Ayuntamiento no hizo caso de nuestro informe”, asegura Boullón.

A la hora de comparar los criterios que sigue la Xunta y el Concello para dictaminar los niveles de ruido aceptables, los residentes del barrio señalan que la medición del local no cumple con la mayoría de los requisitos Xunta ; pero sí cumple todos los requisitos de la ordenanza Municipal. “El Decreto de la Xunta es más realista y tiene en cuenta, no solo el volumen de música del local sino el volumen de ruido incrementado por las 150 personas presentes en el local, que estarán hablando en alto, gritando, saltando”, ilustran los vecinos. La plataforma vecinal señala que la Xunta publicó en 2015 en el Diario Oficial de Galicia la normativa “que debe de regir en toda Galicia en lo que se refiere a la insonorización”, exigida a todos los locales de ocio, y aducen que “todos los Ayuntamientos están obligados a modificar sus Ordenanzas Municipales, para ajustarse a las de la Xunta, en un período máximo de un año a partir de la fecha de publicación”, algo que instan al Concello a hacer.

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