El Concello entra en el edificio de los murales de Lugrís y constata que “conservan su integridad”

Los técnicos municipales elaborarán un informe detallado sobre el estado actual de los frescos y también sobre las actuaciones necesarias para su conservación y restauración | La propiedad permitirá futuros accesos al inmueble

Los técnicos municipales entraron este viernes en el edificio de la calle Olmos en el que están los murales que Urbano Lugrís pintó para el antiguo restaurante Fornos y constataron, según fuentes municipales, que los frescos “conservan su integridad”.

El Ayuntamiento envió un requerimiento a la propiedad para poder evaluar el estado de las pinturas después de que la asociación O Mural solicitase a la Xunta que declarase Bien de Interés Cultural (BIC) estos frescos, que se encuentran en un inmueble sobre el que pesa una orden de intervención inmediata en la fachada por el deterioro que sufre. En noviembre del año pasado, la Policía Local valló la entrada del inmueble —y así sigue— después de que se desprendiesen elementos de la galería.

Los técnicos municipales y los representantes de los propietarios del edificio visitaron las instalaciones durante la mañana de este viernes y abandonaron el inmueble poco antes de la una de la tarde. Con la información recabada, realizarán un informe detallado “en los próximos días” para conocer “el estado exacto de cada una de las nueve piezas conservadas” y también para definir cuáles son las actuaciones necesarias para su “restauración y conservación”.

Los propietarios del inmueble, según fuentes municipales, se mostraron dispuestos a facilitar la entrada a los técnicos “siempre que sea preciso” para que puedan examinar las obras de Lugrís y realizar los estudios necesarios para avanzar en su recuperación. Tras su visita, los representantes de la propiedad comentaron a este diario que la conservación de los murales estaba ahora en manos de los técnicos municipales.

Cuando la asociación O Mural, tal y como adelantó este diario, solicitó a la Xunta que declarase Bien de Interés Cultural los frescos de Lugrís —a principios de este año—, el Concello alegó que no conseguía ponerse en contacto con la propiedad del inmueble para solicitarle que sus técnicos pudiesen entrar y examinar las pinturas, sin embargo, tras la publicación de esta información, fueron los propios dueños del edificio quienes se pusieron en contacto con el Ejecutivo municipal y le remitieron unas fotos de los murales.

Establecida esta comunicación, el Concello le solicitó que pudiesen entrar los técnicos para examinar personalmente los frescos, en los que Lugrís puso un nivel de detalle que no se aprecia en otras de sus obras. El edificio acumula 6.000 euros en sanciones por su estado ruinoso, que el Concello notificó en 2021. Una de ellas, de 2.000 euros, por no atender al requerimiento de conservación de fachada, a la que siguió otra de 4.000 euros por el mismo motivo. El edificio es propiedad de Alameda Órdenes, una sociedad limitada que se encuentra en proceso de liquidación voluntaria. Sobre este inmueble pesan dos hipotecas y dos embargos. Fuentes jurídicas consultadas por este diario explicaron que lo más normal en estas ocasiones es que el inmueble acabe en una subasta pública para que los acreedores puedan hacer frente a las deudas de la propiedad.

Durante la visita de los técnicos municipales, algunos de los vecinos mostraron su malestar por el mal estado del inmueble. “Nos entran las ratas en el portal”, decía una mujer, ante el concejal de Urbanismo, Francisco Dinís Díaz Gallego. “Las ratas son como conejos”, decía otra mujer, que reside enfrente del edificio.

Desde la calle se pueden ver las lonas de obra desgarradas en la parte superior del inmueble, también vegetación en los balcones del primer piso y la falta de piezas de las galerías, tras los desprendimientos del mes de noviembre. El estado de las pinturas preocupa a las asociaciones In Nave Civitas y O Mural, ya que desde que cerró el último negocio de hostelería, el Brasa y Vino que estuvo en el local, ya no se podían visitar los frescos libremente.

El mal estado de la fachada, con filtraciones y desprendimientos, no ayuda a la conservación de las pinturas, ya que Lugrís no solía pintar con materiales de primera calidad. Tras la visita de ayer, los técnicos municipales tendrán que realizar un informe sobre el estado actual de los murales y también sobre su conservación. La Xunta tendrá que pronunciarse sobre la declaración de Bien de Interés Cultural en un plazo de seis meses, es decir, antes de julio.

Salvar a Lugrís, “un triunfo de la ciudadanía”

La asociación O Mural cree que la entrada de los técnicos municipales en el edificio de Olmos es “una noticia positiva” no solo porque hayan podido comprobar el estado de las pinturas, sino también porque, de este modo, el Concello “reconoce que tiene competencia sobre su conservación”. Esperan ahora que el Ayuntamiento, tal y como se les prometió en el pleno, les llame para explicarles el proceso a seguir con los murales que, según fuentes municipales, “conservan su integridad”. “Son necesarias medidas a largo plazo, para que las pinturas no se pierdan mientras el local está cerrado”, demanda Rodrigo Osorio, miembro de la entidad, que considera esta entrada de los técnicos “un triunfo de la ciudadanía” que se movilizó para salvar estos frescos. La entidad celebra también que las pinturas no estén mucho peor que hace unos tres años, cuando el local estaba abierto, y los murales tenían desperfectos evidentes, como humo en la pintura y una grieta en la pared.

La Diputación, a favor de proteger los frescos

El Pleno de la Diputación aprobó este viernes una declaración institucional en la que todas las formaciones políticas se posicionan a favor de la conservación de las pinturas. Insta a Xunta y Concello a protegerlas y se ofrece, además, a colaborar en las iniciativas que tengan como objetivo conservar las obras de Urbano Lugrís.

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