Entrevista | Presidente del Clúster Audiovisual Galego, productor y director

Jorge Algora: “La formación de grandes profesionales da fuerte consistencia al audiovisual de Galicia”

“El cierre de cualquier cine es una tragedia para el sector porque dinamiza el entorno”

Jorge Algora, con una cámara Insta Pro 360 que graba recorridos de 360 grados.

Jorge Algora, con una cámara Insta Pro 360 que graba recorridos de 360 grados. / CASTELEIRO/ROLLER AGENCIA

De la mano del Clúster Audiovisual Galego y con inversión del Estado a través de fondos europeos y de la Diputación, la Ciudad de las TIC tendrá en 2024 un enorme plató de realidad virtual que facilitará a las empresas del sector de todo el país la grabación de sus contenidos para cine y televisión. Jorge Algora, presidente del Clúster, repasa las virtudes del audiovisual gallego y reflexiona sobre la pérdida de espectadores de cine a propósito del cierre, esta semana, de los cines Yelmo de Los Rosales en A Coruña.

¿Por qué surge la necesidad de tener un ecosistema digital para el sector audiovisual gallego?

El sector en Galicia, y en el resto de España, demanda infraestructuras que permitan enfrentarse a las nuevas producciones de series para las plataformas y que le den capacidad tecnológica y espacio suficiente para rodar y grabar. No hay grandes platós para grandes proyectos. En Galicia hay platós pequeños o están ocupados y no permiten a las productoras desarrollar contenidos durante un mes o dos.

¿Qué supondrá tener uno tan grande como el plató Mandalorian?

La aspiración de tener un plató como este ya está en el origen del Clúster, hace veinte años. Es una demanda de determinadas empresas del sector. Su coste era un impedimento, así que cuando oímos hablar de los fondos Next Generation creímos que nuestro sueño se podía cumplir. Su creación descentralizará infraestructuras que hasta ahora solo se desarrollan en Madrid y Barcelona y desfavorecen a otras comunidades. Desde Galicia empezamos a trabajar con el horizonte de los Next y surgió también el Igape, que nos acercó a la Ciudad de las TIC y al Clúster TIC, lo que nos hizo plantear un nodo audiovisual conectado con el sector TIC, y enseguida se empezó a hablar de un plató virtual que diera cabida a proyectos audiovisuales y también a simulaciones para otras industrias.

¿Qué más habrá en ese ecosistema, en esa nave de 1.600 metros cuadrados?

El proyecto que presentó la Diputación recoge salas de sonido, de montaje y postproducción, cámaras georeferenciadas, iluminación, servidores... herramientas que den soporte a ese plató y permitan a las empresas desarrollar elementos, preparar materiales... Ahora se sacará un concurso para disponer de esta tecnología, y no hay muchas empresas en Europa que tengan estos recursos. Trataremos de que sea lo último, lo mejor y lo más demandado por la industria.

¿Para qué tipo de contenidos audiovisuales?

Series, cine, televisión de gran formato, incluso retransmisiones de eventos importantes como elecciones, conciertos o como se hizo con retransmisiones del Mundial de fútbol, emisiones cuya producción se quiera hacer aquí. De momento videojuegos no se plantea.

¿Galicia es una potencia audiovisual, como a veces se escucha decir en el sector?

Eso lo dijo otro presidente del Clúster, Antón Reixa. Yo diría que Galicia es reconocida a nivel nacional por su trayectoria temporal. Fuimos los primeros en tener una ley audiovisual en el territorio español, estamos estructurados como asociación desde la época de Chano Piñeiro, tenemos un bagaje corporativo potente. Tuvimos el boom de la animación en 3D con Dygra. La apuesta de la televisión pública por la ficción es importante y el nivel de producción de series de la TVG es del orden de cinco o seis al año. Tenemos un star system actoral y técnico indiscutible, con Luis Tosar, Javier Gutiérrez, Dani de la Torre... Y las productoras (Portocabo, Bambú, Vaca Films) hacen un nivel de cine y series alto en el panorama nacional. El ecosistema gallego no es cosa de ahora.

¿De la pandemia, que cambió hábitos de consumo, salió incluso reforzado el audiovisual?

La pujanza que teníamos antes de la pandemia vuelve. El contenido audiovisual se sigue demandando y se prevén crecimientos de casi el 10% de producción en los próximos diez años, si nada lo tuerce.

¿Galicia es también potencia en formación de profesionales?

Las escuelas de formación profesional son muy potentes, como Imaxe e Son en Someso o Fundación TIC en Lugo, o las universidades a través de las facultades de comunicación audiovisual. Es muy importante además que el sector vaya incorporando a los profesionales. La formación de grandes profesionales es una asignatura que da una fuerte consistencia al sector.

¿Es un empleo consolidado en la tierra?

En Galicia hay 4.500 personas que trabajan en el audiovisual, en la propia tierra; gallegos trabajando fuera hay muchísimos. Y empresas gallegas de servicios audiovisuales que proveen sonido, grúas, equipamientos... están trabajando en las principales series de España, con técnicos de primera línea.

¿El público cambia y demanda nuevos contenidos, otros géneros?

No tengo el dato. La población consume más audiovisual que nunca y en cualquier formato, como la población joven que ve webseries o los contenidos audiovisuales que producen los youtubers. Hay distintos tramos de edad y distintos segmentos de consumo y están creciendo. La única crisis es el cierre de salas de cine, que tiene que ver con la pérdida de hábitos que provocó la pandemia.

Los nuevos hábitos han cerrado los Yelmo de Los Rosales después de 26 años de cine. ¿Cómo lo ha encajado el sector?

Es durísimo. El cierre de cualquier cine es una tragedia para el sector, además del componente emotivo. Los Yelmo fueron las primeras salas modernas de la ciudad. Los cines son dinamizadores del entorno, no solo de los centros comerciales en los que están, sino de la zona de la ciudad. Es una pérdida de espacio compartido con la gente, del valor cercano. El modelo de negocio de los cines en la actualidad, con la digitalización, ha hecho perder muchas de las cosas que tenía el cine de barrio, o la duración de las películas en la cartelera, o la explotación comercial de los productos. Se mantendrá el cine de autor, hay festivales, y las plataformas darán cabida a un cine muy homogéneo.

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