Dos de las ruinas que prevé subastar el Concello ya se incluían en el plan de expropiación de 2003

Los edificios se encuentran en la calle Orzán y en San Andrés | Hace 20 años, el Ayuntamiento puso el foco sobre 111 solares e inmuebles en mal estado, después anunció la expropiación de 13, de los que solo seis están reformados

El 140 de San Andrés

El 140 de San Andrés / VICTOR ECHAVE

Ana Carro / J. M. Gutiérrez

El Concello informó el pasado mes que prevé sacar a subasta de manera forzosa ocho edificios y solares en estado de ruina en la ciudad para garantizar su rehabilitación. Un camino diferente al que el exalcalde Francisco Vázquez eligió tras las elecciones municipales de 2003, asegurando que el Ayuntamiento expropiaría 111 solares y viviendas en mal estado de Pescadería y Ciudad Vieja. Además, dijo que en ellos se construirían pisos de protección oficial. Un plan fallido. No fue hasta 2006, con Javier Losada en María Pita, cuando se avanzó la expropiación de 13 edificios ruinosos, de la que nunca se informó. Dos de ellos coinciden con los que ahora se van a subastar: el 202 de la calle Orzán y 140 de San Andrés.

De aquel plan de hace 20 años que se quedó sobre el papel, menos de la mitad de los trece inmuebles que eran objetivo municipal —el Ayuntamiento dijo que había ejecutado la expropiación de tres, sin concretar cuáles— presentan hoy un aspecto diferente. El resto, o no están habitados o siguen en ruina. El número 151 de la calle Orzán fue rehabilitado y tiene inquilinos. También se construyó un edificio en los números 40 y 44 de Varela Silvari. Se reformó el número 1 de la calle Sol y se levantaron nuevas viviendas en los números 31 y 33 de Santa Catalina. En San Andrés, en el número 13, se derribó el esqueleto pero el solar continúa vacío. Igual que el 127 del Orzán y el 46 de Varela Silvari. Sigue el ruinas el 9 de la Estrecha de San Andrés y en mal estado el 101 del Orzán.

Los otros dos inmuebles que formaban parte del plan de expropiación de 2003 eran el 202 de la calle Orzán y el 140 de San Andrés, dos ruinas que constatan el fracaso de aquel anuncio municipal, ya que ambos forman parte del nuevo listado municipal que el Concello prevé sacar a subasta forzosa ya que los propietarios no han atendido a los requerimientos municipales para su rehabilitación. Se pondrán a la venta con la condición de que los nuevos dueños acometan las obras de reforma. Si nadie puja, el Ayuntamiento podrá quedarse con la propiedad por el 75% de su valor.

En dos décadas, casi nada ha cambiado. Primero fue Vázquez el que puso el foco sobre 111 solares y viviendas: 52 eran terrenos sin edificar, 16 edificios en ruinas y 42 construcciones que aún sin estar declaradas en ruinas presentaban serias deficiencias. Tres años después, en 2006, el Ayuntamiento aprobaba la Ordenanza de Conservación y Rehabilitación de Edificios. La normativa incluía un registro de solares y regulaba la capacidad expropiatoria del Concello, de la que no se echó mano. El objetivo era actuar antes de que los edificios se viniesen abajo y, en caso de que se pudiese, salvar sus fachadas. Pero aunque el Ayuntamiento dijo en su día que había expropiado tres de esos inmuebles, todo quedó al margen. La Administración local desatendió este asunto, por lo que solares abandonados e inmuebles en ruinas siguieron formando parte del paisaje de la ciudad.

El actual Gobierno local ha retomado el plan para arreglar estas caries de Pescadería y Ciudad Vieja. En caso de que sean de propiedad municipal se podrán dedicar a albergar servicios municipales o a vivienda en alquiler. El primer inmueble en salir a subasta forzosa será el número 3 de la calle Damas, en la Ciudad Vieja, cuyo propietario ha recibido una docena de comunicaciones para que lo rehabilite desde 2014 y siete multas. El listado lo completan el número 104 de San Andrés, el 8 de Santa Lucía, el 6 de Herrador, el 4 de Pastoriza y e 72 del Orzán. Los otros dos son el 202 de la calle Orzán y el 140 de San Andrés, los dos inmuebles que ya estaban en el radar municipal hace 20 años y que siguen en idéntica situación que entonces. El Concello, que denomina estas subastas como Plan Municipal para la Recuperación de Ruinas, prevé utilizar el mismo mecanismo en otros edificios con estas características.

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La moción de Marea Atlántica debatida en el pleno de ayer que proponía una moratoria de un año en la autorización de nuevas viviendas de uso turístico y una regulación municipal sobre las mismas a través del plan general recibió ayer el apoyo del Gobierno local, a pesar de que el concejal de Urbanismo, Francisco Díaz Gallego, advirtió de que el Concello no concede autorizaciones para la apertura de esas viviendas. “¿Cuántas viviendas turísticas más tiene que haber para que el Gobierno local haga algo?”, preguntó el concejal de Marea Iago Martínez, quien le acusó de “dar palos de ciego” en esta materia y de incumplir el acuerdo sobre políticas de vivienda alcanzado hace catorce meses con su grupo, que estaba dotado con nueve millones. Marea rechazó además la enmienda que habían presentado los socialistas a su moción al entender que “se les acabó el crédito de la credibilidad en este mandato”. Díaz rechazó la relación entre las viviendas turísticas y la subida de los alquileres y puso como ejemplo el caso de Barcelona, donde se limitan y las rentas crecen de modo constante. La moción fue apoyada por el BNG y la no adscrita Susana Soneira, mientras que PP, que acusó a Marea de culpar a los pisos turísticos del problema de la vivienda en la ciudad, y Mónica Martínez votaron en contra.

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