Otro contenedor en A Coruña: el rescate del plástico obliga a instalarlo

Las normas para reciclar botellas de un solo uso y reutilizar envases para alimentos fuerzan un cambio del modelo coruñés

Zona de clasificación de residuos de la planta de basuras de Nostián.

Zona de clasificación de residuos de la planta de basuras de Nostián. / La Opinión

“No renunciamos al modelo de Nostián porque nos dé la gana”, se justificó la concejala de Medio Ambiente, Esther Fontán, durante el pleno del jueves sobre el cambio que obliga a efectuar la Unión Europea en el sistema de gestión de los residuos de A Coruña. La novedad que podrá apreciar la ciudadanía es la instalación de un nuevo contenedor en las calles destinado a recoger en exclusiva envases ligeros (botellas y otros recipientes de plástico, briks y latas), lo que obligará también a que estos desechos se separen previamente en los domicilios.

A Coruña, al igual que el resto de localidades españolas que cuentan con el modelo de separación de residuos orgánico-inorgánico, defendió su pervivencia con el argumento de que es más eficiente que el que pretende implantarse. Una comunicación de la Subdirección General de Economía Circular del Ministerio de Transición Ecológica del pasado julio ya advirtió a los ayuntamientos afectados que no cabía la posibilidad de hacer una excepción con ellos, aunque estos enviaron más documentación sobre sus plantas, por lo que ese departamento acaba de remitir un nuevo escrito en el que ratifica que no habrá de posibilidad de mantener ese sistema de separación de residuos.

El ministerio reconoce que el modelo que siguen A Coruña y otros municipios, entre ellos el de Córdoba, “permite capturar una mayor cantidad de residuos de envases que otros modelos de recogida”, pero que la recuperación en el proceso de selección que se hace en las plantas “sería menos eficiente”. Para ello se menciona que las plantas del sistema orgánico-inorgánico solo rescatan el 18% de los residuos, mientras que las que reciben los envases ligeros ya separados alcanzan el 60%. Estos datos son relevantes para el cumplimiento de las nuevas exigencias establecidas por la Unión Europea para el reciclaje. Una de ellas es que en 2025 debe recuperarse en España el 77% del peso de las botellas de plástico de un solo uso y que en 2029 ese porcentaje debe subir hasta el 90%. Para que esos residuos se consideren válidos deben haber sido recogidos por separado o solo con otros de plástico, metal, papel o vidrio, cuando en los sistemas como el de A Coruña esas botellas se mezclan en el contenedor amarillo con toda clase de basura inorgánica, lo que haría que la ciudad incumpliera el porcentaje de recuperación exigido. Así lo señala el ministerio, que advierte además de que “no sería posible garantizar la ausencia de residuos que puedan contener sustancias peligrosas”.

Otro de los requisitos de la UE afecta al reciclaje de plástico para que sea usado como envases de alimentos, para lo que exige que sea “recogido para su reciclado por separado respecto a cualquier otro residuo”. Esto lleva a Transición Ecológica a determinar que un sistema como el de la planta de Nostián “no permitiría que los residuos de plástico recogidos en la fracción seca [el contenedor amarillo] se destinaran a reciclado para la producción de materiales y objetos de plástico destinados a entrar en contacto con alimentos”.

El ministerio concluye así que la información aportada por ayuntamientos como el coruñés “no permite justificar” que el modelo de recogida actual no afecta a la capacidad de reciclaje de los residuos inorgánicos, que sea más eficiente, imposible técnicamente o que tenga un coste económico desproporcionado, por lo que le obliga a implantar un contenedor solo para los envases ligeros.

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