Como en los grandes premios de reconocimiento profesional, los artistas que pueden aspirar a ganarlos deben recorrer un difícil camino de selección que separa la representación de su arte de la consecución del trofeo. Inés Vieites Veiras ya lo ha intentado una vez, pero se quedó en mitad del trayecto. Ahora tiene una segunda oportunidad. Esta bailarina coruñesa de la compañía Nova Galega de Danza es de momento candidata a ganar el Premio Max de las Artes Escénicas en la categoría de interpretación femenina por su trabajo en la obra Credo. Otras 20 aspirantes luchan por una plaza entre las tres finalistas y, después, por el premio. Vieites también fue candidata con otra obra de la compañía, Leira, en 2021, pero no fue elegida; tuvo el consuelo de que su compañero Iván Villar sí fue finalista y ganador como mejor intérprete masculino de danza.
Credo tiene cuatro candidaturas previas a la nominación: mejor espectáculo, diseño de iluminación y dos intérpretes (Ricardo Fernández e Inés Vieites). Otra coruñesa, Tanit Coba, figura en la lista de interpretación femenina por Caos meditativo. Credo fue un “reto” para sus bailarines, resume Vieites. “Los que participamos venimos de campos muy distintos: baile de salón, hip hop, clásico, contemporáneo… el trabajo de producción y de ensayos fue intenso, y salimos reforzados como intérpretes. Necesitó mucha concentración al actuar, de principio a fin, no fue como cuando te dejas llevar por la música y te encuentras”, explica.
“La danza es mi vida, como lo son otras cosas, pero me llena enormemente”. Vieites, a los 31 años, en una etapa de “estabilidad”, puede decir que lleva “toda la vida” bailando. Porque empezó con 4 años “en el mundo tradicional”, en Cántigas da Terra. Continuó en academia privada y pasó al Conservatorio de A Coruña hasta acabar estudios y hacer el ciclo superior en Madrid, de la mano de María Rovira e Iker Gómez. Su regreso a la ciudad fue también su entrada en Nova Galega de Danza, donde atrajo la atención de Jaime Pablo Díaz, su director. “Los había visto bailar y disfrutar tanto, que dije que yo también quería sentir eso. Me llamaron y no lo dudé”.
La coruñesa se formó siempre en danza clásica, que combinó con contemporánea, y en Nova intensificó danza tradicional. “Las producciones son muy distintas, Credo es más que contemporáneo, con puntos más sueltos y relajados, que destaca por la fisicalidad, no paramos. Creo que eso impresiona al público. Hemos tenido pocos bolos, ojalá, ahora con los Max, podamos mover la obra más”, cuenta Inés Vieites. Es también profesora de danza clásica en el Conservatorio coruñés, tras empezar docencia en As Pontes. “Como bailarina, al menos en Galicia, estás obligada a hacer algo más siempre, sino ¿qué haces cuando no bailas?”. De momento sigue bailando, ahora con el sueño de un premio Max.