Panaderas activa su regeneración

Una de las zonas del casco histórico coruñés que concentra un mayor número de edificios en mal estado da los primeros pasos hacia su regeneración, ya que los propietarios de seis inmuebles tienen en marcha proyectos para su rehabilitación o la construcción en lo que hoy son solo solares. Estas actuaciones afectan a las calles Panaderas y Estrecha de San Andrés y se encuentran en diferentes situaciones en función de los trámites efectuados y las características de los proyectos elaborados.

La comisión asesora del Plan Especial del Plan Especial de protección y Reforma Interior (Pepri) del casco histórico, que aconseja al Concello sobre los proyectos urbanísticos presentados en esta parte de la ciudad, dio el visto bueno al derribo parcial y la posterior rehabilitación de los edificios que ocupan los números 9 y 11 de Estrecha de San Andrés, uno de los boquetes más históricos de la vía, casi en el cruce con la Barrera donde se pretenden construir seis viviendas y un local comercial. El primero es el esqueleto de un edificio que nunca llegó a completarse, mientras que el segundo es un solar, ya que solo se conserva un fragmento de la fachada y una medianera.

En noviembre de 2020, el Tribunal Superior confirmó que el propietario del número 9 debe demoler la estructura existente porque tiene más plantas de las permitidas, la planta baja no llega a los 2,80 metros de altura y la cubierta sobresale del plano inclinado del faldón. Este mismo edificio fue uno de los que anunció en 2003 el entonces alcalde, Francisco Vázquez, que se expropiarían para construir viviendas de precio tasado. La operación llegó a iniciarse finalmente en diciembre de 2006 pero nunca se finalizó.

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El inmueble número 13 es otro de los proyectos de la zona, ya que en agosto el Concello le concedió licencia para su reconstrucción y ampliación, aunque por el momento las obras no se han iniciado. Al igual que en el anterior caso, se trata de un solar, puesto que tan solo permanece la medianera que divide esta parcela de la contigua.

También recibió el permiso municipal para acometer obras el propietario de los números 14 y 16 de Panaderas, en este caso en septiembre y después de que la comisión del Pepri informara favorablemente el proyecto para la unión funcional de los edificios, su rehabilitación y ampliación. Se trata de dos inmuebles que estaban en ruinas desde hace décadas y en los que se conservará la antigua galería de la fachada, como reclama la normativa urbanística.

Otro proyecto en la misma calle, el del número 37, en el que se pretendía rehabilitar el exterior y reformar una de las viviendas, recibió un informe negativo de los asesores del Concello, que consideraron que la propuesta de fachada no se ajusta a las exigencias urbanísticas, de forma que deberá modificar su diseño.

El edificio número 53 (antiguo Feudo) se encuentra en buen estado, pero sus propietarios solicitaron pintar la fachada y recuperar los elementos originales de las carpinterías, para lo que la comisión del Pepri da su visto bueno, aunque con la advertencia de que la piedra debe ser limpiada simplemente y de que el rótulo del bajo comercial tiene que ajustarse a la normativa.

Para el edificio contiguo, el número 55, se presentó un proyecto de rehabilitación y ampliación, aunque en este caso fue informado de modo desfavorable. Los asesores   municipales reclamaron a los promotores la recuperación del cerramiento original que tenía el edificio construido en 1912 —hoy en estado ruinoso— bajo la dirección del prestigioso arquitecto Juan de Ciórraga, así como que las carpinterías exteriores sean de madera, que la cubierta se adapte a la normativa y que los cristales de la galería sean simples.

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