Una constructora cede una obra municipal a otra por la escasez de personal y materiales

Falta de personal en el mercado laboral con capacitación para trabajar en el sector de la construcción y escasez de medios materiales para afrontar el proyecto de reurbanización de la avenida Fernández Latorre entre Ramón y Cajal y Cuatro Caminos. Esas son las razones esgrimidas por la constructora Vázquez y Reino para solicitar al Concello la cesión del contrato de esas obras a otra empresa, Construcciones López Cao, propuesta que fue aprobada ayer por la Junta de Gobierno Local.

Vázquez y Reino argumentó además que tiene adjudicadas otras obras que promueve el Concello en este momento y que los problemas que expuso para justificar esta solicitud “podrían poner en peligro el cumplimiento de los plazos previstos” para ejecutar los trabajos.

Los de la avenida Fernández Latorre, que tienen un presupuesto de 724.000 euros, están fijados en siete meses y le fueron adjudicados el pasado 3 de agosto. De acuerdo con la petición, el 31 de diciembre se habían acometido el 34% de las actuaciones programadas, por lo que se cumple la exigencia legal del 20% que establece la legislación para autorizar la cesión de un contrato.

Sindicatos y empresas advierten de la falta de personal cualificado en la construcción

Construcciones López Cao había aportado ya una declaración de conformidad con la cesión del contrato planteada por Vázquez y Reino, así como los documentos que acreditan su capacidad y solvencia para hacerse cargo del proyecto. Vázquez y Reino ejecuta en la actualidad también la reurbanización de la segunda fase de la calle Ramón Cabanillas, que le fue adjudicada en septiembre y cuyo plazo de ejecución es de siete meses.

La decisión adoptada por esta constructora tiene mayor relevancia por el hecho de que su máximo responsable es Diego Vázquez Reino, presidente de la Asociación provincial de Empresas de la Construcción de A Coruña y de la Federación Gallega de la Construcción, quien ha alertado en repetidas ocasiones del problema que supone la carestía de personal cualificado en esta actividad, que en el pasado servía de refugio a trabajadores con falta de formación para emplearse en otros sectores.

La patronal estima necesaria la contratación de 3.500 personas para cubrir la demanda y considera de difícil cobertura los puestos para albañiles, electricistas, soldadores y carretilleros. Sobre la falta de medios materiales, la construcción sufrió de forma aguda este problema hace ahora un año con el inicio de la guerra de Ucrania, lo que ralentizó el ritmo de muchas obras, aunque la situación mejoró con el paso de los meses.

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