La aplicada alumna María Casares: 10 y 9 en el Colegio Francés

“Al que ha perdido un ojo le llamamos tuerto”. Así empezaba un ejercicio de vocabulario escrito por María Casares el sábado 18 de octubre de 1930; la nota, un 10. “Las hojas son expansiones ordinariamente planas y verdes que nacen del tallo y de sus ramificaciones”. Es el arranque de otro ejercicio escrito, “Lección de cosas”, con fecha de lunes 13 de abril de 1931 (un día antes de la proclamación de la II República Española); un 9 de nota. Estos y otros textos aparecen en un cuaderno escolar de 24 páginas que la niña que después fue célebre actriz escribió en el Colegio Francés cuando vivía en A Coruña. La tinta, más de 90 años después, se conserva viva y clara, y la escritura es curvada y estilizada, con ondulaciones en las mayúsculas. Desde ahora se puede ver este cuaderno en la casa-museo Casares Quiroga, a la que lo ha donado el Ateneo Republicano junto al pasaporte del matrimonio Casares.

Decía ayer Juan Luis Pérez Alvajar, presidente del Ateneo, que “por lo bajo” le han contado que ambos objetos podrían haber tenido un valor de unos 4.000 euros en una subasta especializada en París. Pero en vez de llevarlos a una puja a otro país —incluso al que inmortalizó a Casares como artista—, lo que ha hecho el Ateneo es entregarlos a la ciudad. “Son dos preciosos tesoros que con tanto mimo hemos custodiado y cuyo destino natural ahora no podía ser otro que el museo en honor de la familia Casares Quiroga en la ciudad de María, donde tienen más relieve”, explicó Alvajar, agradecido a la dirección “incuestionable” de la casa-museo y a la Concejalía de Educación por “la gestión de orfebrería que hace de la memoria histórica”.

La sobrina de María Casares, Esther, donó primero el cuaderno y el pasaporte al Ateneo hace unos quince años. “Lamentablemente no hay más objetos”, apuntó Alvajar. Ahora se pueden ver en una vitrina de la tercera planta del museo de la calle Panaderas. “Por causas afectivas, ideológicas y de memoria histórica son unos objetos valiosísimos”, comentó Beatriz Doldán, directora de la casa-museo.

El cuaderno se revela hoy como una muestra de la disciplina con que María Casares realizaba sus tareas escolares cuando tenía 8 y 9 años. La mayor parte de los ejercicios de la asignatura de español (dictados, “historia de España”, “lección de cosas”, vocabulario, “urbanidad”) merecen nota de 8,5, 9 o 10 por parte de los maestros del Collège Français de La Corogne. Las hojas se conservan en muy buen estado y el paso del tiempo no ha desgastado la tinta.

El pasaporte familiar, de 32 páginas, fue expedido el 18 de abril de 1922 en A Coruña. Contiene las fotografías y firmas de los padres de María Casares, Santiago Casares Quiroga y Gloria Pérez Corrales, con sus datos personales, huellas dactilares y visados.

“Esta donación del Ateneo es entrañable para todos los coruñeses y está en el mejor sitio, la casa natal de María Casares. Se ha hecho un trabajo prudente y callado que al final tienes sus compensaciones”, destacó el edil de Memoria Histórica, Jesús Celemín.

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