La promotora liga la viabilidad de As Percebeiras a mantener el número de pisos previstos

En 2018 pactó con el Concello una reducción del 8% de la construcción que permite el plan general, hasta unos 55.200 metros, y mantuvo la cifra durante dos cambios de proyecto | La asociación de vecinos pide bajarla

Propuesta actual para construir en As Percebeiras, con los nuevos edificios con cubierta verde. |   // La Opinión

Propuesta actual para construir en As Percebeiras, con los nuevos edificios con cubierta verde. | // La Opinión / Enrique Carballo

La normativa urbanística municipal permite construir hasta 60.000 metros comerciales de viviendas y locales comerciales en la finca de As Percebeiras, en Labañou. La promotora mayoritaria, Metrovacesa, señala que ya se pactó en 2018 un descenso del 8% con el Concello, lo que lo dejaría en unos 55.200 metros. Esta cifra, que lleva el nombre técnico de edificabilidad, ha sido criticada por la asociación de vecinos del barrio, Francisco Rodríguez Otero, que la considera “muy elevada para los tiempos actuales”. La empresa, que desde 2018 ha presentado tres propuestas diferentes para construir, descarta más rebajas “para que sea viable” el desarrollo del polígono, y considera que su propuesta actual es la que debe aprobar el Concello.

Para llegar a construir el pleno municipal tiene que aprobar una modificación urbanística que todavía no ha tenido el visto bueno inicial y que, en la última versión, plantea nueve edificios. Siete de ellos tendrán ocho alturas, esto es, bajo, siete pisos y un ático con retranqueo. Otro, el más próximo al paseo marítimo y que está situado frente a casas ya construidas, sumará cuatro (este diario publicó erróneamente que eran ocho, en base a información de la empresa). El último, el más próximo a la avenida de Labañou, llega puntualmente hasta las nueve alturas, frente a las veinte de la propuesta presentada por Metrovacesa el año pasado o las catorce de 2018, cuando se proponían doce edificios.

De la superficie construida, unos 9.300 metros irían para locales comerciales, lo que deja algo menos de 46.000 para viviendas. La empresa calcula que habrá unos 400 pisos, y según destaca Mariú Rodríguez González, gerente de suelo de Metrovacesa, la superficie a construir ya se redujo en relación a lo permitido para conseguir una “mayor calidad” en el proyecto y “espacios más amables para la ciudad”.

Pero, argumenta, la edificabilidad debe encontrar un “equilibrio con los gastos que va a tener el suelo para urbanizarse”, y, en el caso de As Percebeiras, se buscan “unos estándares medioambientales y urbanos referentes en la ciudad”. Es decir, si se rebajase más la edificabilidad, el proyecto no sería rentable por los gastos asociados. Metrovacesa ha desarrollado un proceso participativo para recabar las opiniones de vecinos y asociaciones, y, afirma Rodríguez, “la edificabilidad no ha sido uno de los temas más polémicos” en los encuentros.

La presidenta de la asociación vecinal Francisco Otero, Felisa Pérez, indica que entre los vecinos hay voces “a favor y en contra”, pues aunque se reconoce que se han bajado las alturas y algunos creen que el proyecto actual es “el mejor de todos”, otros consideran que perjudicará a las vistas de sus casas. El secretario de la agrupación, Pablo Lira, argumenta que habría que reducir o eliminar la construcción potencial de una parcela que se encuentra en “un sitio privilegiado, sensible, en primera línea de mar”. El proyecto también ha encontrado la oposición de Marea y el BNG.

Sin plazo de aprobación

Una versión anterior del proyecto pasó ya la aprobación medioambiental de la Xunta, y Metrovacesa considera que no hay que repetir el proceso por los últimos cambios, por lo que, para ellos, ahora solo falta que el Concello dé la aprobación inicial al proyecto. Los plazos, según señala Rodríguez, están “muy sobrepasados” con respecto a lo que marca la ley, pero desde el Ayuntamiento no se les ha dado una fecha para dar el siguiente paso.

El arquitecto responsable de diseñar el proyecto, Ignacio Pedrosa, señala que espera que no haya más cambios significativos en la propuesta. “Llevamos cuatro años trabajando en esto, con un montón de propuestas, alternativas, estudios”, explica, por lo que ha recibido una “intensidad de trabajo y detalle muy superior” a los habituales en las propuestas de este tipo.

También afirma que Metrovacesa ha tenido que atender a una “exigencia muy alta por parte del Ayuntamiento” y que se han ido incorporando al proyecto “un montón de consensos que se han ido consiguiendo con la administración y la ciudadanía” hasta llegar a un documento que considera “sobresaliente”. Por esto, espera que la versión actual de la modificación urbanística (para la que empezaron a presentarse versiones ya en 2002, mucho antes de que Metrovacesa entrase en el proyecto) “pueda llevarse a una aprobación inicial”.

Esta la puede conceder el Gobierno local sin necesidad del apoyo de la oposición, pero para la aprobación definitiva (que vendrá después de un plazo de alegaciones e informes) deberá pasar por el pleno, y, por tanto, ser objeto de debate y de votación por los grupos municipales.

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