Entrevista | Ricardo Moya Músico y comunicador, presenta su libro-disco ‘Carne en pijama’ este sábado en La Disfrutona del Orzán
“Me cuesta horrores escribir canciones de amor”
“Yo quería separar las canciones cómicas de las que no lo eran y Albert Pla me dijo ‘¿por qué?, si eres tú en las dos’ y me quitó los pájaros de la cabeza”

Ricardo Moya. / VELASCO & HU
Ricardo Moya es el creador de El sentido de la birra, ese podcast de charlas que suma 194.000 suscriptores en Youtube y 25.611 en Podimo. Pero también es músico y acaba de sacar su primer libro-disco Carne en pijama. Lo presenta este sábado (22.00 horas) en La Disfrutona del Orzán.
Siempre habla de la vida de otros y ahora muestra la suya.
Pues sí. Había gente que me decía “oye, para cuándo una entrevista a ti mismo” y eso me horrorizaba, no me veo capaz. Así que dije “una autobiografía se parece bastante a una autoentrevista”. Qué mejor momento que cuando sacas un disco, que la gente no te conoce para nada como músico. Es un buen momento para explicar lo que has estado haciendo durante toda tu vida hasta este momento.
Le conocen, sobre todo, por su podcast, El sentido de la birra. ¿Escucha mucho la frase: “ah, pero eres músico”?
Tal cual. Es eso. Y me preguntan si voy a dejar lo de las entrevistas. Pero no, yo siempre he hecho música y, aparte, las entrevistas. Una persona me dijo que antes de escuchar mi disco había pensando que era la típica mocatriz, un youtuber que sacaba un disco. Pero cuando lo escuchó me comentó “eres músico y se nota y hay un calidad sonora, una composición...”. Pues claro, llevo diez años persiguiendo este disco.
O sea, que desarrolló antes la faceta de músico que la de comunicador.
Totalmente, música hago desde los 12 años, más o menos. Y hacer entrevistas no se me había ocurrido jamás en la vida hasta una semana antes de empezar a hacerlo.
Por El sentido de la birra han pasado músicos como Pablo López, Nacho Vegas o Camela. En esas conversaciones ya demuestra su pasión musical.
Claro. Cuando han venido músicos, ellos mismos me han comentado que da gusto que les entreviste alguien que sabe de música, que entiende del mundillo y que se ha movido por ahí. Las preguntas son diferentes, hablamos mucho de oficio, de procesos... En las últimas entrevistas con músicos también les he comentado que estaba grabando un disco y les pregunté si me recomendaban algo. Esa camaradería entre compañeros de oficio. Mucha gente me decía “hablas de que eres músico, pero la música dónde está”. Pues aquí está.
¿Ha sacado buenos consejos?
Un montón. Desde la decisión que hemos tomado con la productora, Malencia, de crear el sello y autoproducirnos. Eso ha sido a base de hablar con mucha gente, tomamos la decisión de autoproducirnos. Hasta conversaciones sobre cómo mover la música o todo el tema de management. Y luego fuera de cámaras, mucha gente te tira algún capote o alguna idea. Yo quería separar las canciones y hacer un proyecto para las canciones cómicas y otro para las que no lo eran. Ahí llegó Albert Pla y me dijo “¿por qué?, si eres tú en las dos”. Él me quitó esos pájaros de la cabeza.
Manda un mensaje con el título del libro-disco. ¿No somos más que Carne en pijama?
Sí, me gusta reducirnos a esto, sobre todo a mí mismo, cuando estamos hablando de lo que somos descontextualizados. Una vez que nos sacamos de nuestro entorno y esa realidad que nos hemos inventado todos y la asumimos como algo ineludible, al final lo que eres es un trozo de carne que ha llegado a sofisticarse y a ponerse ropita cómoda para dormir. Fuera de eso, no hay mucho más.
Ha unido esas reflexiones con canciones más cómicas e incluso algunas que muestran su lado más oscuro. ¿Sobre qué prefiere escribir?
Para mí, depende del momento en el que estés, pero hay veces que ha sido la coña en sí la que me ha hecho ponerme a hacer una melodía para eso. Pero en otras canciones, primero llegó al melodía y luego las frases más oscuras e introspectivas y les he dado camino para que puedan existir. Es un poco ambivalente.
Habla hasta de encontrar aparcamiento. En la música, ¿ya no todo es amor y desamor?
Para mí nunca lo ha sido. Me cuesta horrores escribir canciones de amor porque creo que el concepto del amor romántico nunca ha hecho mella en mí. Veo las relaciones personales de otra manera, más allá de la posesión romántica. No me han salido muchas canciones de amor y desamor, aunque alguna hay en el disco, como Amor para la plebe, pero es una autoparodia sobre lo patéticos que somos cuando esperamos que alguien nos llame y no pasa. Lo he hablado con algunos artistas, les he contado que no me salen las canciones de amor, y uno me decía “¿pero de qué escribes?”. Pues de otras cosas, de aparcar. A veces noto que cuanto más concreto es el sentimiento que alguien vuelca en una canción, más universal se vuelve. Esto ya lo decía Shakespeare, las historias y las motivaciones no son muchas. Todos nos movemos por impulsos bastante parecidos.
¿Siempre lo ideó como un libro-disco?
Primero era un disco y en el proceso de ir creándolo apareció Espasa. Nos propuso hacer algo que tuviera que ver con el programa o conmigo y al final llegamos a la conclusión de que era una motivación para escribir algo sobre mí el explicar cómo se ha hecho este disco y cómo he llegado a ser músico. Encajó todo perfecto. Parece que es hecho adrede pero fue bastante fortuito.
Dice que es una mentira construida a base de verdades.
Tal cual, pero es la memoria al final. Esto es un registro de la memoria de una persona que seguramente poco tiene que ver con la realidad, excepto por puntos comunes como esto pasó en este lugar y aquí estaba, pero los detalles siempre se te borran. La memoria tiene eso, te acuerdas de detalles concretos y luego haces autocompletar. Me despido del libro diciendo que lo siento por no haber podido ser fidedigno a mi historia porque la memoria no funciona de esa manera. Lo que hay ahí es una aproximación.
Pero es su historia, nadie se la puede rebatir.
Eso seguro. Y si me la rebaten, diré “pues yo lo recuerdo así”.
Las ilustraciones del libro son obra de Ana Müshell. ¿Cómo llegó a trabajar con ella?
Yo seguía a Ana porque había visto su libro de Patti Smith. Cuando salió la idea de hacer un libro, ya la tenía a ella en mente. Tenía que ser ella sí o sí. La contacté por Instagram. Le moló la idea y me dijo que sí bastante rápido. Fue una alegría muy grande. Ha quedado, como objeto, algo muy bonito y ha sabido entender muy bien el tono de la historia.
Es, además, un formato diferente. Ahora que vivimos el auge de los vinilos, usted saca un libro con un código QR que da acceso a su música.
No quería que el objeto que representara al disco lo único que tuviera que aportar fueran unas imágenes, además de lo que ya puedes tener en internet. Quería algo por lo que valiese la pena gastarse 20 pavos. Qué mejor manera que en un disco de presentación presentar al artista que lo está haciendo y por qué.
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