“El que mató a su niño en Oza es hijo sano de una sociedad enferma”

“No quería caer en el amarillismo ni ser jueza: mi documental cuenta el crimen de forma austera, con reflexiones de expertos”

La cineasta asentada en A Coruña Manane Rodríguez, directora de ‘Onde máis doe’.   | // LA OPINIÓN

La cineasta asentada en A Coruña Manane Rodríguez, directora de ‘Onde máis doe’. | // LA OPINIÓN / Enrique Carballo

La cineasta uruguaya asentada en A Coruña Manane Rodríguez es directora del documental Onde máis doe, sobre el padre que fue condenado a prisión permanente revisable por asesinar con una pala en 2017 a su hijo coruñés de once años en Oza. Lo hizo para “causar el mayor sufrimiento psíquico a su exmujer”, según el Supremo. Rodríguez estará a las 20.00 horas de este jueves en el teatro Colón en un pase gratuito de su obra dentro de la Semana do Cinema Galego. Este martes el festival emite Código Emperador y el miércoles María Casares: a muller que viviu mil vidas.

¿Por qué hace el documental?

Una vez desayunaba en una cafetería coruñesa cuando pasó una mujer y me dijeron de ella: “Está amenazada, tiene que andar siempre acompañada”. Me contaron que el marido la amenazaba, era un acoso permanente... Al par de años sale la noticia y me doy cuenta de que es la madre del niño. Se me ocurrió hacer un documental sobre esta violencia extrema, la punta del iceberg de la violencia machista: matar a los hijos para castigar a la madre.

¿Qué enfoque quería?

Se trataba de hacerlo de una manera un poco diferente a los reportajes de televisión. Quería evitar un tratamiento amarillo, la cosa fácil. Entrevistan al vecino que dice: “Era tan riquiño, era una persona estupenda”... Y tampoco quería hacer un juicio poniéndome como la jueza. No fue fácil hacer el documental, porque no es un tema histórico... De hecho, estuve en el juicio. Tuvimos que rodarlo un año más tarde porque nos confinaron.

¿Cómo se estructura?

Hay una parte de narración, hecha con imágenes sin que nadie las cuente. No quería un documental ficcionado. Hay otra parte de reflexión, en la que hablan expertos, y otra poética, con una narración de Medea, de la madre que mata a sus hijos. Siempre se apela al amor en estos crímenes, y esto se desmonta.

¿Cuáles son los expertos y qué reflexiones realizan?

Hay un psicólogo forense del Imelga, una trabajadora social, dos feministas que han reflexionado sobre este tipo de violencia, que llaman vicaria. También una jueza de violencia de género que habla de las carencias en este tema, y un director xeral de la Xunta bajo cuya responsabilidad están los puntos donde se intercambian los hijos cuando hay problemas de violencia. Van pintando, con intervenciones breves, cuál era la situación. El hombre este se ajusta a lo que estas mujeres dijeron sin haber visto el juicio, y su personaje se cuenta sola cuando habla presentándose en el juicio.

La madre del niño dijo que era controlador, que la insultaba y fiscalizaba; la defensa argumentó que él tenía problemas mentales, esquizofrenia, brotes psicóticos...

Lo dice una de las expertas: es un hijo sano de una sociedad enferma. No era violento en el sentido de golpear, pero sí de controlar: estuvo, creo, cinco años con orden de alejamiento. Cuando terminó siguió acosándola y ella la volvió a pedir; esa vez el juez no se la dio. Él vio que ella no iba a volver nunca con él, y planifica la muerte, va al sitio... No hay nada de improvisado, esto habla de que no es un brote. Él mató al niño, fue lleno de sangre a un hotel... Fue una frialdad enorme, y luego dijo que había tenido un brote y que se había olvidado de todo. La forense explica que no tuvo brotes nunca. En términos coloquiales, no es una persona enteramente normal, es un tipo raro, pero esta violencia es la punta más alta de la violencia machista. Este hombre tiene un montón de cosas que le habilitan a hacer semejante barbaridad.

No sale la familia.

En este documental solo hablan las expertas y él. La familia, las víctimas, no hablan.

¿Cree pues que el caso es parte de una violencia estructural, cómo nos relacionamos como sociedad?

Es lo de siempre, es una sociedad patriarcal, y son hijos del patriarcado. Dicho esto, no todos los hombres son violentos, si no estaríamos todas muertas. Es una minoría, y otra minoría aún menor la que establece esta violencia vicaria contra los hijos para castigar a la madre. Pero ese es mi pensamiento, el documental es mucho más austero. Simplemente cuenta los hechos intentando que sea de una manera diferente.

¿Se limitó en algo?

Yo tuve imágenes en el ordenador de montaje, que conseguí, de las últimas horas del niño, cuando fue a un bar con le padre... Pero no las quise usar. No tengo por qué. El problema no es la víctima, que no tiene por qué salir; es el victimario. Sería morboso poner al chico.

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