El trámite ambiental paraliza desde hace más de un año el polígono Fariña Ferreño

Vecinos de O Castrillón reclamaron contra el proyecto de urbanización por su impacto uMarea critica su elevada edificabilidad

Terrenos del polígono de Fariña Ferreño, con la cubierta del instituto Monte das Moas en el centro de la imagen.

Terrenos del polígono de Fariña Ferreño, con la cubierta del instituto Monte das Moas en el centro de la imagen. / Víctor Echave

La tramitación urbanística del polígono residencial de Fariña Ferreño —situado entre la avenida de A Pasaxe, el parque de Eirís y las calles Curtis y José María Hernansáez— permanece bloqueada desde hace más de un año, ya que la Xunta aún no resolvió las alegaciones presentadas en enero de 2022 al informe ambiental del proyecto de urbanización por la asociación de vecinos de O Castrillón-Urbanización Soto y por Marea Atlántica. La administración autonómica debe recibir también los informes solicitados a otras entidades sobre esta actuación antes de emitir su dictamen definitivo sobre el proyecto.

La entidad vecinal mantuvo un encuentro recientemente con el concejal de Urbanismo, Francisco Dinís Díaz, quien le informó de que todavía no se han contestado las reclamaciones formuladas a esa iniciativa. El plan general autoriza la construcción en estos terrenos, con una superficie de 56.750 metros cuadrados y caracterizados por una fuerte pendiente que une el alto de O Castrillón con la avenida de A Pasaxe a la altura de Casablanca, un total de doce edificios con siete, ocho y nueve alturas.

Gran parte de las empresas que poseían estos terrenos se deshicieron de ellos y ahora son visibles en la zona carteles de sociedades dedicadas a la venta de suelo que anuncian que tienen parcelas disponibles. En 2018 se efectuó una subasta voluntaria de este polígono en la que se pidieron 1,67 millones de euros por el 70,8% de una parcela en la que se puede edificar un bloque con ocho plantas sobre 442,17 metros cuadrados, así como por el 7,44% de una parcela de la misma manzana. También se ofertó por 691.851 euros el 30% de una parcela también apta para un edificio con ocho alturas y 242.941 euros por 4.914 metros cuadrados de subsuelo para garajes y trasteros.

Las alegaciones de la asociación de vecinos alertaban de los “efectos significativos para el medio ambiente” que tendrá el proyecto de urbanización presentado por los promotores, por lo que reclamaban que la Xunta les exija una evaluación ambiental ordinaria en lugar de una simplificada y que el proyecto se reelabore por completo al entender que “los mayores efectos negativos” se producirán por esa misma iniciativa.

Para el colectivo de residentes, el documento “no tiene en cuenta la existencia de manantiales y pozos de agua” y no prevé que se conserven especies de árboles existentes en la zona. Su mayor preocupación son los muros de contención proyectados en la pendiente, a los que expresan su “oposición total” por estiman que impedirán desplazarse entre O Castrillón y el parque de Eirís. También rechazan el vial elevado previsto, ya que temen que haya caídas de vehículos.

Marea Atlántica centró sus alegaciones en la densidad edificatoria autorizada, que considera “elevada”, y destacó que pese a que el polígono se justifica por estar rodeado de zonas con un urbanismo consolidado, estos terrenos están libres y en ellos hay huertos urbanos. Para la formación, su diseño parte de las “previsiones erradas de crecimiento de la población” del plan general.

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