¿Qué mercado de A Coruña tiene todos sus puestos ocupados?

Una carnicería y una panadería y pastelería ocupan los dos últimos puestos vacíos del mercado de Elviña, que no estaba completo desde finales de los años setenta

Noelia González en su puesto recién abierto en el mercado de Elviña.   | // VÍCTOR ECHAVE

Noelia González en su puesto recién abierto en el mercado de Elviña. | // VÍCTOR ECHAVE / R. D. Rodríguez

El mercado municipal de Elviña, inaugurado a comienzos de los años setenta del siglo pasado, estuvo al completo por última vez a finales de aquella década. En los más de cuarenta años siguientes siempre hubo puestos sin ocupante, vacíos, en unas épocas más y en otras menos, asegura Leonardo Tomé, presidente de la asociación de vendedores del mercado. Ahora Elviña vuelve a estar lleno. Los dos últimos espacios comerciales que quedaban vacíos desde hace al menos tres años acaban de ser ocupados: una charcutería y una panadería y pastelería. Certifica Tomé, a quien sus 46 años de experiencia en la plaza de abastos han convertido en historia viva del sector, que su mercado es ahora “el único en Galicia de tamaño medio, de entre 50 y 100 puestos” al que no le faltan placeros. El próximo sábado 1 de abril lo celebrarán con música, talleres, regalos y sorpresas.

Dos chicas se hacen cargo de la charcutería Embutidos 923 en el puesto 42, aunque no empezarán a despachar hasta el próximo miércoles. Desde el pasado lunes ya vende sus productos en el puesto número 25 Noelia González, al frente de Panzallena, negocio especializado en pan y dulces artesanales. Con ellas (a las que hace un mes se les sumó una zapatería), el mercado de Elviña ocupa sus 56 establecimientos.

De la plaza Maestro Mateo a Elviña con parada intermedia en Alcampo. Este es el recorrido comercial de González, recién llegada al mercado y la más joven entre todos los comerciantes con 23 años. “En febrero vimos un puesto vacío, nos informamos en el Ayuntamiento, pedimos licencia y no tardamos en instalarnos”, repasa la nueva placera. Su pareja se ha quedado en Alcampo, a donde llegó en agosto pasado, y ella ofrece en Elviña pan de A Laracha y Vilaboa, empanadas de Guísamo y la empanada viajera que prepara Pablo Pizarro, y postres elaborados en hornos de la ciudad, Carral y de nuevo Vilaboa.

“En Alcampo tenemos muchos clientes, ahora en Elviña hay que intentar ganárselos. Aquí se está a gusto, el ambiente es más tranquilo, y los clientes y compañeros son muy majos”, admite Noelia González mientras coloca en sus mostradores tartas de piña y almendra, bicas, roscones, napolitanas, cruasanes, milhojas y una variedad apetitosa de barras de pan. En unos días, otras dos jóvenes abrirán su puesto para vender carne.

Las nuevas placeras han sido bien recibidas por Leonardo Tomé, satisfecho además porque los mercados van recuperando “dinamismo” en la ciudad, como en San Agustín, donde hace unos días el Concello adjudicó trece puestos exteriores: “Conviene dejarte ver, buscar hueco y salir en las redes sociales cada cierto tiempo para anunciar noticias o actividades. Ahí anunciamos la fiesta del día 1”.

Tomé, de 64 años y con 49 cotizados, está convencido de que aunque se jubile va a “seguir en Elviña siempre”. Empezó a trabajar en este mercado en 1978 como frutero y desde hace veinte es presidente de los placeros; con él como portavoz se llevó a cabo en 2006 la reforma de la plaza de abastos, de la que le gusta decir que tiene “los puestos más decorosos”. Su lema se resume en un término, “implicación”, la que desea que tengan los vendedores de los mercados, sin competencia ni rivalidad.

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