Las farmacias de A Coruña tienen dificultades para contratar nuevos graduados por el auge de la industria

Los titulados prefieren una salida en la industria farmacéutica, que tiene mejores condiciones económicas y una mayor proyección | Las boticas de los núcleos rurales, las más afectadas por esta situación

Farmacia en Riego de Agua, A Coruña.

Farmacia en Riego de Agua, A Coruña. / Carlos Pardellas

A las farmacias les está costando mucho encontrar farmacéuticos que se quieran unir a su plantilla. Los nuevos titulados optan por otras salidas laborales, como la industria farmacéutica o la investigación. Las mejores condiciones económicas y una mayor proyección laboral hacen desequilibrar la balanza. Los farmacéuticos ya no quieren despachar medicamentos detrás de un mostrador salvo si son los titulares de la farmacia. El problema, además, se agrava en los núcleos rurales. “Es bastante complicado encontrar a graduados para trabajar en farmacia”, sentencia Paula Briones desde su botica en el número 21 de la avenida de Arteixo, quien indica que en los últimos años también ha cambiado la figura de los propietarios de las farmacias: “Antes no estábamos al frente, pero hoy en día se trabaja mucho. El farmacéutico siempre está presente”.

Hay varios motivos detrás de la fuga de farmacéuticos: los salarios, los horarios, los retos laborales y hasta la ubicación de la farmacia. Los núcleos rurales son los que más están sufriendo. Lo explica el farmacéutico Daniel Álvarez Martínez de la Riva, que desde su botica de Santiago de Compostela comprueba las aspiraciones de los estudiantes que salen de la Facultad de Farmacia y hacen prácticas junto a él. “La farmacia te da calidad de vida, con un sueldo digno, pero ahí se queda. Los perfiles más ambiciosos buscan otro tipo de vía laboral”, analiza, y señala que “la industria y la distribución farmacéutica es más exigente a nivel laboral, hay retribución variable y más competitividad”; pero añade: “la proyección laboral es mayor, se puede llegar más lejos”.

Álvarez Martínez de la Riva cree que ahora “lo lógico es que [los titulados] vayan a la industria o a laboratorios”. La investigación es otra salida para muchos, sobre todo en el extranjero, pues en España “no hay muchos fondos” a pesar de que es “algo muy necesario”, apunta el farmacéutico. Briones asegura que “el funcionariado también tira mucho”, aunque la opción favorita es la de la industria. “Se paga más y los horarios son distintos, pero también es más exigente”, señala.

En el ámbito farmacéutico, para Daniel Álvarez, “el tema de la proximidad es fundamental”. “Se ve que las farmacias de núcleos grandes tienen menos dificultades para contratar profesionales, pero en el rural es peor”, explica. Briones reconoce que esto es “un problemón”. “Es lo más grave de todo. La farmacia es el motor de una localidad. Si se mantiene, la zona tendrá vida. Pero que no haya continuidad ni gente para trabajar en muy preocupante. Es como si un centro de salud se queda sin médicos”, resume.

Trabajar en farmacia sigue siendo la primera opción para aquellos que quieren comprarla. Pero no todos pueden. “No todo el mundo es capaz de hacer esa inversión”, advierte Daniel Álvarez, que indica que, ahora, “se crean asociaciones entre varios farmacéuticos para que el esfuerzo económico sea menor”.

La farmacética Paula Briones.

La farmacética Paula Briones. / Víctor Echave

“El problema es que es difícil dar con una persona que quiera trabajar en horario partido o en sábado”

La farmacéutica Paula Briones destaca que en una farmacia un recién graduado “cobra, por convenio, lo mismo que una persona que lleva muchos años trabajando” y esto, asegura, “ocurre en muy pocas carreras”. “No digo ni que esté bien ni mal, solo que es una suerte porque con ninguna experiencia tienes un buen sueldo”, añade. Sin embargo, es consciente de que no todos buscan ese camino. “El problema que más nos encontramos es que es difícil dar con una persona que quiera trabajar en horario partido o trabajar en sábado”, explica Briones, que reconoce que en la farmacia “se trabaja mucho”. Informa, además, de que en la industria farmacéutica o en los laboratorios “hay menos puestos de trabajo y mucho baile de personal”.

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