El plan general de 2013 preveía haber construido a estas alturas 37 kilómetros más de carril bici

La ampliación dependía de una red de vías verdes prevista para 2019 que no se llegó a concretar y con la que se superaría un 74% la red actual | Las asociaciones de ciclistas ven prioritario calmar el tráfico y convivir con el coche

Carril bici en la zona de San Amaro en 2001.   | // CARLOS PARDELLAS

Carril bici en la zona de San Amaro en 2001. | // CARLOS PARDELLAS / Enrique Carballo

El Plan General de Ordenación Municipal (PGOM), aprobado ya en 2013, se ponía como objetivo conseguir una “red de bicicleta” de 87,5 kilómetros, una meta que, pese a que ya se tendría que haber alcanzado, aún queda muy lejos. Los datos oficiales del Concello señalan que había algo menos de 48 kilómetros de carril bici y vías ciclables (contando tramos no exclusivos) a enero de 2022, aunque fuentes municipales señalan que actualmente son unos 50. Aún con este dato, habría que ampliar la red actual un 74% para llegar a lo que se planificó.

El descuadre se debe, sobre todo, a la congelación de construcción de sendas urbanas y corredores verdes. Esta debía ser una red de algo más de 118 kilómetros que, según la estrategia de actuación del plan, tendría que estar terminada en 2019, y que extendería una red de conexiones peatonales y ciclistas por toda la ciudad. Entre 2020 y este año, según las previsiones se reurbanizarían unas cuarenta vías para configurar una “malla verde” que conectase entre sí los corredores. La red ciclable, según la memoria del PGOM, aspiraba a dar cobertura “al 93% de la población” y asegurar “la accesibilidad del 89% de las futuras actuaciones, cuyo trazado se basa fundamentalmente en los elementos de la red verde”.

Obras para construir el carril de Pablo Picasso en 2017.  | // CASTELEIRO/R. A.

Obras para construir el carril de Pablo Picasso en 2017. | // CASTELEIRO/R. A. / Enrique Carballo

La ejecución completa de este plan no es prioritaria para el tesorero de la asociación coruñesa Mobi-Liza, que colabora con el Ayuntamiento para promover los desplazamientos en bicicleta. “La red de corredores verdes es similar a otras que se estaban ejecutando en ciudades como Vitoria, bastante interesante”, indica su tesorero, Francisco García, pero añade que algunas de las actuaciones previstas, como una vía por todo el litoral, “amplían el número de carriles pero no siempre es lo más útil a nivel de movilidad ciclista”.

Conseguir aumentar este, explica, pasa “no tanto por poner carriles, sino tener una red ciclista viaria por la que las bicis vayan con la seguridad que merecen” y porque los tramos estén integrados y no sean “inconexos”, algo por lo que cree que el actual Gobierno local está trabajando.

Para García, “hay zonas en la que es prácticamente imposible” crear carriles exclusivos y hay que limitar la velocidad del coche con “barreras físicas” como los pasos de cebra elevados, pero sí que serían necesarios espacios solo para bici en Juan Flórez y la ronda de Outeiro.

La alcaldesa y el edil de Urbanismo en el carril bici de La Habana.   | // L. O.

La alcaldesa y el edil de Urbanismo en el carril bici de La Habana. | // L. O. / Enrique Carballo

También menciona esas vías Roberto Rilo, presidente de la asociación ciclista Crunia, que afirma que “cuantos más carriles exclusivos, mejor”. Los compartidos, “como en la ronda de Outeiro”, son positivos, dice, pero en los que son solo para bicicletas “pueden ir niños y ancianos”. También señala otras deficiencias en la vía ciclista que va desde la zona del teatro Colón al puente de A Pasaxe. Esta tiene tramos que transcurren por las aceras, cuando las bicicletas “no pueden ir en ningún caso” por estas por el peligro que suponen para los viandantes.

Cerca del puente hay un espacio compartido con peatones y bicicletas que es “un auténtico caos”, y en la plaza de Ourense “adelantaron la parada de bus y junto a la Delegación del Gobierno una señora que bajaba fue atropellada por una bici”. Otros tramos construidos en el pasado mandato municipal, aunque le reconoce que “abrió la brecha de hacer más carriles”, adolecen de “deficiencias” como la estrechez. Según señala, el actual Gobierno local la “está tejiendo”, pero “aún pasará mucho tiempo” hasta tenerla.

Para Iván Montero, presidente del club ciclista Riazor, en A Coruña “no puedes restringir el carril solo para bicicletas, no hay espacio”, y, aunque la idea de ampliar la red “es muy bonita”, se pregunta “cómo lo llevas a cabo con el espacio que hay”. La prioridad, en su opinión, es “limitar la velocidad de los vehículos a motor” en las vías de la ciudad para reducir el riesgo de los atropellos, y también asegurar “conexiones con los núcleos urbanos más próximos”, como Oleiros y Arteixo.

El plan general de 2013 preveía haber construido a estas alturas 37 kilómetros más de carril bici

Carril bici en la zona de Elviña en 2011. / Carlos Pardellas

Red triplicada en una década

Pese a que la red de carriles bici queda todavía muy lejos de lo previsto en el PGOM, ha tenido un gran crecimiento en lo que va de siglo, y, sobre todo, en la última década. En enero de 2001 solo había construidos poco más de ocho kilómetros en el Paseo Marítimo, y en enero de 2013, el año que se aprobó el PGOM, la cantidad seguía por debajo de los 15 kilómetros, con la incorporación del carril periférico hasta el Millenium y un pequeño tramo en Eirís. La longitud se triplicó en diez años.

En enero de 2016, el primer año que Marea gobernó completamente, la red había subido hasta cerca de 17.800 metros, con incorporaciones de carriles para bicicletas hacia el campus de Elviña o Puga y Parga. El mandato de Marea acabó a mediados de 2019, y en enero de 2020 se había subido hasta los 31.784 metros. La mayor adición de esta época fue el carril metropolitano, de La Marina a A Pasaxe, con más de ocho kilómetros y medio.

Ya con el actual Gobierno local, las últimas estadísticas oficiales apuntan a una subida hasta los casi 48 kilómetros a inicios del año pasado, con múltiples actuaciones como Palavea, el carril por el que se puede circular en bici por Juan Flórez o la avenida de La Habana. Fuentes del Ayuntamiento defienden que se han abierto 24 kilómetros en este mandato y que “nadie hizo tantos en menos tiempo”. El último tramo en abrirse, a inicios de este mes, ha sido el que transcurre entre la glorieta de Elviña y la avenida Pablo Picasso.

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