Detenido en un narcopiso de San Diego por el apuñalamiento de un hombre en Os Castros

El presunto agresor admitió haber peleado con la víctima y dudó de si lo había acuchillado | Una discusión por unas papelinas originó la reyerta, según la pareja del supuesto autor

Vista del narcopiso en la calle Miramar. |   // VÍCTOR ECHAVE

Vista del narcopiso en la calle Miramar. | // VÍCTOR ECHAVE / Sara Vázquez

El sospechoso del apuñalamiento de un hombre en la madrugada de este jueves en el mirador de Os Castros fue detenido en el piso en el que presuntamente vendía estupefacientes. El agredido, al ser atendido en la calle, donde fue encontrado sobre las 6.15 tendido en el suelo y ensangrentado, y preguntado por lo ocurrido, afirmó: “Fue el que vende droga”, señalando hacia el polideportivo de San Diego. Agentes de la Policía Nacional se dirigieron entonces a un narcopiso conocido por los agentes y allí localizaron al presunto agresor, A. M. V. N., quien admitió haber tenido una pelea con la víctima, aseguró que esta le había atacado primero con un arma blanca y afirmó que se la quitó y que no sabía si él lo había apuñalado al devolver el ataque. El herido, que fue evacuado en ambulancia al Hospital Universitario, tenía heridas de arma blanca en el cuello y en la pierna izquierda. El agresor presentaba varias heridas en el rostro, el cuello y la mano derecha.

La disputa se inició, según relató la pareja del presunto agresor, cuando bajaron a una máquina de vending de la zona y la víctima les pidió papelinas y cogió a la mujer del brazo, ante lo cual su pareja intervino, el otro varón mostró el arma blanca y se inició la pelea. Tras la reyerta, la pareja huyó del lugar, relató la mujer. El taxista que dio la alerta de que había encontrado a un hombre en el suelo, en efecto, relató que había visto a dos hombres y una mujer discutiendo y reconoció al supuesto autor del apuñalamiento entre ellos.

El punto de venta de droga en el que fue detenido el presunto agresor y donde reside se encuentra en la calle Miramar. En la entrada de la vivienda, los agentes observaron restos de sangre. También en la calle, desde el lugar en el que fue encontrado el agredido, cerca del mirador, hasta el número 129 de la avenida de Oza, donde también se localizó una pipa de fumar sustancias estupefacientes. La zona permaneció horas precintada para preservar y recabar pruebas.

Cordón policial en la zona del mirador de Os Castros.

Cordón policial en la zona del mirador de Os Castros. / LOC

El presunto agresor se mostró en inicio alterado y se resistió a un agente que intentó controlar los aspavientos de sus brazos y su estado de nerviosismo. Con ayuda de un compañero, redujo al hombre en el rellano. Los policías, del grupo de atención al ciudadano de la Policía Nacional, conocido como Zeta, procedieron entonces a su detención y lo trasladaron a la Casa del Mar para que recibiera asistencia médica. Después, fue trasladado a los calabozos, donde manifestó que quería colaborar para esclarecer lo ocurrido: confesó que se había cambiado el pantalón porque se le había manchado de sangre e indicó que estaba en su casa y se le intervinieron las zapatillas por tener restos de sangre.

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