Roberto González-Monjas | Director de la Orquesta Sinfónica de Galicia de agosto de 2023 a 2026

“Me interesaba el trabajo en profundidad, por eso dirigiré a mis tres orquestas y poco más”

“Digo que no a cosas si creo que no es el momento, pero ser titular de la OSG tenía tanto sentido”

Roberto González-Monjas.   | // MARCO BORGGREVE

Roberto González-Monjas. | // MARCO BORGGREVE / Gemma Malvido

Roberto González-Monjas (Valladolid, 1988) será el director titular de la Orquesta Sinfónica de Galicia desde la próxima temporada hasta 2026, aunque compaginará esta tarea con la de ser titular también de la Musikkollegium Winterthur y de la Mozarteumorcherster de Salzburgo, durante el periodo 2024-2025.

¿Por qué esta apuesta de ser titular de tres orquestas a la vez en lugar de hacer como otros directores, que tienen una y dirigen formaciones por todo el mundo?

El compromiso como director titular no implica estar todos los días con la orquesta sino un número determinado de semanas, unas ocho o diez al año. A mí me gusta mucho el trabajo de director titular, porque me parece que incide en un trabajo con más sustancia, con más sentido, que ir a dirigir una orquesta una semana y no volver a verla en dos años. El trabajo de director invitado es más superficial. Yo tengo una suerte enorme de que estas tres orquestas que, además tienen perfiles muy diferentes, me hayan pedido ser su director titular. Fue una decisión muy meditada, pero decidí que, lo que me interesaba, sobre todo en estos tiempos pos-COVID donde todo se está haciendo más superficial, era ese trabajo en profundidad. Me puse a hacer calendarios y vi que podía dar tiempo y presencia a las tres orquestas. Haré muy pocas cosas a mayores de esto, dos o tres, como mi proyecto en Colombia [Iberacademy, en la que se les brinda una oportunidad de aprender a los talentos musicales de Latinoamérica], para focalizarme en este trabajo.

¿Es común que un director prefiera tener tres orquestas a que haga ese otro trabajo de invitado?

Antes sí que la tradición era tener una orquesta e ir de invitado a las demás, pero desde hace unos diez años la cosa está cambiando bastante y ahora hay directores que tienes dos, tres y hasta cuatro orquestas. Depende mucho del tiempo que uno tenga para invertir y de su capacidad para prepararse. Ahora mismo hay directores muy importantes que lo hacen así, por ejemplo, Klaus Mäkëla tiene a la orquesta de París, a la de Oslo y cada vez le salen más, Paavo Järvi, que tiene a la Tonhalle de Zurich, tiene una orquesta en Estonia, y otra en Japón. La figura del director que es solo titular de una orquesta y que se dedica a andar por el mundo cuando no está con su orquesta se está desterrando un poco porque creo que ahora hay más amor por hacer el trabajo más en profundidad.

¿Por qué son tan diferentes las tres orquestas aunque compartan director?

Es como cuando uno viaja a otro país, el simple hecho de ir a un aeropuerto, a un restaurante o un museo de otro país ya te muestra las diferencias culturales que hay. En cada uno hay una manera diferente de comportarse. En este caso, mis tres orquestas son muy diferentes porque la Sinfónica de Galicia es una orquesta sinfónica grande, que hace un repertorio de proporciones enormes, Mahler, Strauss, Shostakóvich... Es un repertorio más romántico y posromántico. La Mozarteum es la orquesta que fundó la viuda de Mozart y la idea fundamental es la de cuidar del legado de Mozart y es el repertorio en el que más nos vamos a focalizar; y la Winterthur es una pequeña orquesta sinfónica, tenemos un repertorio que no es el que se hace en A Coruña, pero es una combinación entre la del Mozarteum y la Sinfónica de Galicia, por eso me gusta la combinación.

¿Tiene capacidad para elegir el repertorio que interpretará con cada una de las orquestas cuando sea titular o es una decisión colegiada con quien le contrata?

Seguramente haya puntos en común en las tres orquestas, a mí me parece importante hacer un programa específico para cada orquesta porque cada una tiene sus necesidades, prioridades y sus ideas. Creo que es muy importante que yo haga un análisis, junto a los músicos de cada orquesta, para ver qué es lo que le viene bien a cada una de ellas.

Llegará en agosto a A Coruña y se encontrará con una orquesta que conoce bien. ¿tiene ya algo pensado para ella?

Este tiempo va a ser esencial para conocernos mejor y para hacer repertorios de diferentes estilos y ver qué tipo de música queremos hacer juntos. Del repertorio no puedo decir todavía mucho, pero sí será una temporada de transición y que nos la tomaremos como un lujo, porque nos conoceremos orquesta y director. Para ello, lo que he hecho ha sido programar obras de todos los estilos y épocas posibles. Va a ser una fiesta orquestal y una celebración de la orquesta. Tendremos también solistas jóvenes maravillosos que son punteros por todo el mundo y que vendrán a A Coruña a tocar con nosotros. Va a ser una fiesta para poder conocernos también con el público y, a partir de ahí, ya iremos construyendo más cosas.

¿El hecho de que dirija otras dos orquestas puede ayudar a que la Sinfónica salga de gira y participe en intercambios con sus otras formaciones?

Ojalá, a mí es una idea que me encanta, logísticamente no es fácil, porque son orquestas de países diferentes, pero las tres orquestas son maravillosamente flexibles y se entienden muy bien. Cuando ha habido que hacer algún cambio por alguna cosa, siempre han colaborado y estoy seguro de que habrá colaboración en el futuro.

El hecho de que usted sea un director joven, ¿puede atraer público nuevo a la Sinfónica?

Eso espero, al menos, que ser una figura más joven y menos alejada generacionalmente puede ayudar,. Aunque pienso también que acercar al público joven es una cuestión complicada que en cada lugar requiere una receta diferente. A mí me parece que, lo que hace la Sinfónica por la juventud en Galicia, es impresionante, con formaciones jóvenes, con todo el acceso que tienen a la parte juvenil... El programa Son Futuro es una genialidad. No nos podemos olvidar de que ese trabajo es muy importante a la hora de acercar la música a los jóvenes porque, aunque no vengan todas las semanas a escuchar conciertos, están en contacto con la música y sienten su importancia. Yo creo que tenemos que estar muy orgullosos de lo que hacemos.

“La Sinfónica, siendo la mejor orquesta de España, no tiene ni de lejos el mejor auditorio”

En enero, el director Víctor Pablo Pérez, titular de la Sinfónica de Galicia durante veinte años, decía que sus retos en esta nueva etapa eran mejorar la concha acústica de la sala y salir de gira con la orquesta, ¿comparte estos objetivos o se pone otros?

Tiene mucha razón, en la vida de una orquesta hay muchos retos y en la de un director titular, también. Es fundamental entender que la Sinfónica de Galicia, siendo la mejor orquesta de España, no tiene ni de lejos el mejor auditorio de España, es como decirle a un gran piloto de Fórmula 1 que conduzca con un coche de sexta división. Para nosotros es muy importante que haya un gran cambio en el Palacio de la Ópera, no solo en cuestiones de acústica, porque los músicos hacen milagros para escucharse y para que suene bien, sino también para que el espacio esté mejor acondicionado, para que no haya goteras, insectos... El Palacio de la Ópera tendría que ser para Galicia y para A Coruña una gran prioridad. Cuanto mejor acondicionado esté, mejor vamos a poder tocar y mejor vamos a poder hacer de embajadores culturales de Galicia. En lo de la gira, Víctor Pablo tiene mucha razón y ya estamos trabajando en ello, hay ideas, pero es todo una cuestión de financiación. Una gira para que la Sinfónica salga fuera de España y para mostrar todo lo que tiene cuesta dinero, y tenemos que ver cómo la podemos financiar con la ayuda de las administraciones. Estamos trabajando muy duro en ello, hay ideas muy bonitas pero que dependen de la financiación. Así que, sí, esos dos retos son los más importantes y dependen de que inviertan en nosotros.

¿Se pensó mucho la decisión de aceptar ser titular de la Sinfónica? Hay quien dice que si no venía ahora ya sería inalcanzable para esta orquesta.

Es muy amable por su parte, aunque lo que me parecía más importante es que el proyecto tuviese sentido, yo soy bastante conservador en ese sentido y digo que no a cosas porque me parece que no es el momento adecuado. Cuando empezamos a hablar del tema con la Sinfónica, yo tenía que organizar unas cosas porque tenía unos planes a los que ya me había comprometido, una vez solventado esto, el proyecto de la Sinfónica tenía tanto sentido para mí en todos los aspectos y tenía tantas posibilidades y es tan grande el cariño que le tengo a la orquesta y a la institución que, obviamente, trabajamos para que funcionase. Cuando estuve en diciembre en la orquesta nos dimos cuenta de que estamos en el momento adecuado para hacer ese tándem que tanto queremos, así que, me siento muy honrado de ser el director titular de la Sinfónica.

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