El Muncyt prepara una nueva cara para la Quimera

El vehículo ferroviario expuesto frente al Muncyt será restaurado y recubierto con una estructura transparente que lo proteja del clima

La quimera ferroviaria, en la plaza del Museo Nacional de Ciencia y Tecnología.

La quimera ferroviaria, en la plaza del Museo Nacional de Ciencia y Tecnología. / Víctor Echave

Daniel Abelenda Lado

Daniel Abelenda Lado

La Quimera tendrá un nuevo y renovado aspecto en el espacio que ocupa delante de la entrada del Museo Nacional de Ciencia y Tecnología. El vehículo ferroviario lleva expuesto en la misma zona desde el año 2011 y “ha estado sufriendo un deterioro importante que se ha acelerado durante estos últimos años”, según indica un informe elaborado por la Federación Española para la Ciencia y la Tecnología. La Quimera procedía de la Azucarera de San Isidro, en Granada, donde sirvió para realizar labores de transporte en la industria de la remolacha.

Cuando la pieza llegó al museo recibió un tratamiento para adecuarla al entorno en el que quedaría expuesta. Consistió en la limpieza de la superficie y la aplicación de sistemas para evitar la corrosión y la humedad. El paso el tiempo hace necesaria una nueva intervención sobre el vehículo ferroviario. Esta, según el pliego del contrato, consistirá en una nueva eliminación de la corrosión. También se corregirán la posición de algunas piezas desplazadas. En los elementos de madera también se realizarán tareas de restauración. Las labores incluirán la limpieza de los rieles en los que está situada y la instalación de calces de mano que fijen la fijen a la base. Estas labores tuvieron se adjudicaron por un importe de 87.628 euros.

Además de reacondicionar el vehículo, el Museo pretende cubrirlo con una cúpula para preservar mejor su estado. Con este fin, se ha licitado por 75.049 euros la creación de una estructura de protección que la cobije de “las abundantes precipitaciones, el viento, el ambiente salino y la humedad”, como recoge el pliego del proyecto.

La idea que se propone es la construcción sobre la quimera una urna blanda de gran tamaño que contenga en su interior aire tratado para garantizar niveles óptimos de humedad y salinidad. Será una cobertura de un material cien veces más ligero que el vidrio, que deje pasar la luz y que sea fácil del limpiar. Todo, con el objetivo de evitar que la pieza expuesta se vea dañada por la lluvia y los rayos ultravioleta sin restarle visibilidad para los visitantes del museo.

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