Omar Hatamleh: “La Inteligencia Artificial hoy es un bebé pequeño”

El presidente del congreso Ecosystems 2030 predice que esta tecnología afectará a todas las profesiones actuales

Omar Hamtaleh, presidente de Ecosystems2030, con Inés Rey.

Omar Hamtaleh, presidente de Ecosystems2030, con Inés Rey. / Iago López

Ecosystems2030, el congreso internacional sobre innovación tecnológica, iniciará mañana su segunda edición en A Coruña, que se desarrollará hasta el viernes en Palexco. Durante esos dos días, 64 especialistas ofrecerán sus opiniones acerca de los últimos avances en campos como la inteligencia artificial, los sistemas autónomos, la robótica, la realidad virtual y la realidad aumentada. El vicepresidente de Microsoft, Jason Wild, y la directora de estrategia de investigación de Google AI, Pilar Manchón, son algunos de los participantes destacados en el congreso, cuya sesión del viernes por la tarde estará abierta al público en general, que dispondrá de traducción al español para las conferencias en inglés.

“La Inteligencia Artificial es hoy un bebé pequeño y sabemos que cuando sea adulto va a ser muy potente, pero no sabemos exactamente hasta dónde va a poder llegar”, explicó ayer a este periódico Omar Hatamleh, presidente de Eurosystems2030, quien detallaba que, en comparación con las anteriores revoluciones tecnológicas, “por primera vez estamos compitiendo no solo con maquinaria y con trabajos manuales, sino también con trabajos intelectuales”.

En su opinión, la Inteligencia Artificial “afectará de forma transversal a las tecnologías de todas las profesiones, desde médicos, ingenieros, contables, abogados... a todos” y considera que la auténtica revolución se producirá cuando estos sistemas puedan combinarse con la utilización de humanoides. Pero Hatamleh reconoce la dificultad que supondrá para la sociedad la adaptación a estos cambios porque los humanos han evolucionado biológicamente hasta ahora “pensando en un sistema lineal y que todo cambiaba lentamente”.

“Pero estamos viviendo en una época exponencial y tenemos que cambiar la manera en la que pensamos, si no, va a ser mucho más complicado adaptarse a lo que está pasando”, advierte el presidente del congreso, para quien, ante las transformaciones que se están produciendo, en la actualidad es necesario “ser proactivos, porque ser reactivos ya no tiene sentido, siempre hay que estar cambiando y aprendiendo”. Y añade: “Los días en que se terminaba una carrera y se dejaba de estudiar han acabado hace bastante tiempo, ya que lo único constante va a ser el cambio”.

Hatamleh es consciente de que la tecnología más avanzada ahora no es accesible a todas las personas, pero recuerda que cuando aparecieron las televisiones de pantalla delgada eran carísimas y solo al alcance de unos pocos .”Como cualquier otra tecnología, cuanto más avance y se produzca, más se pondrá al alcance de las personas”, indica sobre la evolución que confía en que se producirá.

Para corroborar esta opinión, menciona el caso de la aplicación ChatGPT, que fue inventada por Google en 2017 pero que no fue desarrollada de forma adecuada hasta que pasó a manos de la compañía Open AI, que en solo un año ha dado lugar a lo que se llama “el momento Sputnik y obligó a todas las compañías a lanzar sus aplicaciones de inteligencia artificial para competir”.

Aun así, pone de relieve que la Inteligencia Artificial que se emplea en la actualidad la califica como “débil” , pero que “de aquí a unos cuantos años vamos a tener la general, que tendrá capacidad de hacer cosas como las personas, mientras que la superinteligencia artificial es la que va a cambiar bastante las cosas”.

Pero no todo será positivo con la aplicación de esta tecnología, porque Hatamleh reconoce que “las actividades que no se adapten van a tener problemas”. En la fase actual de la Inteligencia Artificial ayudará a que el trabajo de los humanos sea mucho más eficiente, “pero cuando avance más va a poder reemplazar a los trabajadores por completo”. Sobre esta cuestión destaca que el banco estadounidense JP Morgan Chase calculó esta misma semana que 300 millones de trabajadores ya están afectados en este momento por la Inteligencia Artificial y que se va a dejar de contratar personal para puestos que estén amenazados por su uso.

Otro de los problemas asociados a esta tecnología es el control sobre su utilización, sobre lo que Hatamleh entiende que “tiene que haber regulaciones, pero al mismo tiempo que no sean tantas que podamos disminuir la innovación”. También es consciente de la dificultad para ejercer ese control “porque un sistema va a saber mucho más de ti que tú mismo y si quieren venderte algo o influir políticamente va a ser fácil”, y añade que la regulación tendrá que llevarse a cabo a través de “una estructura de ética universal”, aunque admite que, debido a la situación geoestratégica mundial, “no se va a poder controlar todo”.

Sobre los conspiranoicos que ven la Inteligencia Artificial como una amenaza para la humanidad, recuerda que esto mismo se dijo en el pasado con tecnologías como la televisión o internet y que “incluso ahora hay gente que defiende que la Tierra es plana”, aunque en contra de esa opinión él considera que esta tecnología “va a ayudar a la humanidad a avanzar muchísimo más rápido”.

Como ejemplo de las ventajas que supondrá, afirma que “va a transformar completamente la medicina y la gente va a poder vivir hasta 130 años porque estamos empezando a conocer por qué envejecen las personas”. También menciona la creación de medicinas adaptadas a cada persona y la posibilidad de predecir las enfermedades que tendrá en el futuro.

Suscríbete para seguir leyendo