El Bachillerato que se abre camino en A Coruña

La modalidad general, que se estrenó este curso, gana alumnos porque “amplía opciones” aunque todavía hay “incertidumbre”

Alumnos del Bachillerato general en el instituto Ramón Menéndez Pidal, en Zalaeta.   | // VÍCTOR ECHAVE

Alumnos del Bachillerato general en el instituto Ramón Menéndez Pidal, en Zalaeta. | // VÍCTOR ECHAVE / Ana Carro

Solo hay dos centros en la ciudad que imparten el Bachillerato general: Ramón Menéndez Pidal y Salvador de Madariaga. En ambos hay alumnos muy interesados en esta nueva modalidad que se estrenó en septiembre. Son los conejillos de indias, pero están descubriendo una nueva forma de acceder a la Universidad o la Formación Profesional sin necesidad de escoger entre Ciencias o Letras. Esto anima a los que vienen por detrás, aunque todavía hay dudas por resolver. “Empezamos con 15 alumnos y abandonaron dos, pero como podían haber abandonado cualquiera modalidad. Es como cualquier otro primero de Bachillerato, no notamos diferencias”, analiza la directora del Menéndez Pidal, Estrella Pérez.

Es el primer año, por lo que todavía es pronto para sacar conclusiones, aunque, por ahora, la respuesta es “buena” en ambos institutos. “Está teniendo bastante aceptación. Vamos a seguir ofertándolo el próximo curso porque a los alumnos les interesa. Hay que ir poco a poco”, indica el vicedirector del Salvador de Madariaga, Francisco Canoura.

Esta nueva rama de Bachillerato, que se une a Ciencias y Tecnología, Humanidades y Ciencias Sociales, Artes Plásticas, Imagen y Diseño y Música y Artes Escénicas, nació con el objetivo de atraer a aquellos estudiantes que buscan una educación más generalista y flexible. “Es una buena opción para aquellos que no tienen muy claro si encaminarse por Ciencias puras o sociales. Esto es un término medio, amplía opciones”, resume.

Para Estrella Pérez, es normal que una persona de 16 años no tenga claro a lo que se quiere dedicar en el futuro. “En muchos países europeos a esas edades se cogen un año sabático para viajar, para madurar y ver lo que les puede interesar”, explica la directora, que defiende que el Bachillerato general es “la vía que queda en el medio para aquellos que no lo tienen claro”. Canoura cree que así los alumnos llegan a segundo de Bachillerato sin presión: “puede que así les resulte más fácil escoger una opción”.

Sin embargo, no todo es tan bueno porque al ser este el primer curso en el que se imparte la modalidad todavía no está muy claro a qué grados podrán acceder los estudiantes. “Hay un poco de incertidumbre. Todavía no sabemos cómo los ponderan para entrar en una carrera”, comenta Pérez, que supone que esa incógnita se despejará pronto porque estos jóvenes pasan este verano al último curso. El vicedirector del Salvador de Madariaga destaca, no obstante, que “la persona que quiere hacer Medicina, irá por Ciencias puras” pero los que eligen el general “suelen tener más dudas y se les abren muchas opciones”. Por eso confía que con el “boca a boca” se vaya ampliando el alumnado de esta modalidad. “Yo creo que va a ir a más, que la gente se va a animar”, apunta, y recuerda que “la previsión para el próximo curso es buena”.

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