Langosteira recibe al segundo petrolero para Repsol dos meses y medio después

El ‘Front Siena’ descargó crudo procedente de México | La parada técnica de la refinería demoró la llegada de nuevos buques, que este año atracarán en los puerto exterior e interior

El petrolero ‘Front Siena’, durante la maniobra de atraque en el pantalán de Langosteira.

El petrolero ‘Front Siena’, durante la maniobra de atraque en el pantalán de Langosteira. / La Opinión

Dos meses y medio después de haber recibido al buque que estrenó esa instalación, un nuevo petrolero amarró el domingo en el pantalán de Repsol en el puerto exterior coruñés. El Front Siena, procedente de México y cargado con crudo maya, llegó a punta Langosteira tras haber recalado primero en Bilbao, ya que la refinería coruñesa comparte este tráfico con la de la Petronor en esa ciudad vasca.

Tras la llegada del Front Ocelot el 2 de marzo, la compañía informó que durante los meses siguientes se alternaría el desembarco de crudo entre las instalaciones de San Diego y las de Langosteira hasta que se alcanzase la plena operatividad de esas últimas. Pero pocos días después comenzó una parada técnica de la refinería que afectó a la unidad dedicada a la destilación del crudo, lo que hizo que se interrumpiese la programación de la llegada de buques con esta carga para evitar su almacenamiento.

En principio esa paralización de las arribadas de petroleros debía de ser de un mes, pero tras el fin de la parada técnica en abril ese plazo se alargó y llegó a superar los dos meses. Finalmente, el reinicio de la producción en el complejo de Bens, permitió la llegada del Front Siena el domingo, cuando ya se habían alcanzado los dos meses y medio desde la primera arribada.

Aunque en marzo se llevó a cabo la primera descarga de crudo, Repsol opera en Langosteira desde 2015 con tráficos de graneles sólidos como el coque y el azufre. El acuerdo alcanzado entre la compañía y la Autoridad Portuaria en 2013 establecía el comienzo del desembarco de petróleo en la dársena exterior en abril de 2018, hubo que esperar cinco años más para que se iniciara esa actividad, que representa el 60% de la que desarrolla en los muelles coruñeses.

Para hacer posibles sus operaciones en Langosteira, Repsol tuvo que construir un pantalán y un poliducto que enlaza ese puerto con la refinería, lo que supuso una inversión por encima de los 126 millones de euros. El resto de los tráficos que realiza el grupo energético en el puerto interior permanecerán en ese muelle hasta el final de la concesión, en el año 2027. En ese momento toda la actividad portuaria de Repsol, que supone el 60% de toda la que se desarrolla en el puerto de A Coruña, tendrá que haberse trasladado a Langosteira.

Una vez que Repsol abandone la zona de San Diego, los terrenos que ahora ocupa deberán ser regenerados para su posterior incorporación al proyecto de integración urbanística de los muelles que queden sin uso portuario.

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