La planta de basuras de Nostián queda parada varias horas por sabotajes a tres días de la huelga

Excavadoras, grúas, camiones y cintas transportadoras sufrieron desperfectos durante la noche del miércoles | La empresa reparó los daños durante el día de ayer | El comité exige que se cumpla el acuerdo sobre el convenio

Biodigestores de la planta de tratamiento de residuos de Nostián.

Biodigestores de la planta de tratamiento de residuos de Nostián. / Víctor Echave

La inminencia de la huelgaconvocada por el comité de empresa de Albada, la gestora de la planta municipal de tratamiento de residuos de Nostián, que comenzará en la noche del domingo, derivó durante la noche del martes en la realización de varios sabotajes en la maquinaria y los vehículos de la empresa, cuya actividad se vio prácticamente interrumpida durante unas horas hasta que se repararon los desperfectos, según informó la compañía a este periódico. Los daños se produjeron en las palas excavadoras, grúas y camiones que manipulan la basura, así como en las cintas transportadoras que la conducen a través del complejo industrial para su procesamiento.

Los incidentes fueron puestos en conocimiento del Concello ayer por la mañana, en coincidencia con la reunión de coordinación que se mantuvo con representantes de las concesionarias de limpieza viaria y recogida de residuos ante la proximidad de la huelga. Los servicios mínimos decretados para ese paro prevén que la planta esté funcionando al 60% de su capacidad, aunque ese nivel dependerá de que todos los medios estén disponibles y el trabajo se desarrolle en condiciones normales.

El pasado 14 de abril los representantes sindicales y la dirección de Albada alcanzaron un principio de acuerdo sobre el nuevo convenio para la plantilla, que tendría una vigencia de cinco años. Los trabajadores habían convocado inicialmente una huelga para la pasada Semana Santa, pero la desconvocaron ante la reanudación de las conversaciones, que finalmente cristalizaron en ese pacto.

Pero el 9 de mayo el comité anunció que la empresa había decidido incumplir el acuerdo y convocaron una serie de paros de veinticuatro horas que comenzarían a las 22.00 del domingo y se repetirían desde esa misma hora el martes, el miércoles y el jueves. Albada evitó ayer comentar las causas de la ruptura de ese acuerdo, así como relacionar los incidentes con el conflicto laboral.

Hadrián Canosa, el presidente del comité de empresa y representante de la CIG, aseguró ayer que desconocía los desperfectos ocurridos en la planta debido a que no se encontraba en ella, pero de todas formas los desvinculó por completo de la convocatoria de la huelga. El pasado mes de diciembre se llevó a cabo un paro de tres días en demanda del convenio y en aquella ocasión también se produjeron desperfectos en las instalaciones de la planta de Nostián.

Canosa señaló que en los últimos días no ha habido contactos entre la dirección de la empresa y los representantes laborales, por lo que, salvo que se produzca un acercamiento de posturas en las próximas horas, todo hace pensar que la huelga será inevitable en el tratamiento de la basura. Al igual que en conflictos anteriores en la planta, el Concello sostiene que, al tratarse de la concesión de un servicio municipal, no tiene más capacidad de intervención que la de favorecer que ambas partes dialoguen en busca de un acuerdo.

Albada y los sindicatos con representación en su plantilla habían acordado una subida salarial del 5% cada año desde el actual hasta 2027 para poner fin a la pérdida de poder adquisitivo que los trabajadores sufrieron de 2012, fecha desde la que sus salarios están congelados. El pacto establecía el mantenimiento de todos los derechos laborales que contenía el anterior convenio, que caducó en 2019, así como la incorporación de un plus de productividad, un día más libre para asuntos propios y uno más de vacaciones, además de que los días 24 y 31 de diciembre no se trabajaría por la tarde y el turno de noche no lo haría el día anterior,.

También se pactó el aumento del fondo social hasta los 15.000 euros y la subida del seguro colectivo por accidentes desde los 25.000 a los 40.000 euros. Los sindicatos habían expresado su satisfacción por los términos del acuerdo, pero ya entonces advirtieron que permanecerían a la espera hasta que el convenio estuviese firmado.

Una concesión con el contrato caducado

La concejala de Medio Ambiente, Esther Fontán, manifestó el pasado mes de abril su alegría por el entendimiento alcanzado entre las dos partes y tachó de “justas” las reivindicaciones de los trabajadores. También mencionó entonces que las reclamaciones de la plantilla que afectan al nuevo contrato de la planta figuraron en todos los borradores que se elaboraron de los pliegos de condiciones para el concurso mediante el que se licitará la gestión de la planta durante los próximos años.

La apertura de ese concurso es precisamente otra de las exigencias de los trabajadores, que en el preacuerdo logrado con la dirección de la empresa habían incluido que las mejoras pactadas serían asumidas por la próxima concesionaria de las instalaciones. Los representantes laborales reclaman de forma insistente que se licite la gestión del complejo debido a que sufre numerosas deficiencias a causa de su antigüedad y la falta de mantenimiento.

El contrato de la concesión concluyó el 31 de diciembre de 2020 y desde entonces Albada desarrolla la actividad en precario. El Concello justifica la demora de la licitación por las nuevas exigencias de la Unión Europea para el tratamiento de los residuos y por la negativa del Ministerio de Transición Ecológica al mantenimiento del modelo coruñés de recogida en cuatro contenedores, que afectaría a la gestión de Nostián. El Gobierno local elaboró ya un informe que justifica la solicitud de que se considere a A Coruña una excepción a la obligación de tener un contenedor solo para envases de plástico.

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