La falta de pisos para estudiantes genera un embudo que impide dar respuesta a la demanda

Las inmobiliarias alertan de la escasa disponibilidad | En el centro de la ciudad, el precio por habitación supera los 300 euros | Los propietarios prefieren contratos de larga duración o dedicar sus inmuebles a alquiler vacacional

Anuncios de pisos en alquiler en una inmobiliaria de la ciudad.   | // CARLOS PARDELLAS

Anuncios de pisos en alquiler en una inmobiliaria de la ciudad. | // CARLOS PARDELLAS / Ana Carro / Marta Otero mayán

Ana Carro / Marta Otero mayán

La falta de vivienda en alquiler es uno de los problemas a los que se enfrenta A Coruña, que en los últimos cinco años ha visto cómo el precio medio se ha incrementado un 24,7%, pasando de los 477 euros de 2018 a los 595 que alcanzó el pasado mes de marzo. Este problema se extiende también a los pisos para estudiantes, que incluso lo tienen más difícil para encontrar un sitio en el que instalarse, en buen estado, bien situado y a un buen precio. Las inmobiliarias aseguran que eso es misión imposible en la ciudad. “Ahora mismo estamos en un momento en el que no hay oferta de nada. El tema del alquiler está fatal. Si antes tenía en cartera 20 o 30 pisos, ahora tengo cinco. Es una barbaridad. Así que los estudiantes lo tienen muy difícil, ya casi no trabajamos con ese tipo de alquiler”, informa Javier de la inmobiliaria Inmotk.

Su experiencia es muy similar a la de otros compañeros del sector. En Inmobiliaria Luz, Ricardo Rochela informa de que en abril ya recibieron llamadas de estudiantes interesados en encontrar piso para el próximo curso. “Cada vez empiezan antes, pero hasta junio no sabemos qué pisos nos quedarán libres. Veremos, además, si en junio suben los precios de los alquileres”, detalla.

Por ahora, lo mínimo que se pide son 600 euros por un piso de tres habitaciones, es decir, 200 euros por persona. “Eso es lo mínimo en A Coruña ciudad y depende mucho de la reforma que tenga, el estado del piso y la ubicación”, explican desde otra inmobiliaria, que ya tiene en cartera inmuebles por “700, 800 e incluso 1.000 euros”. Ante la falta de oferta disponible en la ciudad, cuentan también con viviendas en el área metropolitana. “Tenemos un piso de tres habitaciones en Oleiros por 750 euros, pero es como encontrar una aguja en un pajar”, apunta.

“Encontrar algo por menos de 200 euros por habitación es muy difícil”, avisa Rochela, que asegura que si se quiere vivir en el centro “el precio ya supera los 300 euros”. En Inmobiliaria Luz trabajan con viviendas para estudiantes en zonas como la estación de tren o la avenida de Fisterra. “Son pisos que, en general, están muy bien. Tenemos que acabar con el estereotipo de que los pisos de estudiantes están en mal estado. En nuestro caso, los propietarios presentan un buen producto para tener un buen cliente”, dice.

[object Object]

A Coruña cuenta con una única residencia pública universitaria, la Elvira Bao, que se inauguró en octubre de 2018 en el antiguo Calvo Sotelo. Pero sus 118 plazas no cubren la alta demanda que hay en la ciudad, cuya Universidad oferta más de 40 grados. En esta residencia hay habitaciones individuales o dobles. El curso pasado —aún no está abierta la matrícula para el próximo— los precios oscilaban entre los 119 y 253 euros al mes, lo que incluye también los consumos de calefacción, electricidad, agua y conexión wifi.

Detrás de la falta de pisos disponibles para estudiantes hay varios motivos. No solo los cambios en el mercado inmobiliario por el aumento de los precios influyen en esta situación, algunos propietarios prefieren contratos de larga duración y otros optan por dedicar sus viviendas a alquiler vacacional, por lo que quedan muy pocas opciones para los estudiantes. “En esta ciudad siempre hubo poca oferta para los estudiantes, pero ahora hay muchos propietarios que ya no quieren un contrato de 10 meses [lo que dura el curso] y prefieren alquilárselo a una familia con un contrato de larga duración”, expone Javier, de Inmotk, quien asegura que también ha afectado “la intromisión de plataformas como Airbnb”. “Cada vez hay más pisos turísticos. Antes muchos dueños los ponían solo en verano. Ahora no. Los ponen todo el año y les compensa más”, añade. Por otra parte, está la creencia de que los estudiantes “cuidan menos” los inmuebles, apuntan estos profesionales, aunque consideran que “no siempre es así”.

Por todo ello, en cuanto entra un piso para estudiantes a una inmobiliaria, apenas dura disponible. “Todo lo que entra para estudiante dura menos de 24 horas, se alquila al momento. Es una etapa muy complicada para el alquiler”, concluye una de las inmobiliarias consultadas por este diario.

[object Object]

Ante la falta de oferta de pisos, los estudiantes utilizan las redes sociales para informar de que están buscando vivienda en la ciudad. Lo hacen a través de Twitter e Instagram, aplicaciones en las que cuelgan mensajes con datos de la persona interesada en un piso para el próximo curso. Muchos, incluso, incluyen una pequeña descripción explicando que son limpios, ordenados o comunicativos para llamar la atención de caseros o compañeros. También los hay que ya tienen alquilado un piso con otros amigos y les queda una habitación libre, por lo que la ofrecen por redes sociales, en las que adjuntan fotografías o la ubicación del inmueble. Los mensajes de respuesta en ambos casos son instantáneos.

Suscríbete para seguir leyendo