Entrevista | Francisco Alonso Tajes Especialista en podología deportiva en la Universidade da Coruña

“Bolt tiene un pie más plano de lo normal, pero funcional para la carrera que hace”

“Nadal se sobrepuso a sus problemas de podología con amor propio y superación de dolor”

El profesor de Podología Deportiva Francisco Alonso Tajes.   | // LA OPINIÓN

El profesor de Podología Deportiva Francisco Alonso Tajes. | // LA OPINIÓN / Enrique Carballo

Francisco Alonso Tajes es profesor desde hace más de dos décadas en la Universidade da Coruña (UDC), y, además de impartir la materia Podología Deportiva y también atiende a deportistas universitarios en la clínica de la institución. Recientemente impartió la charla de divulgación Rafa Nadal y Usain Bolt. ¿Campeones con los pies de barro?, parte del ciclo de divulgación Pints of Science, organizado por la UDC, el Ministerio de Ciencia, Fecyt y Coca-Cola.

Habla de los problemas de pies de estos deportistas de élite: en el caso de Rafa Nadal, sufre la enfermedad de Müller-Weiss.

Se la diagnostican en 2005, después de un partido en el que presentó mucho dolor. No está claro su origen, puede ser congénito, y afecta a un hueso que debe tener una forma más o menos rectangular y es como casi la piedra central de un arco romano. Pero en esta enfermedad una zona no se desarrolla, por lo que puede tender a colapsar y presentar dolor. Alguien que no sea deportista puede llevar una vida normal con cierta molestia. Pero el tenis es muy exigente, hay deceleraciones y frenadas. A Nadal no le funcionaron las plantillas que normalmente hacemos, que apoyan el pie hacia fuera, sino las que lo vuelcan hacia dentro.

¿Solucionó el dolor?

Algo menos pudo menos paliarlo, tras probar con ensayo y error. Pero cuando vuelcas el pie para dentro te va a acompañar la rotación de la pierna y la rodilla, y parte de los problemas que ha tenido en los últimos años vienen de esto. Este ejemplo me sirve para contar a gente ajena al mundo de la podología que el funcionamiento del pie es muy importante en cualquier ser humano, pero esto se multiplica si haces cualquier deporte que exija correr, saltar, frenar, cambiar de dirección.

También habla de Usain Bolt.

A partir de una imagen de poco antes de sus últimas competiciones en Olimpiadas, en Río. Está descalzo y se ve que tiene un pie con un arco más bajo de lo normal, aunque no es completamente plano. A la hora de funcionar. El pie cavo, con curva, es mucho más reactivo a cada paso que da. Es más eficaz, gastas menos energía y es una palanca más eficiente. El plano lo es menos.

¿Y cómo es que Bolt consiguió ser campeón del mundo corriendo?

Él hace carrera de velocidad, y en ella apoyas la parte de delante del pie. Ahí no le pasa tanta factura la pérdida de energía por su forma de pie, como lo haría si fuera corredor de medio fondo o maratoniano. En la charla trato de ver cómo un pie que en teoría sería disfuncional no lo es para la carrera de Bolt.

Los dos deportistas pudieron destacar pese a sus problemas.

Sí, Nadal porque ha tirado mucho de amor propio y superación del dolor, con una cabeza tremenda para competir, y Bolt porque no le afectaba para la mecánica que necesitaba para correr. Con sus casos hablo de los tipos de pie y su exigencia.

¿El pie plano se puede corregir?

Hay corrección quirúrgica de algunos pies, pero cuando son muy disfuncionales, deformidades muy altas que impiden una vida normal. En el resto de los casos, la inmensa mayoría, nuestra evolución natural desde pequeños es ir resolviendo un pie plano, porque nacemos con una grasa que lo aplana y que va desapareciendo hacia los cuatro o seis años. Y el arco del pie no es solo el hueso, sino músculos que lo mantienen en su forma, que son inmaduros en el nacimiento.

¿Cómo aplica la podología deportiva en la práctica?

Tuve una consulta privada, pero la dejé en 2001 para dedicarme a tiempo completo a la Universidad. Atiendo a todo tipo de deportistas en la clínica universitaria, centrándome sobre todo en la carrera. Ahora tenemos un convenio con el club de fútbol sala femenino A Fervenza, de Narón, y otro con el Culleredo de baloncesto. Este es un deporte del que he hecho mucho seguimiento: los esguinces, que son tan frecuentes, dejan muchas veces secuelas, inestabilidades crónicas, y nos los remiten incluso desde traumatología a veces, porque se relacionan con el tipo de pie. Hacemos un análisis de qué se puede hacer en esos casos para prevenir, recuperarse de lesiones...

¿Cómo es la prevención?

La consulta más habitual es la sintomática, la gente viene cuando presenta molestia o dolor. Pero en los últimos diez o quince años empezamos a ver consultas de gente que viene para que le valoremos el riesgo de lesión. Ahí hacemos un abordaje multidisciplinar, no solo exclusivamente morfológico, sino también de cómo está haciendo el ejercicio, el contexto, la planificación… Muchas veces no influye tanto un pie más plano sino como te planificas en cuanto al ejercicio.

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