La Audiencia ratifica la condena a COAS por pintadas en un coche policial y en un mural

El grafitero COAS, al que en 2018 se le atribuyó la realización de medio millar de pintadas en la ciudad, deberá pagar una multa de 3.360 euros por los daños causados en noviembre de 2020 en un coche patrulla de la Policía Local y en el mural situado en la entrada del colegio Sanjurjo de Carricarte. La Audiencia Provincial desestimó el recurso presentado contra la sentencia del Juzgado de lo Penal número 2, que hace un año le impuso esa sanción y la obligación de indemnizar al Concello con 447 euros y al centro educativo con 1.645. La resolución puede ser recurrida ante el Tribunal Supremo.

COAS, de 28 años en la actualidad, fue detenido en 2019 en una operación del Cuerpo Nacional de Policía contra grafiteros que pintaban sobre trenes y entró en prisión. Los hechos sucedieron el 27 de noviembre de 2020, día en el que un vehículo de la Policía Local estacionado en la calle Miguel Servet, junto al cuartel de este cuerpo de seguridad, apareció con las siglas ACAB (All Cops Are Bastards, todos los policías son bastardos) pintadas en rosa, además de con el nombre Sofi junto a un corazón. Ese mismo día, el mural encargado por la asociación de padres del Sanjurjo de Carricarte a la artista Iria Fafián fue dañado con un grafiti consistente en la firma COAS, una de las que utiliza habitualmente el ahora condenado.

En el juicio celebrado en 2020, la Fiscalía presentó un informe pericial que identificó al acusado como autor de los hechos gracias a las imágenes colgadas por él mismo en las redes sociales, en las que se atribuía la autoría de una firma grafitera, por lo que la sentencia consideró que la investigación efectuada gozaba de “lógica y credibilidad”. También se puso de relieve en la vista que COAS contaba ya con una condena previa por hechos semejantes en Puebla de Sanabria en 2018, además de la sanción impuesta por la Policía Local coruñesa ese mismo año.

A la vista de las explicaciones de los peritos sobre el inicio de la pintada, su grosor y su trazo, el juez estimó que el acusado “ha dejado tantos rastros de sus pintadas que es como si de un pintor famoso se tratase, y por ello, cualquier experto lo distinguiría de un imitador”. La Policía Local informó además que la actividad de COAS era seguida por los agentes desde hacía varios años, lo que, sumado al informe pericial, hizo que se descartara la presunción de inocencia.

A pesar de que la Fiscalía solicitó para el acusado una pena de dos años de cárcel, el juez advirtió en la sentencia de que en 2015 desapareció el delito de deslucimiento de bienes, que haría posible la aplicación al acusado de una falta penal, y apreció que el delito cometido por COAS es el de daños contra el vehículo policial, que quedó inutilizado para el servicio a causa de la pintada, y el mural del colegio.

Al analizar el recurso contra este fallo, la Audiencia Provincial consideró que se había probado la autoría de los hechos por parte del grafitero, así como la conexión entre las dos pintadas y la forma en la que actuó en ambos casos, por lo que confirmó la pena impuesta.

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