Yolanda Díaz llama en A Coruña a votar “contra la España en blanco y negro”
La vicepresidenta arranca en O Parrote la campaña electoral arropada por integrantes de su candidatura y con la presencia de la exalcaldesa Ada Colau y la actriz Marisa Paredes

Yolanda Díaz abre campaña en A Coruña / Carlos Pardellas
Lo dejó claro nada más subir al estrado, auspiciada en cada palabra por una multitud entregada que la recibió en pie y con gritos de “presidenta”. A Coruña no fue solo el telón de fondo para el inicio de campaña de Yolanda Díaz, que aspira a la Moncloa bajo la marca Sumar en las elecciones del próximo día 23, sino una parte decisiva en la intervención con la que pidió el voto a las cerca de 2.000 personas congregadas, ayer, en la explanada de O Parrote. “No arrancamos aquí por casualidad. Sabemos lo que queremos para nuestro país, lo que quiero para mi padre, mi hija, mis amigos. Desde los muelles de una ciudad abierta al mar. Los gallegos no tenemos miedo a cruzar el océano”, clamó la vicepresidenta del Gobierno, que realizó sus intervenciones íntegramente en gallego; una elección que también quiso vincular con la marca de su papeleta: “De esto va Sumar, de que hoy pueda arrancar en A Coruña, en Galicia, hablando en gallego”, aseveró.
Ante ella, una multitud absolutamente rendida a la candidata, bien en el patio de butacas instalado en la explanada, bien encaramada al mirador de O Parrote, desde donde muchos optaron por seguir las intervenciones. Tras ella, algunos integrantes de sus listas: la cabeza de lista por A Coruña, Marta Lois, su homóloga pontevedresa, Verónica Martínez Barbero, la exalcaldesa de Barcelona, Ada Colau y el economista Manuel Lago Peñas. Fue este último, estrecho colaborador de la vicepresidenta en el ministerio de Trabajo e integrante de la candidatura de Por Coruña en las pasadas elecciones municipales, el encargado de abrir el acto y de situar a los presentes con su intervención en el lugar en el que se ubicaban: “Los muelles, que la ciudadanía fue capaz de defender de la especulación”. Lago Peñas llamó al voto, pero “no por cabreo, ni por castigo ni para tener influencia”. También fue el primero en enunciar la dicotomía que guio todos los discursos de los intervinientes: “Hay dos opciones: el Gobierno de izquierdas en el que Sumar sea decisivo, o el gobierno reaccionario con Abascal de vicepresidente. Un país mejor o la España en blanco y negro”, inquirió.
Las alusiones a esa “España en blanco y negro”, a los retrocesos de derechos, al regreso de la censura y a la pérdida de libertades conseguidas de consumarse el supuesto de un cambio de Gobierno fueron las ideas que guiaron la apertura de campaña de Díaz, que se guardaba una “sorpresa” para los intervinientes: la presencia de la legendaria actriz Marisa Paredes, a quien cedió la palabra. Lo hizo antes de interpelar a sus rivales en la carrera a la Moncloa, con mención especial a Alberto Núñez Feijoo, para que rubricasen, “antes de que termine la campaña electoral” un pacto contra la censura y a favor de la libertad artística, apelando a que “la política no se tiene que meter en la creación artística”. Fue precisamente Paredes, ovacionada en pie por los congregados, la encargada de defender esta idea con un discurso espontáneo y sin notas, con el que quiso trasladar con emoción, pero también con firmeza, la necesidad de “tener memoria”. “No podemos permitir que algo tan inmenso como la libertad sea aplastado, y que unos energúmenos vuelvan a ocupar un sitio que tanto nos costó conseguir”, clamó con contundencia en un discurso en el que no dudó de calificar de “enemigos” a las fuerzas políticas que aspiran a conformar un gobierno alternativo al actual, una premisa que llamó a no permitir. “Tenemos que ir con toda el alma a votar”, pidió. “Un pueblo sin memoria es un pueblo vacío. Sabemos lo que fue y lo que es un país libre y con dignidad. No quiero que mi nieta viva otra cosa”, aseveró.
No menos rotunda fue la propia Yolanda Díaz, que abandonó, para la apertura de su campaña, el tono conciliador que ha venido adoptando en la última etapa en Madrid, para recuperar la garra que hizo su distintivo durante su periplo en el Parlamento Galego y en sus tiempos en la oposición. Con garra llamó a “votar, votar y votar”, con garra sacó pecho de los logros de Gobierno de la última legislatura, con especial protagonismo para su cartera, la de Trabajo, cuya labor exigió reivindicar “frente al relato de la derecha. “Decían que con los ERTE íbamos a hundir este país. La realidad es que salvaron a 3,6 millones de trabajadores. Decían que íbamos a llegar al 30% de paro. La realidad es que la única vez que se llegó al 27% de paro en este país fue tras la gestión del PP de la crisis financiera”, recordó.
En una larga intervención en la que repasó conquistas como la subida del Salario Mínimo Interprofesional, la Reforma Laboral, “que la derecha ya no quiere derogar” o los datos de crecimiento económico, también hubo tiempo de enunciar algunas propuestas de su programa: de la reducción de la jornada laboral sin reducción salarial, a mejoras en materia sanitaria como incluir la salud bucodental o la óptica en la red pública sanitaria, un punto en el que guardó un recuerdo para el médico coruñés José García Buitrón, militante de Podemos fallecido el año pasado.
También Ada Colau, que repartió su intervención entre el catalán y el castellano, hizo uso de la expresión “España en blanco y negro” para espolear la participación electoral, depositó en Díaz su confianza para liderar el Gobierno. “Invitarnos a sumar en los tiempos que corren, de discursos de odio, en los que se trata de instalar desconfianza en el vecino, es un acto revolucionario”, definió Colau, que apeló a la “protección de la diversidad” como una necesidad a priorizar. No escatimó Colau en halagos ni en reproches: los primeros, para un “amigo”: Xulio Ferreiro, cuya labor en la Alcaldía ensalzó como “uno de los impulsores del municipalismo del cambio”, y los segundos para el diputado de Esquerra Republicana Gabriel Rufián, que manifestó recientemente que “Yolanda Díaz me da más miedo que Abascal”, y a quien Ada Colau instó a retractarse y a “no confundirse de enemigo”.
El acto de ayer también fue la ocasión en la que las cabezas de lista de Sumar por A Coruña y Pontevedra pudieron presentar oficialmente sus pretensiones ante la ciudadanía. Lo hizo la primera, Marta Lois, cuando manifestó que daba el paso adelante por “las mujeres gallegas, por las madres, las abuelas, por mi hija Mencía”, y que en Sumar “no le miramos el carnet a nadie ni le preguntamos de dónde viene, sino a dónde quiere ir”. Lo reiteró también Martínez Barbero, que advirtió de que estamos “ante la campaña más importante de nuestras vidas”, pues está en juego “una modelo de país, sin miedo a negociar, con diálogo social”. “Lo contrario a la cobardía es el conformismo”, concluyó.
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