Pilar Diéguez, la vecina de la Ciudad Vieja que se ganó el cariño del barrio y a quien el Ayuntamiento dedicó un banco, falleció este domingo a los 91 años. Consiguió llenar de alegría y colorido la calle Cortaduría con el toque de patio andaluz que otorgó gracias al enrejado de macetas de geranios y azaleas que lucían en la ventana de su cocina. “Todo empezó cuando mis nietos me regalaron unas flores. Después más gente me trajo macetas y las he ido colocando. Algunas, las de metal, las recojo de noche por si me las roban, otras las dejo”, confesaba a LA OPINIÓN en 2019.
Los vecinos de la Ciudad Vieja están hoy de luto tras conocer la muerte de Pilar, a la que el Ayuntamiento dedicó un banco, donde solía sentarse a charlar para lidiar con la soledad. Una campaña en redes sociales consiguió que el Concello instalase el asiento frente a su casa.
La asociación de vecinos del barrio le rendirá un homenaje en el pregón de las Fiestas del Rosario que se celebrará el viernes.