La Opinión de A Coruña

Una mirada serena a la ciudad de cristal

  El fotógrafo Andrés Irrazábal captura con su cámara

edificios de A Coruña para resaltar su patrimonio

arquitectónico a través de la redes sociales

Jacobo Caruncho

La ciudad de cristal que es A Coruña es mucho más que las “maravillosas” galerías de la Marina. Su arquitectura, que en los últimos años ha sido restaurada “a pasos agigantados” la convierten en un lugar atractivo para autóctonos y visitantes. Pero en el día a día, quizás no todo el mundo se pare a observar cada detalle arquitectónico y, mucho menos, a investigar la historia que se esconde detrás de cada construcción de la ciudad. Eso es lo que hace Andrés Irrazábal, fotógrafo de origen uruguayo asentado en A Coruña desde 2010, que a través de su cámara capta la esencia de la arquitectura coruñesa para difundirla a través de sus redes sociales.

“Arquitectónicamente A Coruña tiene muchísimo interés y un gran potencial”, asegura. Llegó a la ciudad como fotógrafo aficionado, pero fue aquí donde se formó para hacerse profesional. Montó su estudio en A Gaiteira en el que hacía “un poco de todo”, pero sobre todo fotografía gastronómica. Acabó centrando su carrera profesional en la fotografía inmobiliaria pero este mismo año sus problemas de salud le obligaron a jubilarse. “Ahora soy un jubilado que, en vez de mirar obras, les hace fotos que comparte en redes sociales”, relata. Porque gracias a que ahora tiene más tiempo, puede detenerse con más calma a contemplar la arquitectura de la ciudad y documentarse sobre ella. 

Cámara en mano, desde hace años el fotógrafo recorre la ciudad para captar aquellos espacios arquitectónicos que despiertan su atención. “Siempre me interesaron la arquitectura y el urbanismo”, relata. Y es por eso que A Coruña es una ciudad que le da mucho juego. “A veces nos creemos que hay que ir a destinos exóticos cuando tenemos en nuestra ciudad y nuestro entorno paisajes e imágenes que son realmente potentes”, explica.

Una mirada serena a la ciudad de cristal

Una mirada serena a la ciudad de cristal

“A Coruña tiene una arquitectura súper bonita, ha estado muy degradada pero se está restaurando a pasos agigantados. Ya no tiene esa imagen más gris o deprimida que recuerdo de hace veinte o treinta años, cuando venía de vacaciones. Ahora es una ciudad mucho más luminosa”, celebra el fotógrafo.

Y es precisamente esa luminosidad de la ciudad uno de los aspectos que Irrazábal capta a través de su cámara. A veces retrata construcciones que ya conoce, pero en otros casos primero hace la fotografía y después descubre la historia de aquello que ha captado. “Me sorprendo a mí mismo con las historias y anécdotas que hay detrás de cada edificio”, asegura.

El fotógrafo se dedica a fotografiar los edificios más emblemáticos “con la calidad que se merecen”. Por que a veces, lamenta, la calidad brilla por su ausencia. “Ahora todos llevamos en el bolsillo dos o tres dispositivos que hacen fotos. Todos creemos que somos fotógrafos”, aclara. Pero él le dedica su tiempo, tanto a hacer la fotografía como al trabajo posterior de edición antes de compartirla en sus redes sociales. “Tengo tiempo para sentarme y retocar la foto. A veces incluso la dejo dormir un par de días y la vuelvo a sacar para mirarla con una mirada más fría y serena y la vuelvo a retocar”, explica Irrazábal.

Con todo, el fotógrafo busca “encender la mecha” y aportar “fotos de calidad” que despierten el interés de quienes llegan a su cuenta de Instagram y “poner en valor la arquitectura coruñesa”. “Las cámaras fotográficas son la mejor herramienta de comunicación para la arquitectura. Por cada persona que visita un edificio, varios miles lo conocen por sus imágenes. También para los arquitectos representa un instrumento imprescindible de su formación”, concluye.

Un recuerdo al pasado industrial

Esta fotografía de la grúa que queda en pie en Calvo Sotelo “invita a ver la ciudad a través de sus patas, un enmarque muy atractivo”. “Es un paisaje estupendo que recuerda todo el pasado industrial de la ciudad”, explica Irrazábal, que ve a través de esta imagen similitudes con la ciudad de Bilbao. 

El brillo en plena noche

Una mirada serena a la ciudad de cristal

Una mirada serena a la ciudad de cristal

Aunque su objetivo era fotografiar el edificio ubicado en Linares Rivas, Irrazábal pone el foco sobre la parcela vacía, de menos de cuatro metros. Porque él ahí ve un potencial. “El urbanismo en España por desgracia muchas veces es un obstáculo”, lamenta.

Un edificio emblemático que necesita cuidado

Las fotografías de Irrazábal también sirven de denuncia. Esa malla que cubre la Domus es un fiel reflejo. “Estoy seguro de que estaban cayendo las piedras del revestimiento”, comenta, para poner el foco sobre la necesidad del cuidado de “un edificio emblemático”. 

Entre lo majestuoso y lo terrorífico

Una mirada serena a la ciudad de cristal.

Una mirada serena a la ciudad de cristal.

“Siempre que iba al hospital Modelo y buscaba aparcamiento por ahí, este edificio me llamaba la atención”, relata Irrazábal, que destaca el aspecto “majestuoso, decadente y terrorífico” del edificio, que tiene una “historia interesante detrás”.

Espacios desperdiciados

por ley

Aunque su objetivo era fotografiar el edificio ubicado en Linares Rivas, Irrazábal pone el foco sobre la parcela vacía, de menos de cuatro metros. Porque él ahí ve un potencial. “El urbanismo en España por desgracia muchas veces es un obstáculo”, lamenta.

El Monte Alto más colorido

Una mirada serena a la ciudad de cristal.

Una mirada serena a la ciudad de cristal.

“Esta fotografía refleja una arquitectura muy de Monte Alto, con esos colores y esas vistas al mar”, afirma el autor, que utilizó un objetivo descentralizado que le permitió aislarse del suelo y darle a los edificios del barrio “el protagonismo que merecen” con el mar de fondo.

La casualidad convertida en homenaje

La fotografía del depósito de agua, de 74 metros de alto, fue una casualidad. Irrazábal se la encontró mientras fotografiaba el interior de una planta 11ª. “Mi oportunidad para homenajear a los Becher y la escuela de Düsseldorf”. 

Cuestión de formas y volúmenes

Una mirada serena a la ciudad de cristal

Una mirada serena a la ciudad de cristal

“Las atractivas formas y volúmenes de este imponente edificio genera sombras y contrastes de lo más fotogénicos”, comenta el fotógrafo, que confiesa que desde siempre le atrajo el conjunto de la Ciudad Escolar. “El primer edificio que fotografié con un objetivo descentrable, hace muchos años, fue ahí”, recuerda. 

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