Dos policías nacionales evitan que un hombre se arroje al tráfico al inicio de Alfonso Molina

Dos agentes del Cuerpo Nacional de Policía consiguieron rescatar a un hombre de 54 años que el pasado 29 de noviembre pretendía lanzarse al tráfico en la avenida de Alfonso Molina a la altura del edificio de los juzgados. Esta persona había alcanzado la mediana que separa los dos sentidos de la calzada cuando fue avistada por un ciudadano que circulaba por el lugar, quien advirtió a uno de los policías que custodiaba el edificio judicial.

Acompañado por otro agente, que presta servicio en la Brigada Provincial de Seguridad Ciudadana, se dirigió a la avenida, donde ambos observaron que el hombre había cruzado tres carriles de la circulación y que su actitud era de querer arrojarse a los vehículos que pasaban por el lugar, que circulaban a gran velocidad.

Uno de los policías advirtió a la sala del 091 para que se dirigieran al lugar varios vehículos patrulla con el fin de que cortaran el tráfico y, aunque se ordenó que acudieran allí, los agentes comunicaron que debían intervenir ellos mismos de inmediato para evitar que el hombre fuese alcanzado y que también hubiese riesgos para los conductores.

A pesar de que eran las 18.45 horas ,y por lo tanto ya era de noche, y de que estaba lloviendo, los dos policías procedieron a cortar la circulación por sus propios medios y de forma segura para impedir que se produjeran accidentes, lo que puso en peligro sus vidas.

Una vez que consiguieron inmovilizar a la persona y trasladarla a un lugar seguro, restablecieron el tráfico y fueron felicitados por quienes presenciaron su actuación, entre ellos varios conductores que circulaban por el lugar. Los policías condujeron al hombre al interior del edificio de los juzgados para que se guareciera de la lluvia y posteriormente se lo confiaron a una patrulla de la Policía Nacional que había llegado al lugar, por lo que regresaron a los puestos en los que estaban prestando servicio previamente.

Los agentes informaron a sus superiores que durante su ausencia de la sede judicial otro miembro del Cuerpo Nacional de Policía y un número de la Guardia Civil de Arteixo se encargaron de la custodia del inmueble.