La comunidad educativa coruñesa exige una ley estable y más docentes ante los resultados en PISA

Los resultados del último informe PISA, que relega a Galicia al sexto puesto de la tabla autonómica, no han cogido por sorpresa a la comunidad educativa coruñesa. “Eran previsibles”, aseguran padres y profesores, que coinciden en que la caída en el ranking es un efecto colateral de la pandemia, del que no se han librado ni el resto de comunidades ni los países de la OCDE. “La caída del nivel la hemos apreciado en los centros”, aseguran los directivos de los institutos coruñeses, que recuerdan que debido a la crisis sanitaria fueron “más laxos” con el alumnado, mientras que las asociaciones de padres y madres creen que desde entonces algunos alumnos “perdieron la rutina”. “Los efectos se han arrastrado y estamos ahora empezando a recuperar el nivel que teníamos”, asegura la comunidad educativa, que reclama una ley educativa “más estable” y aumentar la ratio de profesores por alumno para revertir la situación.

Los resultados de la prueba PISA presentados la pasada semana reflejan una “considerable” caída del nivel del alumnado gallego de entre 15 y 16 años, que se sometió a la evaluación en la primavera de 2022. “Durante la pandemia fuimos más laxos en exigencias y se perdió un poco de nivel”, justifica Isabel Ruso, directora del instituto Eusebio da Guarda, que recuerda que las pruebas PISA están “condicionadas” y exige un estudio “mucho más amplio”. En la misma línea se manifiesta su homóloga en el Zalaeta, María Estrella Pérez, que recuerda que en el año del COVID y en los ejercicios siguientes fueron “más suaves” y “se abrió mucho la mano”. “Las instrucciones eran que los niños debían pasar de curso”, recuerda Pérez, que recalca que hubo alumnos a los que fue más complicado llegar. “No todos tuvieron el mismo acceso a la educación y eso se está arrastrando. Estamos empezando ahora a recuperarnos”, alega.

“La pandemia despistó mucho. A los alumnos se les exigía menos y muchos perdieron la rutina”, analiza por su parte María José Ferreño, presidenta de la Federación Provincial de ANPA de Centros Públicos da Coruña. “Si los alumnos pasan una temporada sin estudiar como deben, después les cuesta”, justifica.

Para remontar la situación y recuperar el primer puesto que Galicia obtuvo en la anterior edición del estudio, de 2018, la comunidad educativa hace un llamamiento a la Administración para conseguir una ley de educación estable. “Es una pena que no tengamos una ley que se mantenga en el tiempo, lo que favorecería a toda la comunidad educativa y a la sociedad en general”, explica Isabel Ruso, que hace un llamamiento a los políticos “para que se pongan de acuerdo”. “No podemos estar cambiando el sistema cada cuatro años, necesitamos un consenso en educación independientemente de los colores políticos”, añade por su parte María Estrella Pérez. Y los profesores, más de lo mismo. “No puede haber tanta inestabilidad. La clase política debería estar unida en materia de educación y tirar en la misma dirección”, resalta la presidenta de las ANPA coruñesas.

PISA sitúa a España por encima de la media de la OCDE en buena convivencia entre estudiantes y profesores

Entre los factores que mejorarían el nivel del alumnado, coinciden, estaría también un aumento del profesorado, que mejore la ratio de educadores por aula. Los propios alumnos gallegos lo reclaman en el informe PISA: casi el 20% de los estudiantes consideran que la falta de profesorado obstaculiza su aprendizaje. “Con menos alumnos por aula habría una atención más personalizada, lo que supondría una gran mejora”, explica Isabel Ruso. “Treinta niños en un aula son muchos. Si queremos una educación de calidad, necesitamos más docentes”, asegura por su parte la directora de Zalaeta. “Tener más profesores es básico”, resumen los padres y madres.

Menos pantallas, más lectura

Uno de los aspectos que preocupa a la comunidad educativa es la caída del alumnado en su capacidad lectora, que achaca al auge de los dispositivos móviles. “La lectura es esencial y la sociedad actual invita a leer menos”, comenta la directora de IES Eusebio da Guarda, que defiende que “hay que volver a los libros”, combinándolos con los recursos digitales. “Al alumnado es muy difícil motivarlo para leer”, añade la directora del Zalaeta, que ve un problema de base en la falta de lectura. “Hay que centrase en la capacidad lectora, o los alumnos no van a entender un enunciado, lo que repercute en todas las asignaturas”, relata. “Los alumnos se están habituando al móvil y no le están haciendo caso al papel. Habrá que hacer una campaña importante para fomentar algo tan esencial como la lectura”, concluye por su parte la presidenta de las ANPA coruñesas.

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