Un empresario de A Coruña lideraba la trama que importó el alijo de cocaína de Cambre

El alijo de cocaína de 7,5 toneladas, el mayor de este tipo de droga incautado en Galicia mediante la llamada operación Tonara, descubierto hace una semana en una nave industrial de una empresa del polígono industrial de Espíritu Santo, en el municipio de Cambre, fue transportado hasta Galicia desde Sudamérica por una organización criminal de origen albanés en la que participaba un empresario coruñés, según la Policía Nacional.

La intervención de ese cargamento, junto con otro de 3,4 toneladas también de cocaína descubierto en Valencia, refleja para la policía y la Agencia Tributaria el “mercado al alza” del tráfico con estupefacientes por parte de organizaciones criminales de origen albanés, de las que aseguran que controlan la distribución en Europa desde países como Colombia y Ecuador.

El comisario jefe de la Brigada Central de Estupefacientes, Antonio Duarte, manifestó durante una rueda de prensa en Madrid que aunque las operaciones de Cambre y Valencia son diferentes, existen varios nexos en común. “Detrás de ambos envíos se encuentran redes albanesas, que son las organizaciones que han monopolizado el envío de droga a Europa en dobles fondos de contenedores por vía marítima”, subrayó.

La banda a la que se aprehendió el alijo en Cambre habría creado una red empresarial al frente de la que se encontraba esa persona para traer grandes partidas de cocaína a través de una empresa dedicada al comercio internacional al por mayor de pescado y marisco congelado, así como a la compra venta de fincas rústicas y urbanas y edificaciones y construcciones en general, que compartía su sede social con otras empresas constituidas por la organización.

El alijo de 7 toneladas de cocaína incautado en Cambre entró a través del puerto de Vigo

La droga llegó al puerto de Vigo oculta entre lomos de atún congelado a bordo del mercante Contship Zen y luego se transportó en camión hasta Cambre. La investigación policial se desarrolló en colaboración con la Agencia Tributaria y organismos internacionales al descubrir la existencia de empresas que fletaban envíos de contenedores desde Sudamérica hacia puertos españoles.

Un empresario coruñés lideraba la trama empresarial que trajo la cocaína intervenida en Cambre

Tras efectuar un seguimiento de su actividad, los agentes apreciaron que hacían envíos que pretendían ocultar el tráfico de drogas y, aunque varios de sus contenedores fueron inspeccionados en puertos este año la confianza de la organización en su método de transporte y ocultación les llevó a introducir en uno de ellos las 7,5 toneladas de cocaína, una de las cantidades más importantes en la historia del narcotráfico español y europeo, según la policía.

La investigación comprobó que la organización trasladaba los contenedores al puerto de Algeciras para luego enviarlos al de Vigo, donde se localizaron dos de ellos, uno de los cuales tenía la droga en su interior, momento en el que se detuvo a todas las personas que participan entonces en la descarga. Tras prestar declaración ante la policía cuatro de ellas, fueron puestas en libertad sin pasar a disposición judicial. El estupefaciente se encontraba marcado con cuatro logotipos diferentes con los que pretendían identificar a las diferentes organizaciones criminales europeas que debían recibir el alijo.

El exceso de producción rebaja el precio

La Policía Nacional considera que la incautación de once toneladas de cocaína entre Cambre y Valencia, sumada a otras este año en Algeciras (Cádiz), confirma el predominio en este tráfico de las bandas del Cártel de los Balcanes, principalmente de origen albanés. Los responsables policiales y de la Agencia Tributaria observan un incremento de los envíos de cocaína por la sobreproducción en origen, en parte debido a la prohibición de fumigar las plantaciones con sustancias químicas. Un dato para medir este fenómeno es que el precio de la cocaína en España ha pasado de 33.000 euros el kilo hace unos años a los actuales 18.000 euros.

El año 2023 ya es el que más cocaína se ha incautado, ya que sólo la Policía Nacional ha intervenido unas 20 toneladas más que el pasado año. Vigilancia Aduanera también corrobora este aumento de droga, con más del doble de incautaciones en los últimos doce meses.

En el caso de Valencia, la investigación permitió rastrear un contenedor dentro de un lote de cuatro que tenía un doble fondo en su interior y que llegó al puerto de esa ciudad a principios de noviembre. Durante casi 30 días los contenedores no fueron movidos, por lo que se llegó a pensar que habían sido abandonados, aunque era parte de la estrategia de la organización criminal, ya que a finales de mes cambió la empresa destinataria de la mercancía.

El 29 de noviembre, comenzó a desplazar los contenedores hasta un polígono industrial con contravigilancias en vehículos. Las detenciones se llevaron a cabo cuando los cabecillas se encontraban en un restaurante preparando el traslado.

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