Fin de semana de disputas en la recogida de la basura a la espera de la huelga

El comité de empresa de Prezero, la concesionaria de recogida de basuras, ha anunciado una huelga que empezará este domingo de Nochebuena y se prolongará de manera indefinida en festivos y fines de semana. Y este fin de semana anterior al paro, aprobado mayoritariamente por la plantilla y que deriva de que el comité acusa a Prezero de cometer infracciones laborales y reducir y externalizar servicios (esta afirma que no es así), fuentes de la empresa indican que ha habido problemas en el servicio, con pinchazos en las ruedas y bajada de productividad. Los representantes de los trabajadores lo niegan rotundamente.

Según con fuentes de Prezero, tras la noche del viernes al sábado se comprobó que la mayoría de los camiones tenían pequeñas punciones en una o dos ruedas que hizo que fuesen perdiendo aire al circular, lo que apuntaría a sabotajes. Esto habría obligado a reorganizar el servicio por la mañana para atender a todas las zonas. Pero Alfonso Seijo, miembro del comité de empresa, asegura que tan solo hubo “dos camiones que salieron bajos de aire”, algo que se produce a veces por accidente, y que en conjunto se trabajó normalmente y se recogió la basura.

Seijo es miembro, como todo el comité, del sindicato STL, investigado judicialmente (aunque no lo está él personalmente, y no hay condenados). Según la Policía, el sindicato era parte de una supuesta “trama criminal” que conseguía fondos de concesionarias municipales y cobrar a los trabajadores temporales por trabajar: la cabeza sería el secretario general y presidente del comité de empresa de Prezero, Miguel Ángel Sánchez. El año pasado, antes de que se hiciese pública la investigación, se produjo una campaña de sabotajes en el servicio de basuras que incluyó la quema de camiones y en el que la STL negó que tuviese participación. Ahora, afirma Seijo, “nos querrán echar la mierda a nosotros”.

Fuentes conocedoras de la actividad de la empresa e independientes de Prezero y el comité afirman que hubo pinchazos en más de dos camiones, pero que los sabotajes no fueron tan severos como el año pasado y los camiones simplemente tenían las ruedas bajas, lo que obligó a los vehículos a pasar por el taller y complicó el servicio sin causar interrupciones.

En la noche del sábado a ayer, de acuerdo con fuentes de Prezero, no hubo más pinchazos, pero sí un rendimiento más bajo de lo habitual. Según Seijo, esa noche “salieron todos los camiones a trabajar”, con normalidad.