Aesia y borde litoral, retos de una ciudad “referente”

La recepción navideña de 2022 tuvo a la Aesia entre las principales protagonistas del año que se acababa mencionadas por la alcaldesa en su discurso ante las autoridades y los representantes de la sociedad coruñesa, hasta el punto de que Inés Rey resaltó que las siglas que corresponden a la Agencia Española de Supervisión de la Inteligencia Artificial, asignada a A Coruña, era “la palabra coruñesa del año”. Doce meses después, la Aesia vuelve al salón de plenos y al nuevo discurso navideño de la regidora, esta vez para ser incluida en el apartado de proyectos que en 2024 “se pondrán en marcha de forma efectiva”. Es uno de los retos municipales para el próximo año, como también, destacó Rey, la definición de la fachada marítima de la ciudad, en lo que se compromete a avanzar el Gobierno local “en colaboración con todas las instituciones implicadas”.

Las inversiones “históricas” en los barrios (de Xuxán a Monte Alto, del Agra a Novo Mesoiro) y los cambios en las rutas del bus urbano y la mejora del servicio de transporte público fueron, sin concretar, otros desafíos para el nuevo año anticipados por Rey.

Con la vista puesta en la gestión de 2023, la alcaldesa presumió de ciudad en algunos ámbitos: “Somos la capital económica, social y cultural de Galicia. Su cabeza del reino”. En A Coruña encuentra también una “referencia del noroeste peninsular en la celebración de eventos” y resalta el crecimiento del aeropuerto de Alvedro en el último año como explicación de la condición de la ciudad como otro “referente” en el sector turístico.

Rey celebró los avances experimentados, con la intervención de otras administraciones, en infraestructuras como la avenida Alfonso Molina, la estación intermodal, la cuarta ronda y la ampliación del hospital de A Coruña, así como en el desarrollo de la recién inaugurada Ciudad de las TIC, pero lamentó que los “pasos adelante no niegan la existencia de otros problemas enquistados en los que tenemos que seguir trabajando”, dijo al referirse al acceso a la vivienda, “cuyas tensiones aspiramos a aliviar siempre que contemos con la ayuda de las instituciones que tiene competencia en la materia”.

Los trece minutos que la alcaldesa invirtió en leer apelaron tres veces al “diálogo”, y a la “amabilidad”, término que Rey recalcó en la campaña electoral de las últimas municipales y en el que insistió en su discurso de investidura en junio. Un diálogo —o consenso, aludió— como fórmula para llegar a acuerdos, con A Coruña con relevante protagonismo. “Porque no hay pacto por el progreso de Galicia que no pase por un pacto por el progreso de A Coruña. En este aspecto, como en tantos otros, mi mano siempre seguirá tendida”, subrayó.

Esa llamada al entendimiento, y a la “cercanía”, no se puso de manifiesto ayer en el momento del tradicional brindis navideño de esta recepción anual. Para la foto posaron los ediles del Gobierno local y los del grupo municipal del BNG, que respaldó la investidura de Rey como regidora; no lo hicieron los del PP, molestos aún, según fuentes consultadas, por el trato mostrado por el portavoz municipal hacia estos concejales en el último pleno municipal. Minutos antes, la alcaldesa apelaba a evitar “artificios que nos exporten islas de crispación de otras latitudes”.

El acto en el Palacio de María Pita reunió a medio millar de personas, entre cargos públicos, autoridades y representantes de instituciones y entidades vecinales, sociales, culturales y deportivas de la ciudad, como el Puerto, la Universidad, Cáritas y el Deportivo. El exalcalde socialista Javier Losada también asistió.

Entre balances y desafíos, en su intervención, Inés Rey recordó el fallecimiento de tres leyendas deportivistas como Arsenio Iglesias, Luis Suárez y Amancio Amaro, que “tiñeron de negro el simbólico blanco y azul de A Coruña y Galicia”. La alcaldesa, que aludió más de una vez al peso de la ciudad en la forja del arte de Pablo Picasso, abogó por “dejar fuera de nuestro consenso básico al negacionismo del machismo”.

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