La Lotería se deja notar en los mercados coruñeses

Los mercados de la ciudad estaban a tope. A la circunstancia de que es sábado y previa de Nochebuena se sumó que a más de uno le cayó un pellizco de la Lotería del sorteo de Navidad. Esos décimos del Filón de Oro y las participaciones repartidas por la Asociación de Amas de Casa y la protectora Gatocán llegaron a muchas familias que han decidido darse un homenaje en estas fechas.

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“Se nota mucho la Lotería. Ha venido mucha gente a comprar”, comenta Belén Noriega desde la plaza de Lugo. Reconoce que “lo que más gusta es la centolla” y la que tenía por 200 euros el kilo “voló en media hora”.

Y así ocurrió en muchos puestos de los diferentes mercados de la ciudad. “Hay momentos de mucho estrés, pero se va llevando”, explica Paula, de Mariscos María Carmen Praga, que señala que “en los últimos días, los precios han ido subiendo”. De todas formas, hay marisco “para todos los bolsillos”, como dice Noriega. “Hemos tenido centollas desde 85 a 200 y pico euros. Cigala de 35 a 200. Pero a la gente no le importa el precio, si tienen la tradición de comer algo en estos días, lo compra”, añade.

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En los mercados se podían encontrar nécoras a 50 euros el kilo, la bandeja de zamburiñas a 14 euros, las navajas a 20 y los percebes a 145 euros, pero lo que había, sobre todo, eran muchas colas y algún cliente muy impaciente por recoger sus pedidos. “Es mejor venir unos días antes y reservar que no poder llevar nada”, decía una clienta al recoger sus centollas. Algunos aprovechaban también para hacer fotografías del festival de marisco y pescado y otros enseñaban a los más pequeños qué manjares son los mejores para estas fechas.

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“No me queda”, era otra frase bastante repetida este sábado y con la que se encontraron muchas de esas personas que llegan a última hora a las plazas. “Estamos vendiendo muchísimo”, comenta Eugenia, de Mariscos Geni, que apenas tiene un minuto para estar quieta: “Es el típico día que no paramos”.

La misma historia se repetirá la próxima semana, cuando toque despedir el año y tomar las doce uvas. Ahí, el marisco también vuelve a ser el invitado perfecto a la mesa. “Aunque yo prefiero pescado”, le decía un vecino a otro en la plaza de Lugo.