Los distritos postales más periféricos son los únicos de A Coruña sin el alquiler tensionado

Polígono de Elviña, Barrio de las Flores, Novo Mesoiro, O Castrillón y Eirís son algunos de los barrios que se libran de la mayor subida de precios

A Coruña lleva más de tres años con las rentas muy por encima del IPC

Vista de edificios residenciales de A Coruña.

Vista de edificios residenciales de A Coruña. / Víctor Echave

A Coruña

Solo los tres distritos postales más periféricos de A Coruña carecen de tensión en su mercado de alquiler, según los datos ofrecidos por el Observatorio da Vivenda de Galicia, organismo integrado por representantes de Xunta, ayuntamientos, arquitectos, arquitectos técnicos, promotores, constructores, cooperativas y consumidores. De acuerdo con el estudio realizado, únicamente los distritos 8, 9 y 190 se libran de soportar alquileres por encima de las posibilidades de la mayor parte de la población.

En el primero de esos distritos se encuentran los barrios de Agrela, parte de A Zapateira, polígono de Elviña, O Birloque, O Martinete, Someso, San Vicenzo de Elviña, Vioño, Barrio de las Flores y Lonzas. El distrito 9 está integrado por su parte por O Castrillón, parte de Os Castros, Eirís, Matogrande, Palavea, A Gaiteira, A Cubela, Santa Gema y parte de Monelos. El 190 es aún más periférico, ya que lo forman la Urbanización Breogán, Mesoiro, Feáns y Novo Mesoiro.

Distritos postales de A Coruña con el mercado de alquiler tensionado.

Distritos postales de A Coruña con el mercado de alquiler tensionado. / La Opinión

El resto de los distritos del municipio se consideran tensionados, incluso algunos de los que podría pensarse que no deberían serlo por su ubicación geográfica o por las características de su oferta inmobiliaria. Así sucede con barrios como Labañou, Visma, Sagrada Familia, Agra do Orzán, O Ventorrillo, Os Mallos, Os Castros, Os Rosales y Monte Alto.

La Ley por el Derecho a la Vivienda considera que se puede declarar tensionada una zona de mercado residencial cuando el coste medio de la hipoteca o la renta del alquiler, junto con los gastos básicos del hogar, sobrepase el 30% de los ingresos o la renta media de los habitantes de una unidad familiar.

También puede hacerse cuando el precio del alquiler haya crecido en los cinco años anteriores al menos en tres puntos porcentuales con respecto al que haya experimentado el Índice de Precios al Consumo (IPC) en esa comunidad autónoma. En el caso de Galicia, los precios aumentaron entre 2107 y 2021 un 7,6%, cuando el del alquiler en A Coruña lo hizo en un 14,8% en ese mismo periodo, por lo que la diferencia entre ambos es de 7,2 puntos y haría posible la declaración de zona tensionada. Durante esos años se alquilaron 99.346 viviendas en la ciudad, según la información obtenida por el Observatorio mediante el Índice de Alquiler de Viviendas del Ministerio de Transportes.

Los datos más recientes van en la misma dirección, ya que entre los años 2018 y 2022 el crecimiento de los precios del alquiler en la ciudad fue del 21,2%, frente al 14,5% que lo hizo el IPC, de forma que la diferencia fue 6,7 puntos y también permitirían declarar a A Coruña como mercado tensionado. Para obtener este dato se partió de las fianzas depositadas de los alquileres depositadas en la administración autonómica, que fueron una media de 5.948 en cada uno de esos cinco años. Pero, además, A Coruña es uno de los 44 municipios de Galicia en los que el mercado del alquiler ha estado tensionado durante los tres últimos años, lo que refleja que no se trata de un problema esporádico, sino de una tendencia consolidada.

Cuando una zona cumple los requisitos para que se declare como mercado tensionado, debe solicitar esta declaración a la comunidad autónoma, trámite que en A Coruña ya efectuó el Concello con la Xunta, que le contestó que su petición “no estaba motivada”, aunque luego se abrió a la posibilidad de aceptarla. Una vez que se admita la solicitud, que debe ser comunicada al Gobierno central, los precios del alquiler deben permanecer invariables durante tres años, incluidos los aplicados por los propietarios de más de diez viviendas, y se deberán prorrogar los contratos. Los nuevos que se firmen a partir de la declaración deben adaptarse a la media de cada zona, según el índice que creará el Ministerio de Transportes.

La Ley obliga además a elaborar un plan para hacer frente al fuerte incremento de los precios y a aplicar medidas de colaboración entre el sector público y el privado para aumentar el volumen de viviendas de precio asequible.

Aunque el Gobierno gallego se pronunció inicialmente en contra de declarar zonas tensionadas para el alquiler en Galicia, posteriormente cambió de opinión e introdujo esta posibilidad a través de la Lei de Medidas Fiscais e Administrativas, que acompaña a los presupuestos autonómicos de 2024. En esa normativa se exige a los ayuntamientos que presenten la solicitud de declaración que creen una mesa en la que participen los colegios profesionales relacionados con la vivienda, los administradores de fincas, las inmobiliarias y los promotores de viviendas para que expresen su opinión sobre ella.

Pero varios de esos sectores implicados en este mercado tienen una opinión contraria a la declaración de zona tensionada, como es el caso de los agentes de la propiedad inmobiliaria, los administradores de fincas, los arquitectos técnicos y los promotores, además de la Asociación de Inquilinos de A Coruña. A favor de esta propuesta se han posicionado la Federación de Asociaciones de Vecinos y la delegación coruñesa del Colegio Oficial de Arquitectos de Galicia.

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