Una “antena” para la soledad no deseada en A Coruña

Las entidades sociales buscan concienciar e implicar a la población ante los casos de mayores que viven solos, tras encontrar los bomberos a dos fallecidos en sus viviendas

Una persona mayor paseando en solitario por la ciudad

Una persona mayor paseando en solitario por la ciudad / Carlos Pardellas

En tan solo un breve margen de menos de media hora, dos personas de edad avanzada fueron localizadas sin vida en sus domicilios. Ocurrió en la noche del pasado jueves en dos puntos distintos de la ciudad y en ambos casos las víctimas vivían solas en su hogar. Un doble suceso en el que todo apunta a muertes naturales pero que pone de manifiesto una de las muchas realidades que se esconden tras la soledad que atraviesan “muchísimas” personas mayores de la ciudad. “Es el problema que más se está tratando en el ámbito social y médico, pero hay que hacer un esfuerzo muy grande para que la gente conozca esta realidad”, alertan las entidades sociales, que ponen el foco en la concienciación social y la importancia de la implicación en proyectos preventivos de enfoque comunitario que puedan evitar un final solitario para las personas mayores.

79 años tenía el hombre hallado sin vida en la avenida de Fisterra a las 21.27 horas del jueves. Poco después, a las 21.49 horas, los Bomberos recibían una llamada desde la calle Pascual Veiga para la apertura de una puerta tras la que vivía una mujer de 74 años que también perdió la vida. “Hay que trabajar desde la prevención para no llegar a estas situaciones que nos podemos encontrar”, explica Cristina Méndez, directora provincial del área de personas mayores de Cruz Roja en A Coruña, que trabaja en proyectos comunitarios para fomentar la participación social de las personas mayores.

Con proyectos como La buena vecindad, Cruz Roja trabaja con la colaboración del Concello para implicar no solo a las personas trabajadoras y voluntarias de la entidad, sino que buscan la implicación del entorno. Farmacias, panaderías, fruterías... son establecimientos que suelen ser frecuentados por las personas mayores. “Su implicación sirve de antena y voz de alarma cuando una persona que va habitualmente lleva dos días sin aparecer por ahí”, explica.

Pero la implicación social es cosa de todos y el abordaje de la soledad no deseada requiere de un enfoque comunitario que implique también a los vecinos. “Con nuestros proyectos les ayudamos a integrarse y que adquieran competencias para ampliar la malla de soporte emocional y social, que les sirve de refugio”, explica Méndez.

“Muchas veces hay desconocimiento sobre la soledad no deseada”, relata esta experta, para explicar que a veces “cuesta llegar a una comunidad para buscar su implicación y que te escuche”. “Pero una vez la gente se inicia es muy gratificante y las personas usuarias se sienten muy arropadas. Saber que alguien se preocupa por ellas les da seguridad”, celebra.

“Si la soledad no deseada no se detecta puede derivar en consecuencias indeseadas”, explica Juanjo Castro, coordinador adjunto del área de Envejecimiento Activo de Afundación, con varios proyectos en A Coruña, que recuerda que habitualmente son mujeres las que sufren esa soledad. “Hay que hacer un esfuerzo para que este tema se conozca porque hoy por hoy es de los más graves a nivel social”, comenta.

Desde Afundación buscan que se genere un entramado social que permita hacer contactos a las personas mayores. “Muchas veces se tardan días en saber que una persona que vivía sola ha fallecido”, lamenta. Un situación que —aclara— se da con más frecuencia en el entorno urbano que en el rural. “En los pueblos pequeños se siguen manteniendo las conexiones y la gente se preocupa por sus vecinos”, justifica.

“Todos debemos de ser capaces de dar la alarma si vemos que está pasando algo”, defiende. ¿Pero cómo actuar cuando sospechamos que una persona mayor puede estar pasando por una situación complicada? Tras llamar a su domicilio, si no hay respuesta, hay que ponerlo en conocimiento de los servicios sociales y, si no, recurrir a las autoridades policiales. “Es preferible que uno peque de preocupación a no hacerlo, puedes llegar a salvar una vida”, concluye Castro.

Suscríbete para seguir leyendo

Tracking Pixel Contents