La Xunta inicia obras de urgencia en los pisos de Novo Mesoiro tras las quejas de los vecinos
El IGVS acometerá una serie de actuaciones de carácter provisional al tiempo que prepara un nuevo concurso para las reformas definitivas, una licitación que ya quedó tres veces desierta

Una pared afectada por la humedad en uno de los pisos sociales de Novo Mesoiro. | // IAGO LÓPEZ
La Xunta ha buscado una solución de urgencia para las graves deficiencias que sufren los pisos sociales de Novo Mesoiro y que afectan a más de 150 familias. Según les informó el Instituto Galego de Vivenda e Solo (IGVS), los técnicos se pasarán ya esta semana para analizar los trabajos, que se acometerán en las zonas en estado más calamitoso antes de que el invierno vuelva a ser una pesadilla para los inquilinos. Aunque celebran el movimiento, los vecinos continuarán con las movilizaciones: ayer mismo presentaron por registro 174 firmas para denunciar una situación que relataban a este periódico hace unos días. Sus ventanas seguirán con carteles negros de “Chóvenos na casa”.
Los edificios tienen apenas 14 años. pero el panorama es desolador. Habitaciones enteras inutilizadas, moho, boquetes en el techo y el papel de la pared desprendido como consecuencia de la humedad. Los cubos colocados para recoger las goteras obstaculizan el paso a los residentes en los pasillos y zonas comunes, que también sufren cortes de luz por el agua. Usan el ascensor con miedo porque que también les afectan las filtraciones.
La Xunta licitó tres veces el arreglo y tres veces quedó desierto, incluso elevando el presupuesto hasta casi el millón de euros. Ninguna empresa de impermeabilización de la zona —con las que contactaron expresamente los vecinos para exponerles que se abría la licitación— concurrió.

Quejas en los pisos sociales de Novo Mesoiro por goteras y humedades: "¡Chóvenos na casa! / Iago López
“Tenemos contacto permanente con el IGVS y sabemos lo difícil que es que se saquen tres licitaciones en ocho meses como se ha hecho”, declara la portavoz de la plataforma de vecinos afectados, Maite Orduña. Con la reactivación de la construcción, la proliferación de reformas y la falta de mano de obra, los contratos de las administraciones han pasado a un segundo plano para las constructoras. Como en Xuxán, en la que solo una firma se presentó al mayor contrato que ha licitado este año el Concello, el edificio de pisos sociales, con más de diez millones de euros de presupuesto.
Lo que hagan ahora será una solución provisional, a la espera de que se intenten contratar, por cuarta vez, los trabajos definitivos, presupuestados en casi un millón de euros. Será “un parche” aprovechando que aún no han llegado las lluvias, que permitirá “cubrir, aislar y revisar los sitios que están peor” para “que estas familias puedan vivir sin agua durante el invierno”.
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