Maxsoud Luiz: “Lo que hicieron con mi hijo fue odio. Ni a un perro se le deja tirado así”

El padre de Samuel le describe como un joven «ejemplar» con «un futuro por delante» y que nunca «había tenido un problema de noche» | Pidió «vivir tranquilo» y aseguró que «jamás» va a «vender la vida» de su hijo

El padre de Samuel Luiz declara en el juicio por la muerte de su hijo

Europa Press / RAC

«Quiero que esto acabe cuanto antes», visiblemente emocionado, con la voz entrecortada y haciendo pausas. Así transcurrió la declaración de Maxsoud Luiz da Silva, el padre de Samuel Luiz, que compareció este lunes en la Audiencia Provincial, donde se celebra el juicio por la paliza mortal que sufrió su hijo hace tres años. A preguntas de la fiscal, Olga Serrano, que no pudo contener tampoco las lágrimas en varios momentos del interrogatorio, Maxsoud Luiz describió a su hijo como un joven «con una educación excelente, que nunca bebió y que no le gustaba estar en peleas». «Era mi mejor amigo», declaró el padre, devastado, que aseveró que «nadie en esta vida puede hablar mal de mi hijo».

Un chico «ejemplar» con «un futuro por delante», al que su padre siempre previno contra la violencia. «Jamás, nunca, me comentó haber tenido un problema por la noche. Siempre le enseñé desde pequeño que se apartase de la violencia, que saliera corriendo», narró el padre, que aseguró que la respuesta de Samuel era «papá, tranquilo, no me voy a meter en ningún fregado».

Con dificultades para continuar con la declaración en algunos momentos, el padre del joven habló de cómo les ha cambiado la vida, a él y a su mujer, desde el fallecimiento del joven. «Me arrancaron lo que más amaba. Me quitaron algo por lo que luchar, me lo quitaron todo. Mi vida cambió en todo. Lo que hicieron con mi hijo fue odio. Ni a un perro se le deja tirado así, en una cuneta, y así estuvo mi hijo», declaró Luiz. También se refirió a la condición sexual de Samuel, que, si bien el joven nunca había admitido directamente ante sus padres, sí mantuvo con su progenitor una conversación al respecto. «Yo, por cosas que veía, le pregunté por su condición. Su respuesta fue ‘papá, aún no es el momento’. En mi casa no forzamos a nadie. Un padre conoce a su hijo y respeta a su hijo», declaró Maxsoud Luiz.

El padre de Samuel contó que él mismo rechaza la violencia, que acude a la iglesia —es diácono en un movimiento evangélico llamado Congregación Cristiana— y que proviene de una familia «infelizmente autodestruida» por la «violencia de género y alcohol», lo que le llevó a tomar un camino distinto, el mismo que quiso inculcar a su hijo.

«En mi casa no aprendí muchos valores, tuve que aprenderlos fuera. En mi cuerpo hay marcas de violencia. Escogí un camino distinto y fue el camino que le enseñé a mi hijo hasta el día que me lo quitaron·», aseguró. Maxsoud Luiz declaró que, la tarde previa a los hechos, Samuel estaba «tranquilo» y con ganas de salir de fiesta.

Sobre los acusados, el progenitor del joven fallecido declaró que «quien tenga que pagar, que pague», y que en este asunto «hay muchas familias destrozadas». «Que no me cuenten cuentos. No estoy para oír cuentos de nadie. No nací para juzgar, nací para estar en una iglesia cuidando a la gente», señaló. Su declaración arrancó también las lágrimas de una de las acusadas, Catherine Silva.

«Quiero vivir tranquilo, no voy a vender a mi hijo»

La madre de Samuel también estaba citada a declarar, pero pidió no hacerlo, algo que las partes aceptaron. Sobre la situación y las perspectivas actuales de los progenitores del joven, Maxsoud Luiz manifestó que «seguiremos sin hablar» y que solo buscan «seguir nuestro camino como estamos, callados y sin hablar». Aseguró que, desde los trágicos sucesos, le han hecho llegar «muchas» propuestas para hablar en medios de comunicación, de las que no aceptó ninguna. «Quiero vivir tranquilo, que nadie me busque, que nadie hable conmigo. Las imágenes que salen están matando al amor de mi vida. Me robaron a mi hijo, pero no mi fe. No voy a vender a mi hijo. Jamás autorizaré a nadie a hablar por mí o por mi familia. Jamás voy a vender la vida de mi hijo», aseveró.

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