El tiempo de los ‘Agroinfluencers’

Los ‘influencers’ Lucía Casal, NuskaChousa, Cé Rodríguez y Ana, de A nosa granxa, populares en redes sociales por su contenido en torno a la agricultura, la ganadería y las actividades propias del rural comparten sus experiencias en una jornada impulsada por Hijos de Rivera en el MEGA

Creadoras de contenido sobre el rural reflexionan sobre sus proyectos en el Museo de Estrella Galicia. |  Carlos Pardellas

Creadoras de contenido sobre el rural reflexionan sobre sus proyectos en el Museo de Estrella Galicia. | Carlos Pardellas

«Me crié entre vacas, nací en el rural. Cuando me hice Instagram subía fotos con las vacas porque era lo que me gustaba», resume la joven agroinfluencer Lucía Casal, sobre cómo se lanzó a generar un contenido que ya le ha brindado 20.000 seguidores y un Premio Nacional de Juventud, del que Injuve le hizo entrega el año pasado. Lo que para ella era lo más normal del mundo, la vida en una explotación ganadera, se convirtió para miles de personas en una ventana abierta a la realidad del rural en Galicia, que Lucía narraba, con naturalidad, a través de vídeos en sus redes sociales. «Mi pretensión nunca fue tener seguidores. Contaba mi día a día de forma desinteresada. Estoy muy orgullosa», reconoce.

Lucía Casal es una de las creadores de contenido digital en torno al rural que participaron, este sábado, en la jornada Comunicación Rural Sustentable, impulsada por Hijos de Rivera en el Museo Mundo Estrella Galicia y que reunió a profesionales de la comunicación del agro gallego, que contribuyen a generar nuevas narrativas sobre el medio rural, demostrando que el sector primario es un ámbito con mucho futuro y, a través de perfiles como estos, también con tirón en redes. Mismo final con distinto camino es el de Sandra, de Nosa Granxa, que dejó su vida en la ciudad para levantar desde cero una granja, sin experiencia previa con animales pero con toda la ilusión del mundo, codo con codo junto a su marido Jose. Su proceso de aprendizaje, que compartían a través de Instagram, ya les ha hecho reunir 34.000 seguidores.

«Nos mudamos allí con las maletas de ropa, un sofá y dos gallinas. De ahí lo de a nosa granxiña. No sabía nada, tuve la suerte de conocer a mi vecina Josefa, que fue la que me enseñó: un día a plantar tomates, otro a tratar con las vacas... la gente aprendía al mismo tiempo que nosotros», cuenta Sandra.

La pretensión de Ana Domínguez, conocida en redes como NuskaChousa, cuando comenzó a compartir vídeos de su día a día en Instagram, donde ya cuenta con casi 62.000 seguidores, era bien distinta: además de pasar el rato, quería conservar un patrimonio inmaterial, el de los usos, costumbres, oficios y recetas del rural que corre el riesgo de perderse si no se traslada. Su gracia natural a la hora de comunicar hizo el resto. «Soy muy analógica. Cuando empecé, no sabía ni qué era Youtube. Siempre me gustó la cocina y quise mantener la tradición culinaria, el cómo se hacían las cosas en tal sitio. Hay muchas recetas que la gente no se atreve a hacer, como la empanada. Es importante mantener viva la memoria de nuestros mayores, el folclore del rural, lo que mueve a un pueblo», defiende.

La corona de los agroinfluencers gallegos, no obstante, la lleva ahora mismo Cé Rodríguez, que está a punto de llegar al millón de seguidores en Youtube, donde sus vídeos sobre horticultura son toda una sensación. No son pocas las empresas que le ofrecen colaboraciones, pero él tiene muy claros sus principios. «Apostar por el rural no es solo hacer greengwhasing. Es apostar por bancos de semillas para que no se pierdan, por puestos de trabajo, difundir proyectos interesantísimos que hay por ahí y que no salen en ningún medio», anima.

Cé Rodríguez llama a poner el foco en las historias personales que hay detrás de cada proyecto y a derribar viejos mitos sobre la vida en el rural; mitos que Lucía Casal conoce bien. «Yo por vivir en la aldea tengo el mismo derecho a ir a un centro comercial, a ir de vacaciones, a hacer vida como cualquiera. A veces recibo críticas por redes, me dicen ‘pero si no tienes ni las botas sucias’. Hombre, tengo agua en casa. Vivir en el rural no es vivir en la mierda», defiende.

Por encima de todo, les mueve la vocación de continuidad de un estilo de vida que cada vez cuenta con menos adeptos y que, para ellos, representa múltiples beneficios. Sandra, de Nosa Granxa, se convence cada día de que no pudo haber tomado un mejor camino. «Lo más probable es que ni nosotros acabemos de ver este proyecto. Plantar una semilla es fácil, pero una repoblación es difícil. Es un proyecto sentimental y bonito, que queda para la gente que venga después. Si se llega a acabar, quedarán los conocimientos que hemos compartido».

La jornada Comunicación Rural Sustentable reunió este sábado en MEGA a más de 100 profesionales del mundo de la comunicación, iniciativas rurales y expertos en sostenibilidad para reflexionar sobre cómo transformar la narrativa del medio rural. Organizado por la Fundación Galicia Sustentable e Hijos de Rivera, el encuentro fue un espacio de diálogo para impulsar el rural en positivo. El encuentro parte de las conclusiones del Foro Rural Sustentable 2024, donde los participantes subrayaron la necesidad de construir una comunicación más positiva y auténtica del medio rural.

Entre otros ámbitos, el evento repasó los 12 años de divulgación de iniciativas rurales a través del Mercado de la Cosecha, contó con la visión de profesionales del audiovisual como Diego Guerrero, director de Cos pés na terra y repasó historias de éxito como Orballo, Casa Grande de Xanceda, Trasdeza Natur, Os Biosbardos o A Cernada.

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