Las seis estaciones de BiciCoruña que en julio eran inminentes siguen sin abrir

Estación de BiciCoruña, en O Parrote. |  Carlos Pardellas

Estación de BiciCoruña, en O Parrote. | Carlos Pardellas

A Coruña

A mediados de julio, la alcaldesa, Inés Rey, se dio un plazo de nueve meses para añadir 36 estaciones de BiciCoruña a las 49 ya existentes. De ellas, seis de ellas se incorporarían de manera inmediata, ya que provenían de una fase anterior: cuatro en los campus de Elviña, Zapateira y Oza, una en la playa del mismo nombre y la sexta a la entrada de Pocomaco. Pero, cinco meses después, no se ha construido ninguna nueva estación, y aún se está acometiendo la obra civil de las de los campus. Según fuentes municipales, «tardaron más porque no es suelo municipal», al contrario que otras, lo que lleva «más trámites». Este problema, indica el Ayuntamiento, se da en «las otras que faltan».

El plazo para alcanzar el objetivo de 89 estaciones de BiciCoruña, según los cálculos de la alcaldesa el pasado mes de julio, acabaría en abril del próximo año. Entre los lugares en los que se construirán paradas en esta segunda fase están zonas de la periferia como Xuxán, San Pedro de Visma, Palavea, A Gaiteira y Pedralonga. Pero también se reforzarán barrios más céntricos y que ya tienen paradas, con nuevos estacionamientos en la calle San Vicente en Os Mallos, Lonzas, la ronda de Monte Alto a la altura del mercado, la Domus, el Cantón Pequeño a la altura de la calle Alameda y San Andrés. En A Sardiñeira habría dos para cubrir la demanda de la futura intermodal, y Rey también prometió otro par para Novo Mesoiro por la elevada población joven que tiene el barrio. Aunque se prometieron instalaciones en barrios como Agra do Orzán u Os Rosales, parte de las estaciones quedaron con la localización exacta por definir, y tres de ellas se reservaron para atender nuevas demandas de uso que puedan surgir.

Un millón de viajes e IA

Entre enero y septiembre de este año, el sistema de BiciCoruña sobrepasó el millón de usos. Este mes, el Concello implementó un nuevo algoritmo para «optimizar» el servicio municipal de préstamo de bicicletas. Se trata de un software desarrollado por la empresa Qucit que se «anticipará» a las necesidades de las estaciones.

Esta inteligencia artificial sugerirá actuaciones para «reequilibrar la distribución de bicicletas», y también optimizará las rutas de los vehículos que realizan el mantenimiento o las bicis. Según la concejala de Movilidad e Infraestructuras, Noemí Díaz, esto permitirá «reducir los desplazamientos innecesarios, y con eso, la huella de carbono».

Suscríbete para seguir leyendo

Tracking Pixel Contents