De patio a patio, de la cárcel al ‘cole’

«Nos sirvió como herramienta para demostrar que, si nos dejan, somos válidos», resume uno de los internos de Teixeiro el proyecto Entre Patios, en el que centros escolares de A Coruña recibieron muebles ensamblados en prisión y diseñados en el instituto Rosalía Mera. Una iniciativa de premio

Montaje de una de las mesas en un centro escolar. |  Cedida por el centro penitenciario de Teixeiro | |  CEDIDA POR EL CENTRO PENITENCIARIO DE TEIXEIRO

Montaje de una de las mesas en un centro escolar. | Cedida por el centro penitenciario de Teixeiro | | CEDIDA POR EL CENTRO PENITENCIARIO DE TEIXEIRO

Para los internos del centro penitenciario de Teixeiro casi todos los días son iguales, con sus rutinas, con su recuento, con su hora de comer y de salir al patio, por eso, los días en los que hay actividades o talleres especiales se suelen pasar más rápido. La Fundación Érguete y la prisión se han unido este año para desarrollar el proyecto Entre Patios, una iniciativa en la que los reclusos de Teixeiro realizaron, con la colaboración de los estudiantes de Formación Profesional del instituto Rosalía Mera, mobiliario para centros educativos de A Coruña.

Instalación de una pieza del proyecto Entre Patios.

Instalación de una pieza del proyecto Entre Patios.

«Del patio de la cárcel al patio del colegio», resume el director de la prisión, José Ángel Vázquez, que explica que esta iniciativa, que empezó a fraguarse en 2023 y culminó durante 2024, con la instalación de los muebles y decoraciones construidas, les ha valido el premio Aprendizaje y Servicio, en la categoría de Entidades Sociales, que se entregó el pasado 13 de diciembre en Mérida. Fueron veinte mesas que ensamblaron internos de los módulos 7 y 9, ambos de respeto —en el 9 están, además, los reclusos de salud mental— , y que llevan el sello de la reinserción social.

En un vídeo en el que los internos hablan sobre qué supuso el proyecto para ellos, destacan que les gustó el hecho de haberse «sentido útiles en un entorno laboral» y, sobre todo, haberse sentido «parte de la sociedad», dejando atrás el «estigma» que arrastran las personas privadas de libertad. Como esta iniciativa tuvo muy buena acogida, están ya trabajando en la siguiente edición, que pasará de la madera a las redes, de las mesas y la decoración, a las canastas de baloncesto.

«Para ellos es muy gratificante porque, además, lo que hacen va destinado a colegios, además hicieron alguna salida programada para poder colocar los muebles en los centros», comenta Vázquez. Los internos destacan, además, que este tipo de iniciativas les ayudan a quitarles «los miedos de volver a vivir en libertad», formando parte de una sociedad que todavía tiene «una oportunidad» para ellos. «Esto nos sirvió como herramienta para demostrar que, si nos dejan, somos válidos», resume uno de los internos que participaron en Entre Patios. «Un éxito», concluye uno de los niños que ve cómo estas mesas son ocupadas por sus compañeros para «merendar».

Suscríbete para seguir leyendo

Tracking Pixel Contents