Condenados cuatro hombres por robar, causar destrozos e intimidar en varios bares

La Audiencia les considera culpables de varios atracos con agravante de disfraz

Los procesados usaron mazas de metal y balas de fogueo

Tribunales A Coruña.

Tribunales A Coruña. / Shutterstock

M. O. M.

La sección segunda de la Audiencia Provincial condenó a cuatro hombres como coautores de un delito de robo con violencia e intimidación en varios restaurantes y bares, con agravante de empleo de disfraz, ya que los procesados siempre actuaban con la cara cubierta por capuchas o pasamontañas. En el caso de dos de los acusados, también aplica el agravante de reincidencia, con penas entre los cuatro años y nueve meses y los cinco años de cárcel. Los cuatro encausados cometieron varios robos en locales de la ciudad en 2020, en ocasiones con intimidación y violencia al personal de los mismos, valiéndose de mazas metálicas o pistolas con balas de fogueo. Los cuatro están condenados, asimismo, junto a un quinto encausado, por delito continuado de robo con fuerza en establecimiento abierto al público fuera de las horas de apertura, y participación en grupo criminal, con la agravante de empleo de disfraz, a penas de entre cinco años y cinco meses y siete años y seis meses de prisión.

Por desistimiento voluntario, el tribunal los absolvió a todos del delito de tentativa de robo con violencia o intimidación en una gasolinera. En su fallo, el tribunal considera probada por pruebas indiciarias la participación de los procesados en los atracos, apoyado en las grabaciones de las cámaras de los locales que asaltaron, en las vigilancias y declaraciones de la policía y en el testimonio de los empleados de los bares. El fallo apela al «plan» prologado en el tiempo que trazaron los encausados para conseguir, a través de diversos asaltos, «el suficiente botín para lucrarse ilícitamente», tanto en locales abiertos a altas horas de la madrugada como a otros ya cerrados. Los cuatro principales acusados participaban directamente en los asaltos, mientras que el quinto se encargaba de los traslados y la vigilancia. Los asaltos comenzaron en febrero de 2020 en un local donde amedrentaron a la empleada con mazas metálicas y pistola con cartuchos de fogueo, para después tirarla al suelo y propinarle patadas. En marzo emprendieron otros dos asaltos más en bares y restaurantes, y un par de tentativas. De todos estos atracos, los encausados se llevaron dinero de las cajas registradoras, de máquinas recreativas, del bote de propinas e incluso dos jamones que sustrajeron de un local; y causaron varios destrozos.

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