Los pasajeros de Media Distancia en San Cristóbal se duplican en una década

La mejora del Eje Atlántico y los abonos gratuitos explican el aumento, pero tanto usuarios como expertos advierten de que el número de trenes no creció en la misma medida y reclaman que se pongan más servicios en las horas punta

Edificio de la estación provisional de tren de San Cristóbal. |  Carlos Pardellas

Edificio de la estación provisional de tren de San Cristóbal. | Carlos Pardellas

En 2013, según el Anuario del Ferrocarril, pasaron por la estación de trenes de San Cristóbal más de 1,45 millones de pasajeros de Media Distancia, la décima cifra más elevada de todo el país. Los viajeros siguieron creciendo, hasta superar los 1,93 millones en 2019. En 2022, en cuyo cuatrimestre final se empezaron a aplicar los abonos gratuitos para viajeros frecuentes, A Coruña ya superaba los 2,3 millones de pasajeros, una subida del 58,9% desde 2013 que, entre las principales estaciones del país, solo superaron Pontevedra y la parada madrileña de Atocha. Al año siguiente, según datos facilitados por Renfe, la cifra fue de casi 3,08 millones, más del doble que una década atrás. Pero expertos y usuarios señalan el lado oscuro de esta historia de éxito: los medios no han crecido en la misma proporción, así que faltan asientos.

El ingeniero técnico en Obras Públicas Xosé Carlos Fernández, especialista en ferrocarril gallego, resume la situación en que «no se está dedicando suficiente material, y el material es inadecuado». La subida de pasajeros, afirma, se debe en primer lugar a la mejora técnica del Eje Atlántico que conecta A Coruña con Vigo, una «gran inversión» que mejoró «considerablemente» los tiempos de viaje e hizo al tren «totalmente competitivo» frente al coche y al bus. Luego se sumaron los abonos, y la demanda se disparó.

Pero Fernández explica que, aunque se han renovado los modelos, «los trenes que se ofrecen son los mismos en número y en número de servicios». Ahora hay una «sobreexplotación», con vehículos «casi sin tiempo de mantenimiento» y un alto desgaste. Es, considera, «un servicio rápido, pero un mal servicio», con retrasos y falta de frecuencias. El problema, defiende, se «intenta resolver creando otro», utilizando los trenes que van a Madrid para llevar pasajeros del Eje Atlántico hasta Santiago, pero estos vehículos «con mucha frecuencia van o vienen con retrasos».

En las horas punta se ponen trenes dobles, pero los aparatos «solo tienen una puerta en medio de cada coche, estrecha», lo que dificulta salir y entrar y añade tiempo a las paradas. La solución, para el ingeniero, es sencilla, aunque no gratuita: poner más material y más personal.

La plataforma de usuarios Perder O Tren coincide en que «la oferta actual es muy escasa para la necesidad real, y supeditada a líneas de larga distancia». Reclaman crear líneas de cercanías y usar el tren gallego para «vertebrar Galicia» conectando sus ciudades.

El Estado ha anunciado que mantendrá la gratuidad en viajeros habituales hasta junio del año que viene, y después el abono de Media Distancia tendrá descuentos del 40%. Perder o Tren reclama un «sistema de abonos flexibles». La gratuidad, indican desde la asociación, ha hecho aflorar la demanda, ya que «el 57% de los usuarios actuales no usaban habitualmente el tren antes, porque era muy caro», pero el servicio es necesario para mejorar la economía. «Necesitamos más frecuencias en horas punta, trenes madrugadores que lleguen antes de las 8 de la mañana», defiende la agrupación.

La Plataforma de Usuarios del Tren de Media Distancia de Galicia concuerda. «Necesitamos más trenes, reforzar las horas de alta demanda, la oferta es muy rígida desde el principio de los tiempos», enumera su portavoz, Iria Méndez. Argumenta que «no hay un problema de saturación», esto es, de que no se puedan añadir más trenes, por lo que es necesario sumar «más asientos y bandas horarias». Méndez también reclama «flexibilizar» los abonos de media distancia para usarlos en AVE, Alvia y AVLO de manera que se puedan «aprovechar los pocos trenes que circulan mientras no nos dan más franjas horarias y más circulaciones».

El ingeniero de Caminos, Canales y Puertos Carlos Nárdiz señala que el servicio de media distancia contribuye a la «vertebración entre ciudades», pero ve necesario implantar cercanías en Galicia y señala que hay «problemas de comunicación» por tren con Madrid o Barcelona. Nárdiz, que es profesor de Urbanismo y Ordenación del Territorio en la Universidade da Coruña (UDC), cree que cuando los abonos gratuitos desaparezcan se podrán «potenciar» más estas rutas, pues ahora el desplazamiento a Madrid no es «competitivo», en tiempo y en dinero en relación al avión, y confía en que la liberalización de la media distancia tenga consecuencias positivas.

Deficiencias de la estación

El tráfico de viajeros de San Cristóbal se ha trasladado a una estación provisional para permitir la reforma de la instalación antigua, dentro de los trabajos de la intermodal. Desde Perder o Tren indican que en la vieja estación tenía espacio de aparcamiento limitado, y había «tapones» para acceder a los trenes cuando solo había una máquina de rayos X en el control de viajeros.

Y desde la Plataforma de Usuarios del Tren de Media Distancia de Galicia ven «muy mejorables» algunos aspectos de la estación provisional, como las aceras, la coordinación con los buses, y que no tengamos un espacio para poder dejar bicicletas». A la vuelta de Navidades, explica Méndez, la asociación tratará de trasladar estos problemas al Gobierno gallego, el Ayuntamiento y Adif.

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