La Cocina Económica de A Coruña necesita socios: baja de los 3.000 colaboradores por primera vez en años

Necesita colaboradores, ya que tiene menos de dos por usuario | Atiende a 1.500 personas cada día | Se pueden hacer donaciones periódicas o anuales que desgravan en la declaración

Usuarios de La Cocina Económica hacen cola ante la entidad en una imagen de archivo.

Usuarios de La Cocina Económica hacen cola ante la entidad en una imagen de archivo. / LOC

Redacción

En La Cocina Económica siempre han tenido que echar muchas cuentas para abrir sus puertas y poder poner un plato en la mesa de sus usuarios pero, últimamente, un poco más. Y es que, por primera vez en varios años, la entidad ha bajado de los 3.000 socios y, con los precios de los alimentos al alza y con 1.500 usuarios que necesitan ayuda cada día, la cosa se complica y mucho.

El administrador de la entidad, Óscar Castro, explica que, con el paso del tiempo, han ido falleciendo socios de los de toda la vida, de los que siempre habían aportado su granito de arena al funcionamiento de La Cocina Económica y que, por la puerta, no han entrado otros a cubrir su cuota, así que, la lista de socios ha ido adelgazando hasta que hay ya menos de dos por cada uno de los usuarios que acuden a diario a la entidad. Menos de 3.000 para 1.500 bocas que piden alimento cada jornada.

Con todo, Castro asegura que la entidad afronta 2025 «con ilusión, como siempre» y con el deseo de que haya «menos gente, porque eso será bueno para la sociedad» y «muchísimo mejor» para La Cocina Económica, que lleva prestando servicio a los necesitados desde 1886.

«Como ese regalo no creo que nos lo vayan a traer los Reyes [la conversación se produjo el pasado viernes, antes de la llegada de Melchor, Gaspar y Baltasar a los hogares coruñeses], les vamos a pedir hacer muchos socios, que es nuestra base fundamental. Justo estuvimos mirando los archivos y hemos bajado de 3.000, que es casi como una barrera psicológica», relata Castro, que explica que, aunque la mayoría de bajas son por fallecimiento, también las hay por ingresos en residencias, por lo que los socios necesitan todos sus recursos económicos. Y es que, aunque en las fichas de los socios no figura la fecha de nacimiento, la entidad sabe que la media de edad de sus colaboradores es «muy elevada».

«Quitarse de un café o de un paquete de tabaco significa mucho para La Cocina Económica, porque esas aportaciones nos ayudan a seguir adelante. La cantidad es libre, cada uno puede dar lo que pueda durante el tiempo que estime oportuno. Lo que necesitamos es sumar esfuerzos, porque esta entidad fue creada granito a granito y ahora no podemos perder ese ritmo. Ahora mismo las necesidades son muchas y los costes de los alimentos y de los suministros son mayores», explica Castro, que recuerda a los socios que las cantidades donadas son desgravables, de modo que en la declaración de la Renta se recupera hasta un 80%. Lo ideal, fantasea Castro, es que cada socio traiga a otro socio a la entidad durante este año para que las cuentas sean un poco más desahogadas. Para quien no se pueda hacer socio pero quiera colaborar, la entidad cuenta también con un poemario que se puede adquirir por diez euros.

Por ahora y si las cosas no empeoran, no peligra la actividad de La Cocina Económica, aunque Castro alerta de que «1.500 personas cada día no se alimentan de la nada».

Tracking Pixel Contents