Si no lo leo no lo creo

Un buzón ‘cansado’ de recibir cartas

ANTÓN PERULEIRO

Puede que alguno piense que la práctica de enviar cartas ha quedado en el olvido y que ahora todo se reduce a whatsapps o correos electrónicos. Pero lo cierto es que los buzones siguen esparcidos por la ciudad —para los menos atentos, seguro que camuflados—, a la espera de nuevas historias que contar en manos de otros. Hay uno, de color azul, ubicado en el cruce de la plaza de Lugo con la calle Payo Gómez, que parece que se ha cansado de su función. Apareció hace unos días tirado sobre la acera, dejando el hueco que ocupaba marcado en la acera. No se sabe si por un golpe, por un acto vandálico o por pura inercia. Eso sí, las cartas no se han escapado. A ver si con el inicio de semana alguien repara en él y vuelve a la rutina.

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