Los nuevos usos de la atalaya de San Roque, en pausa

El Concello dice que tiene un proyecto, pero busca la menor afectación posible a los negocios, pues quedan tres abiertos |La actuación en este enclave formaba parte del acuerdo de investidura firmado con el BNG

Bajos de la atalaya de San Roque. |  LOC

Bajos de la atalaya de San Roque. | LOC

Redacción

En septiembre de 2022, el Concello reparó los bajos de la atalaya de San Roque y anunció que tendrían nuevos usos. La actuación se incluyó en el acuerdo de investidura con el BNG un año después, pero sigue en pausa. Los nacionalistas preguntaron hace unos días por este asunto, para saber cuál es el motivo de que no se haya ejecutado la rehabilitación y adjudicación de los locales. La respuesta no concreta planes y ni plazos: «El Concello tiene un proyecto para la Lágrima de San Roque y la intención es llevarlo a cabo, pero como quedan negocios en funcionamiento allí, se actuará buscando la menor afección posible».

La Lágrima de San Roque cuenta con diez locales y actualmente hay tres ocupados: una tienda de pollos asados, un podólogo y un establecimiento de Solidariedade Galega. Otro todavía tiene un rótulo de la Asociación Provincial de Palilleiras, pero en internet figura que está cerrado de forma permanente. En septiembre de 2019, el Concello ya había manifestado su intención de buscar nuevos usos a este enclave, aunque sin definir el futuro de los negocios. Es un espacio que, si bien años atrás tuvo mucha actividad, en 2005 empezó su declive, ya que caducó la concesión municipal que daba amparo a las empresas que se asentaban en estos bajos, por lo que los negocios empezaron a funcionar en precario. Con los años y las jubilaciones, estos comercios, que compartían pasillo y un baño interior, la atalaya de San Roque se fue quedando en un estado de semiabandono.

Un lugar que, a la peculiaridad de su construcción, no está protegido en el Plan Especial de Protección y Reforma Interior (Pepri) de Pescadería y Ciudad Vieja.

Pero este no es el único asunto pendiente del acuerdo de investidura por el que ha preguntado recientemente el BNG, que ya anunció al Gobierno local que no le apoyaría en los presupuestos de 2025 por los «continuos incumplimientos» en sus compromisos.

Es el caso de la reurbanización de Vereda do Polvorín. El Concello asegura que «tiene previsto acometer todas las actuaciones previstas, con planificación y respetando siempre los acuerdos alcanados».

Sobre el acondicionamiento de las cocheras del tranvía en Monte Alto, para convertirlas en aparcamiento, está «pendiente de estudio de estabilidad del talud de la parte trasera, así como de las propias naves», según una respuesta municipal.

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