Repsol inicia el año con el 60% de su tráfico portuario a través de punta Langosteira
A lo largo de 2024 llegaron al puerto exterior más de 70 petroleros, que descargaron 5,4 millones de toneladas de crudo
Por los amarraderos del centro de la ciudad siguen transitando productos finales como gasolina o diésel

Buques e instalaciones en el puerto exterior de punta Langosteira. | La Opinión
Redacción
El traslado de Repsol al puerto exterior se va consolidando, y el año pasado, por primera vez, los tráficos de la refinería que pasaron por punta Langosteira superaron a los de los muelles interiores. Según fuentes de la compañía, la empresa que más toneladas mueve en los muelles coruñesas, «aproximadamente el 60%» de la actividad ya transcurre por el puerto exterior, cuando en 2023 fue el 32%. Aunque Repsol ya lleva una década realizando algunos tráficos a través de punta Langosteira, fue en 2023 cuando terminó una nueva terminal para descargar petróleo y empezó a operar en masa, aunque hubo «alternancia de uso» entre los amarraderos tradicionales y los de Arteixo.
El crudo es el principal motivo del crecimiento del puerto exterior, pues supone aproximadamente un 55% de la masa de las mercancías que importa y exporta la refinería coruñesa por mar. En 2024 llegaron al puerto exterior 74 petroleros con material para la planta de Repsol, que descargaron, en conjunto, 5,4 millones de toneladas.
El resto de productos de Repsol que pasan por punta Langosteira son sólidos, y destacan 310.000 toneladas de coque verde. Este es un subproducto del proceso de refinado del petróleo que tiene usos industriales, y se puede emplear como ánodo para la síntesis del aluminio. A esto se suman otras 53.000 toneladas de azufre. Repsol produce este elemento, según su página web, tanto para usos agrícolas (se puede usar para fabricar fertilizante o para combatir plagas) como industriales, pues se emplea para sintetizar ácido sulfúrico o fibras sintéticas. Petróleo, coque verde y azufre suman el 57,8% del tráfico de Repsol.
Pero pese a este traslado, los tráficos operados por Repsol en el puerto interior «ascendieron a 4,2 millones de toneladas» durante el año pasado, según explican fuentes de la empresa. Entre las mercancías que pasan por el interior de la ciudad se encuentran «productos finales para diferentes mercados nacionales y de exportación», y hay líquidos que todos asocian a las refinerías, como los gasóleos y gasolinas.
Pero también «fuel marino», esto es, combustible para buques, y Gases Licuados del Petróleo (GLP), que se pueden usar para el transporte pero también para cocina, o calentar agua. Otro de los productos que se exportan por los muelles coruñeses, explica Repsol, son los asfaltos que genera la refinería y que se emplean para pavimentos.
Además, Repsol utiliza los muelles interiores, en los que tiene una concesión hasta mediados de 2027, para transportar materias primas de origen biológico o «productos intermedios para otras industrias como la petroquímica». Entre estos últimos, señalan desde la compañía, está el «propileno grado polímero», y también «componentes» para fabricar gasolina y gasóleo.
Récord en graneles líquidos
El traslado de Repsol, y el aumento de sus importaciones de crudo, se reflejan en los tráficos del conjunto del puerto. Por los muelles pasaron cerca de 9,9 millones de toneladas de líquidos durante 2024, un número «récord» y un 22% más que en 2023. Y la dársena de punta Langosteira «alcanzó 8,46 millones de toneladas, su mejor cifra hasta ahora». El año anterior habían sido seis, y en 2022 la cifra fue de 4,2 millones.
Los tráficos totales llegaron a 14,7 millones de toneladas, un 5,2% más que en 2023. El puerto alcanza así la cuarta cifra más alta de su historia, tras 2017 y 2018 (años en los que aún estaba activa la central térmica de Meirama, que importaba combustible por A Coruña) y 2022 (cuando pasaron por los muelles grandes cantidades de carbón para el Norte de Europa debido a las consecuencias de la guerra de Ucrania).
La mercancía general cayó un 6,2%, y también bajaron cerca de un 19,5% los graneles sólidos «debido a la práctica desaparición de los envíos de carbón al Norte de Europa». Si bien, señala el Puerto, esto «se compensó en buena parte» con el desembarco de grano para la industria agroalimentaria.
La pesca fresca cayó un 14,3%, aunque el puerto coruñés cerró el año como la dársena con más toneladas descargadas de España. La Autoridad Portuaria relaciona esto con los recortes de cuotas de la UE, y señala que mantiene contactos con el sector y los responsables de la lonja para «revertir» el declive. Los cruceros, en cambio, consiguieron un nuevo récord: los barcos subieron un 22% hasta los 168, y trajeron a cerca de 407.000 pasajeros, un 25% más que en 2023.
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