Entrevista | Nuno Coelho Director de la Orquesta Sinfónica del Principado de Asturias
«Shostakóvich tenía siempre la maleta para ir a la cárcel y se nota en su música»
La Orquesta Sinfónica del Principado de Asturias se subirá mañana al escenario del Palacio de la Ópera para interpretar una obra emblemática de Shostakóvich, su ‘Sinfonía número 10 en mi menor’, es una pieza que requiere, según explica su director, Nuno Coelho, que cada nota se viva y sufra con intensidad

El director Nuno Coelho, durante un concierto. | Cedida FIS
Redacción
El director Nuno Coelho visita una vez más A Coruña, en esta ocasión para ponerse al frente de su orquesta, la Sinfónica del Principado de Asturias, y para interpretar una de las piezas que se considera un reto para los músicos, la Sinfonía número 10 en mi menor, de Dmitri Shostakóvich. El concierto será este jueves, 16, a las 20.00 horas, en el Palacio de la Ópera.
No es común escuchar esta pieza en los conciertos, ¿qué significa para la orquesta tocarla?
Es una de las piezas más importantes de Shostakóvich y es muy importante para la orquesta. Como todo en Shostakóvich, habla de este periodo siempre muy conturbado de la Unión Soviética, con los problemas que tuvo con el régimen, con Stalin, y con todo el clima de miedo y de opresión que vivió. Retrata mucho esta desolación, esta falta de esperanza, esta violencia, esta rabia... Pero al final termina con un gran triunfo. Como siempre con Shostakóvich no estamos seguros de si es un triunfo de verdad, si es algo irónico, si es sarcasmo, pero de todas maneras es muy virtuosa para la orquesta, con mucha intensidad, mucho dramatismo, y para el público, es una obra clave del siglo XX.
¿Es un reto no solo por las notas que hay que dar sino por el significado de cada una de ellas?
Exacto. Además del desafío técnico, es también musicalmente algo muy intenso, muy exigente. Cada nota la tenemos que vivir y sufrir con toda la intensidad. Shostakóvich Pues tuvo una vida muy particular. Vivió en un régimen que no lo dejaba componer libremente. Le mostraban al mundo como el símbolo de la Unión Soviética, y como el gran compositor del régimen, pero lo amenazaban, miraba a sus compañeros, amigos y familiares muertos o enviados al gulag y él seguía ahí, siempre con la maleta preparada para irse a la cárcel y siempre en tensión y la música lo refleja.
En el concierto sonará también el Concierto para piano en la menor, de Edvard Grieg, ¿sigue en la misma línea de intensidad que Shostakóvich o es un contrapunto a su obra?
Es una obra muy distinta. Es un símbolo del romántico para piano y orquesta. Es una obra que Grieg escribió cuando era muy joven, tenía como 24 años, pero a lo largo de su vida siempre la fue revisando, siempre la fue trabajando y mejorando. Y es una obra muy emblemática de repertorio para piano y orquesta. Tenemos un gran solista, Stephen Hough, que toca con todas las grandes orquestas y es un placer muy grande hacer música con él y recibir también esa inspiración de su parte.
¿Ven relevo generacional en el público que asiste a sus conciertos o son los mismos que hace años?
No, yo creo que tenemos una participación importante de público más joven. Hay alumnos del conservatorio, público que era aficionado que no es mayor. Hacemos varias iniciativas con coros, con escuelas de danza, con alumnos del conservatorio para llegar al público más joven también.
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