Entradas para 2026 y lleno tras lleno: qué hay detrás de la nueva era de los conciertos

Especialistas y profesionales del mundo de la música señalan que las redes sociales generan cierta ‘ansiedad’ por no perderse estos eventos

La planificación y la dificultad para encontrar espacios influyen

Sufren las salas pequeñas

Concierto de Ricky Martin en el Coliseum de A Coruña en julio de 2024 |  Germán Barreiros/Roller Agencia

Concierto de Ricky Martin en el Coliseum de A Coruña en julio de 2024 | Germán Barreiros/Roller Agencia

Comprar una entrada para un concierto se ha convertido en un plan de futuro. Cada vez se anuncian con mayor antelación, generando un debate entre el público. Uno de los casos que más dio que hablar fue el de Dani Martín, que sacó las entradas para su gira de 25 aniversario de 2026 con casi dos años de antelación. A pesar de la queja de una parte del público, la iniciativa ha sido un éxito. El artista ha agotado entradas para su concierto de A Coruña, ciudad en la que ha tenido que anunciar otra fecha, y en ciudades como Madrid colgó el cartel de «no hay billetes» hasta en diez ocasiones. El madrileño no es el único que arrasa en la ciudad. Casi todos apuntan a abarrote, desde Andy y Lucas para su concierto de despedida al lleno que están cerca de lograr Los Pecos en su regreso.

«Como promotor tengo claro que es un fenómeno relacionado con el FOMO [por sus siglas en inglés se entiende como el miedo a estar ausente]. La gente no quiere perderse nada y esto antes no ocurría», explica Ramón Barros, gerente de Cávea Producciones. El promotor recuerda cuando un concierto del propio Dani Martín fue cancelado por la falta de público al coincidir con un partido del Deportivo en el que se jugaba la salvación contra el Valencia en el año 2011. El artista acabó cantando para sus fans en el parking de un Coliseum en el que ahora actuará por partida doble.

"Como promotor tengo claro que es un fenómeno relacionado con el FOMO"

Ramón Barros

— Gerente de Cávea Producciones

«Vender las entradas con anticipación permite pagar los gastos que tienen las promotoras», explica por otra parte Alberto Alfonso, programador de Art Music. La parte negativa de esta cuestión es que «en recintos como el Palacio de la Ópera se ven sitios vacíos de gente que compra la entrada y al final no puede ir», afirma por otro lado Ramón Barros.

El programador Alberto Alfonso añade a la parte positiva de que permite «mejorar la logística y la planificación», ya que ahora las giras y los espectáculos que dan los artistas son «más ambiciosos». Las promotoras de conciertos se enfrentan al reto de encajar fechas en recintos como el Movistar Arena (antiguo Wizink Center), pero también en salas de gran tamaño. «En el caso del Coliseum cada vez es más difícil programar, y ahora se complica por el tema de que allí juega sus partido el Leyma», añade.

Esto habla muy bien de la salud conciertera de la ciudad. El año pasado pasaron por ella grandes nombres a nivel internacional como Ricky Martin o Luis Miguel, además de leyendas como Raphael o artistas de moda entre el público joven como Bad Gyal o Ana Mena: «Es la ciudad de Galicia más importante en este aspecto y destaca por tener recintos como el Coliseum», expone Alberto Alfonso.

Aunque este cambio resulte extraño en España y en A Coruña, «viene pasando desde hace años en Reino Unido o Estados Unidos», comenta Héctor César, organizador del festival Noites do Porto. El promotor expone que en ciudades como Londres «necesitas reservar un espacio con más de seis meses de antelación». Esto hace que la gente de la industria tenga que tener mucho ojo, como ocurrió en la última edición de Noites do Porto: «Nosotros a Alcalá Norte los cerramos cuando estaban haciendo conciertos para cien personas, por eso nos pudimos permitir traerlos». La banda madrileña actuó en Garufa [tras agotar entradas en Mardi Gras y tener que cambiar a una sala más grande] convertido ya en uno de los grupos del año y con capacidad para poder llenar un espacio como el puerto.

Precisamente, los grupos emergentes «son lo más perjudicados» por este fenómeno, expone Héctor César, ya que estos «encuentran menos lugares para tocar». Las salas se convierten ahí en un punto clave, pero también se ven afectadas por estos macroeventos: «Cuando sale un concierto de los caros sí que notamos que baja la afluencia. A lo mejor una pareja se deja más de 180 euros y prescinde de los conciertos de 10 o 12 euros», explica Tomi Legido, programador de la Sala Mardi Gras.

«Es un negocio del que sacas rentabilidad. Tú tienes el dinero de miles de personas durante un año que puedes poner en un fondo de inversión. Aunque el concierto se cancele, acaban sacando un beneficio», expone Legido. El programador también se muestra crítico con los gastos de gestión, tan habituales al comprar una entrada, que también califica como «un gran negocio» del que las empresas sacan beneficio.

Concierto de Carolina Durante en la plaza de María Pita durante las fiestas de 2022.

Carolina Durante actuará en A Coruña el 7 de febrero / Víctor Echave

Ahora bien, ¿por qué el público agota entradas? Para Legido la explicación es tan sencilla como que «la música en directo genera felicidad». Ramón Barros lo achaca las redes sociales y considera «que seguirá siendo así mientras estas sigan existiendo».

En esta línea va el análisis del experto musical Tito Lesende: «La industria se fue adaptando a las dinámicas comerciales de la sociedad. Antes pasó en la cocina con las reservas de El Bulli, con eventos artísticos como el Circo del Sol, o con acontecimientos deportivos importantes». Lesende recuerda que esta moda arrancó con los festivales de música, y que ahora sigue por los conciertos de medio y gran formato.

Sobre los motivos que han hecho conquistar al público, apunta al «bombardeo diario del algoritmo de cosas que necesitamos tener en nuestra agenda generando necesidad y ansia». Lesende señala que las redes son un condicionante para la sociedad: «la gente necesita experiencias para compartir. La industria ofrece eventos que dividen a la gente: los que entran y los que quedan fuera, y vivimos en una sociedad en la que queremos estar en el grupo estuvo ahí para contarlo».

A Coruña sigue siendo la ciudad de la música en el año 2025

Los amantes de la música arrancan el año con la agenda llena. La primera cita destacada es el 7 de febrero, con el concierto de Carolina Durante, grupo de máxima actualidad. Las leyendas vuelven a la ciudad con nombres como Lenny Kravitz (10 de abril), Bad Religion (10 de mayo), Alanis Morissette (9 de julio) o Lionel Richie (31 de julio). Otras citas que apuntan a hacer historia son el concierto de Chayanne (18 de mayo), el regreso de Miguel Bosé (11 de julio) o la despedida de Sabina (18 y 20 de septiembre).

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